¡Ay, Dios mío! Fabricio Alvarado se echó el tanque encima prometiendo un aeropuerto internacional pa' Osa. Ya saben, el candidato de Nueva República anda recorriendo la Zona Sur, repartiendo promesas como si fueran panfletos en carnaval. Pero bueno, la verdad, uno se queda pensando... ¿Será que esta vez sí va a dar o es otro rollo?
La península de Osa, según Alvarado, es una “joya por descubrir”. Totalmente de acuerdo con él, mijo. Playas paradisíacas, biodiversidad impresionante, pura magia. El problema es que esa magia no se traduce en oportunidades reales para la gente de allá abajo. Han sido décadas de abandono, de promesas rotas, de sentir que el Estado los olvida tan pronto como pasan las elecciones. Uno entiende el hartazgo.
Esta vez, el candidato dice que el proyecto será a través de una concesión, una alianza público-privada. Suena lindo en el papel, claro. Pero hay que recordar que estas cosas suelen venir llenas de rodeos, comisiones, y al final, el pueblo siempre sale perjudicado. Hay que estar ojo avizor con esos contratos, porque luego nos salen caras, ¿me entienden?
Además del aeropuerto, Alvarado propone una zona franca y apoyo al comercio local. Ideas interesantes, sí. Pero la infraestructura de Osa necesita mucho más que eso. Carreteras decentes, acceso a internet confiable, servicios básicos funcionando… Es como querer construir un centro comercial en medio del barro, diay. No agarra sin tener primero las bases bien puestas.
Al conversar con los vecinos, Alvarado escuchó sus quejas, sus frustraciones. Se sintió el descontento palpable, la sensación de haber sido olvidados. El candidato respondió con el discurso de unidad nacional, de erradicar la famosa ‘Zona Sur-Sur’. Un buen mensaje, eso sí, pero uno quiere ver acciones concretas, no solo palabras bonitas en la campaña.
Y hablando de acciones, recordemos que otros candidatos han hecho promesas similares en el pasado. Aeropuertos, carreteras, proyectos turísticos… todos con el mismo entusiasmo inicial. Al final, muchos quedaron solo en anuncios espectaculares o estudios de factibilidad que nunca vieron la luz. La experiencia nos ha enseñado a tomar estas declaraciones con pinzas, ¿verdad?
Lo que le falta a Osa no es tanto visión, sino voluntad política real. Gente dispuesta a sentarse a trabajar duro, a dejar atrás intereses personales y a pensar en el bienestar de la comunidad. Eso es lo que realmente cambiaría la vida de las personas de esa región, que tienen potencial a raudales, pero están atados de manos por la burocracia y la falta de inversión.
Así que ahí tenemos la propuesta de Alvarado: un aeropuerto internacional para Osa. Suena ambicioso, suena atractivo, pero también suena a promesa electoral más. ¿Ustedes creen que esta vez sí vamos a ver cambios reales en la Zona Sur, o será otra vez el mismo cuento de nunca acabar? Compartan sus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensan!
La península de Osa, según Alvarado, es una “joya por descubrir”. Totalmente de acuerdo con él, mijo. Playas paradisíacas, biodiversidad impresionante, pura magia. El problema es que esa magia no se traduce en oportunidades reales para la gente de allá abajo. Han sido décadas de abandono, de promesas rotas, de sentir que el Estado los olvida tan pronto como pasan las elecciones. Uno entiende el hartazgo.
Esta vez, el candidato dice que el proyecto será a través de una concesión, una alianza público-privada. Suena lindo en el papel, claro. Pero hay que recordar que estas cosas suelen venir llenas de rodeos, comisiones, y al final, el pueblo siempre sale perjudicado. Hay que estar ojo avizor con esos contratos, porque luego nos salen caras, ¿me entienden?
Además del aeropuerto, Alvarado propone una zona franca y apoyo al comercio local. Ideas interesantes, sí. Pero la infraestructura de Osa necesita mucho más que eso. Carreteras decentes, acceso a internet confiable, servicios básicos funcionando… Es como querer construir un centro comercial en medio del barro, diay. No agarra sin tener primero las bases bien puestas.
Al conversar con los vecinos, Alvarado escuchó sus quejas, sus frustraciones. Se sintió el descontento palpable, la sensación de haber sido olvidados. El candidato respondió con el discurso de unidad nacional, de erradicar la famosa ‘Zona Sur-Sur’. Un buen mensaje, eso sí, pero uno quiere ver acciones concretas, no solo palabras bonitas en la campaña.
Y hablando de acciones, recordemos que otros candidatos han hecho promesas similares en el pasado. Aeropuertos, carreteras, proyectos turísticos… todos con el mismo entusiasmo inicial. Al final, muchos quedaron solo en anuncios espectaculares o estudios de factibilidad que nunca vieron la luz. La experiencia nos ha enseñado a tomar estas declaraciones con pinzas, ¿verdad?
Lo que le falta a Osa no es tanto visión, sino voluntad política real. Gente dispuesta a sentarse a trabajar duro, a dejar atrás intereses personales y a pensar en el bienestar de la comunidad. Eso es lo que realmente cambiaría la vida de las personas de esa región, que tienen potencial a raudales, pero están atados de manos por la burocracia y la falta de inversión.
Así que ahí tenemos la propuesta de Alvarado: un aeropuerto internacional para Osa. Suena ambicioso, suena atractivo, pero también suena a promesa electoral más. ¿Ustedes creen que esta vez sí vamos a ver cambios reales en la Zona Sur, o será otra vez el mismo cuento de nunca acabar? Compartan sus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensan!