¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con el circo mediático. Parece que el expresidente Óscar Arias decidió hacerse el rico y evitar echar leña al fuego entre Álvaro Ramos y los dinosaurios del PLN. En medio de la polémica por la reaparición de un video donde Ramos admite haber estado en contra del TLC en 2007 –una vaya de contracorriente, digámoslo así–, Arias prefirió quedarse calladito, como si estuviera viendo un partido desde la sombra.
Para los que no estén enterados, la jugada salió a relucir gracias a un video que circuló como reguero de pólvora en las redes sociales. Ahí, el candidato Ramos, en una entrevista con la directora del Semanario Universidad, Laura Martínez, no se anduvo con rodeos y confesó su voto en contra del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos allá por el lejano 2007. Una declaración que, obviamente, puso a temblar los cimientos del PLN y removió el polvo de viejas rencillas con Arias, quien, recordemos, fue el gran impulsor de ese tratado.
Lo curioso es que la propia campaña del PLN, ¡qué despiche!, inicialmente difundió el video antes de darse cuenta del potencial daño que podía causar. Al parecer, hubo alguien que se jaló una torta al darle 'like' a la idea de mostrar la opinión de Ramos sobre el TLC. Después, trataron de borrarlo, pero ya era demasiado tarde; internet nunca olvida, ¿verdad, maes?
Pero la cosa no quedó ahí. Ramos, demostrando que no se achicua ante nadie, volvió a subir el video a sus redes sociales, esta vez acompañado de un mensaje que busca proyectar una imagen de liderazgo conciliador: “En tiempos de liderazgos que dividen, elegimos uno que une...”. Parece que quiere dejar claro que él es el candidato del cambio, el que va a romper con el pasado y construir un nuevo PLN, un PLN “diferente”, como él mismo dice.
Esta movida pone de manifiesto la estrategia de Ramos para distanciarse de figuras históricas del partido. Desde que asumió la candidatura, el mae ha estado tratando de labrarse su propio camino, presentándose como una opción fresca y renovadora frente a los veteranos del PLN. Pero también plantea la pregunta de hasta dónde estará dispuesto a ir para lograr ese objetivo, especialmente cuando implica confrontar a personas influyentes dentro del partido.
Algunos analistas políticos sugieren que esta controversia podría afectar negativamente las posibilidades del PLN en las próximas elecciones. Otros, sin embargo, argumentan que la honestidad de Ramos al expresar sus opiniones, aunque controvertidas, podría resonar entre los votantes que buscan autenticidad en sus líderes. ¿Será que la gente está harta del juego político y valora más la transparencia, incluso si eso significa escuchar verdades incómodas?
Más allá de las especulaciones políticas, este episodio nos deja pensando en el legado del TLC en Costa Rica. Un acuerdo que sigue generando debate y divisiones, incluso décadas después de su implementación. Muchos cuestionan si realmente ha beneficiado al país o si simplemente ha favorecido los intereses de unos pocos. Y ahora, con este nuevo capítulo en la política liberacionista, la discusión parece estar lejos de concluir.
Entonces, ¿creen ustedes que la decisión de Ramos de confrontar abiertamente a figuras como Arias es una muestra de valentía o una apuesta arriesgada que podría salirle cara? ¿Y cómo creen que impactará esta controversia en el futuro del PLN y en las próximas elecciones presidenciales?
Para los que no estén enterados, la jugada salió a relucir gracias a un video que circuló como reguero de pólvora en las redes sociales. Ahí, el candidato Ramos, en una entrevista con la directora del Semanario Universidad, Laura Martínez, no se anduvo con rodeos y confesó su voto en contra del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos allá por el lejano 2007. Una declaración que, obviamente, puso a temblar los cimientos del PLN y removió el polvo de viejas rencillas con Arias, quien, recordemos, fue el gran impulsor de ese tratado.
Lo curioso es que la propia campaña del PLN, ¡qué despiche!, inicialmente difundió el video antes de darse cuenta del potencial daño que podía causar. Al parecer, hubo alguien que se jaló una torta al darle 'like' a la idea de mostrar la opinión de Ramos sobre el TLC. Después, trataron de borrarlo, pero ya era demasiado tarde; internet nunca olvida, ¿verdad, maes?
Pero la cosa no quedó ahí. Ramos, demostrando que no se achicua ante nadie, volvió a subir el video a sus redes sociales, esta vez acompañado de un mensaje que busca proyectar una imagen de liderazgo conciliador: “En tiempos de liderazgos que dividen, elegimos uno que une...”. Parece que quiere dejar claro que él es el candidato del cambio, el que va a romper con el pasado y construir un nuevo PLN, un PLN “diferente”, como él mismo dice.
Esta movida pone de manifiesto la estrategia de Ramos para distanciarse de figuras históricas del partido. Desde que asumió la candidatura, el mae ha estado tratando de labrarse su propio camino, presentándose como una opción fresca y renovadora frente a los veteranos del PLN. Pero también plantea la pregunta de hasta dónde estará dispuesto a ir para lograr ese objetivo, especialmente cuando implica confrontar a personas influyentes dentro del partido.
Algunos analistas políticos sugieren que esta controversia podría afectar negativamente las posibilidades del PLN en las próximas elecciones. Otros, sin embargo, argumentan que la honestidad de Ramos al expresar sus opiniones, aunque controvertidas, podría resonar entre los votantes que buscan autenticidad en sus líderes. ¿Será que la gente está harta del juego político y valora más la transparencia, incluso si eso significa escuchar verdades incómodas?
Más allá de las especulaciones políticas, este episodio nos deja pensando en el legado del TLC en Costa Rica. Un acuerdo que sigue generando debate y divisiones, incluso décadas después de su implementación. Muchos cuestionan si realmente ha beneficiado al país o si simplemente ha favorecido los intereses de unos pocos. Y ahora, con este nuevo capítulo en la política liberacionista, la discusión parece estar lejos de concluir.
Entonces, ¿creen ustedes que la decisión de Ramos de confrontar abiertamente a figuras como Arias es una muestra de valentía o una apuesta arriesgada que podría salirle cara? ¿Y cómo creen que impactará esta controversia en el futuro del PLN y en las próximas elecciones presidenciales?
