¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos, mamándole al changüí político. Luis Amador, el gallito del PIN, anduvo soltando promesas a diestra y siniestra durante su discurso de campaña, atacando duro a la gestión de Rodrigo Chaves. Parece que quiere convencernos de que el país está hecho un tremendo brete, y él viene a rescatarnos. Pero, ¿será que realmente tiene la receta mágica o estamos ante otro show más?
Miren, la verdad es que la administración de Don Rodri ha tenido sus momentos… algunos buenos, muchos otros... ¡ufff! Digamos que ha sido una montaña rusa llena de altos y bajos, controversias a granel y decisiones que nos dejaron a todos boquiabiertos. Desde los rifirraffes en redes sociales hasta los cambios constantes en los ministerios, parece que el orden era un concepto lejano en Casa Amarilla. Eso sí, siempre tuvo a sus seguidores fervientes, los que decían 'es un maese directo', aunque el resto de nosotros estuviéramos sacudidos.
Ahora llega Amador con su discurso de cambio radical, prometiendo defender el Estado Social, respetar la división de poderes –como si fuera novedad– y fomentar los valores éticos. Suena lindo en papel, ¿verdad?, pero ya sabemos cómo funcionan estas cosas. Se acuerdan de otras promesas similares que nos hicieron hace unos años? Terminan siendo humo, pura paja para ganarse el voto fácil. El mae necesita demostrar que tiene sustancia, no solo buenas intenciones.
Pero vamos a analizarlo con calma. En medio de toda esa palabrería, resaltan algunas propuestas interesantes. Habla de fortalecer la CCSS, proteger la producción agrícola y darle prioridad a la educación pública. Esto último, ¡qué carga! Nuestra escuela pública está hecha pururucuta, con maestros quemados y recursos mínimos. Si realmente le da importancia a esto, sería un alivio enorme para miles de familias, porque, díganle a quién quieran, la educación es la base para salir adelante.
También propone construir dos nuevos aeropuertos, uno en Limón y otro en la zona sur. ¡Imagínense! Limón, que lleva décadas clamando por un aeropuerto decente, podría tener finalmente una puerta de entrada digna. Y la zona sur, que siempre ha sido olvidada, también podría recibir un impulso económico importante. Claro, la obra pública siempre es complicada, pero si se hacen bien, pueden traer beneficios reales a largo plazo. Ojalá no se conviertan en otra vara para llenarle los bolsillos a unos cuantos peludos.
Además, Amador promete impulsar programas de generación de empleo y mejorar el costo de vida. Con la inflación comiéndose nuestros sueldos, cualquier medida para aliviar la carga económica sería bienvenida. Pero hay que ver cómo piensa financiar todo eso. Porque, como dice mi abuela, “prometer es fácil, cumplir es lo difícil.” Espero que tenga un plan sólido y realista, y no solo discursos bonitos para quedar bien con la gente.
En fin, Luis Amador ha puesto sobre la mesa una serie de ideas que podrían marcar la diferencia, pero aún quedan muchas preguntas abiertas. ¿Será capaz de cumplir sus promesas? ¿Podrá unir al país en torno a un proyecto común? ¿O será solo otro político más que termina decepcionando a la ciudadanía? Es vital que analicemos cada propuesta con lupa y exijamos transparencia y rendición de cuentas.
Y ahora, quiero saber qué piensan ustedes, mis queridos foristas. ¿Les parece que las propuestas de Amador son viables y genuinas, o creen que es puro marketing político para captar votos? ¿Cuál es la promesa que les parece más urgente y necesaria para Costa Rica en este momento?
Miren, la verdad es que la administración de Don Rodri ha tenido sus momentos… algunos buenos, muchos otros... ¡ufff! Digamos que ha sido una montaña rusa llena de altos y bajos, controversias a granel y decisiones que nos dejaron a todos boquiabiertos. Desde los rifirraffes en redes sociales hasta los cambios constantes en los ministerios, parece que el orden era un concepto lejano en Casa Amarilla. Eso sí, siempre tuvo a sus seguidores fervientes, los que decían 'es un maese directo', aunque el resto de nosotros estuviéramos sacudidos.
Ahora llega Amador con su discurso de cambio radical, prometiendo defender el Estado Social, respetar la división de poderes –como si fuera novedad– y fomentar los valores éticos. Suena lindo en papel, ¿verdad?, pero ya sabemos cómo funcionan estas cosas. Se acuerdan de otras promesas similares que nos hicieron hace unos años? Terminan siendo humo, pura paja para ganarse el voto fácil. El mae necesita demostrar que tiene sustancia, no solo buenas intenciones.
Pero vamos a analizarlo con calma. En medio de toda esa palabrería, resaltan algunas propuestas interesantes. Habla de fortalecer la CCSS, proteger la producción agrícola y darle prioridad a la educación pública. Esto último, ¡qué carga! Nuestra escuela pública está hecha pururucuta, con maestros quemados y recursos mínimos. Si realmente le da importancia a esto, sería un alivio enorme para miles de familias, porque, díganle a quién quieran, la educación es la base para salir adelante.
También propone construir dos nuevos aeropuertos, uno en Limón y otro en la zona sur. ¡Imagínense! Limón, que lleva décadas clamando por un aeropuerto decente, podría tener finalmente una puerta de entrada digna. Y la zona sur, que siempre ha sido olvidada, también podría recibir un impulso económico importante. Claro, la obra pública siempre es complicada, pero si se hacen bien, pueden traer beneficios reales a largo plazo. Ojalá no se conviertan en otra vara para llenarle los bolsillos a unos cuantos peludos.
Además, Amador promete impulsar programas de generación de empleo y mejorar el costo de vida. Con la inflación comiéndose nuestros sueldos, cualquier medida para aliviar la carga económica sería bienvenida. Pero hay que ver cómo piensa financiar todo eso. Porque, como dice mi abuela, “prometer es fácil, cumplir es lo difícil.” Espero que tenga un plan sólido y realista, y no solo discursos bonitos para quedar bien con la gente.
En fin, Luis Amador ha puesto sobre la mesa una serie de ideas que podrían marcar la diferencia, pero aún quedan muchas preguntas abiertas. ¿Será capaz de cumplir sus promesas? ¿Podrá unir al país en torno a un proyecto común? ¿O será solo otro político más que termina decepcionando a la ciudadanía? Es vital que analicemos cada propuesta con lupa y exijamos transparencia y rendición de cuentas.
Y ahora, quiero saber qué piensan ustedes, mis queridos foristas. ¿Les parece que las propuestas de Amador son viables y genuinas, o creen que es puro marketing político para captar votos? ¿Cuál es la promesa que les parece más urgente y necesaria para Costa Rica en este momento?
