¡Ay, Dios mío! La Municipalidad de San José anda en un brete, y no precisamente del bueno. La bronca ahora es con los honorarios de los asesores del alcalde Diego Miranda, que según denuncian algunos regidores, están comiendo y bebiendo a costa del erario público. Ya saben cómo es esto, siempre hay alguien listo para echarle agua fría al caldo.
Todo empezó con la polémica por la suspensión temporal del alcalde Miranda por cancelar un contrato para la compra de vehículos eléctricos. Pero resulta que mientras tanto, el ayuntamiento se gasta una suma considerable en asesorías. Según los cálculos, ¡cerca de ¢498 millones al año se van en esos profesionales! Una vara bien grande, para colmo.
La regidora del PLN, Iztarú Alfaro, no se anduvo con rodeos y salió con la lengua afuera. Le pegó duro al alcalde, preguntándole cómo justifica semejante planilla ante los ciudadanos. Dijo que es “muchísimo más” que el tema de los carros eléctricos, e incluso llegó a decir que es un “ejército de asesores”. Se imaginan la cara del alcalde cuando escuchó eso… ¡qué papelón!
Y no quedó ahí. Alfaro también señaló que si realmente el alcalde quiere demostrar que está ahorrando, debería evaluar si todos esos 14 asesores son realmente necesarios. Agregó que le parece “muy injusto” que se venda “mentiras” a la población. Claro, porque a nadie le gusta que le estafen a dedo limpio, ¿verdad?
Pero la cosa no termina con los asesores. Otro regidor, Marco Tulio Ramírez, también lanzó bombas. Criticó un proyecto de construcción de un obelisco que, según él, costaría el doble de la licitación de los carros eléctricos. Llamó al obelisco un “armatoste de cemento” que, a su parecer, no traerá ningún beneficio a la ciudadanía. ¿Otro chunche innecesario?
Ramírez hizo hincapié en que los millones destinados a ese proyecto podrían utilizarse para mejorar cosas mucho más urgentes, como aceras, seguridad y obras sociales. Que se pongan las pilas, porque la gente necesita soluciones reales, no monumentos vacíos.
Ahora, muchos se preguntan si todo este escándalo es parte de una estrategia política para desprestigiar al alcalde. Algunos dicen que es pura envidia, otros creen que hay intereses ocultos detrás de todo esto. Lo cierto es que la controversia ha encendido todas las alarmas en el Concejo Municipal y ha puesto en tela de juicio la gestión del alcalde Miranda. ¡Qué sal!
En fin, este asunto pinta para largo. Con tantos gastos cuestionables y acusaciones cruzadas, es difícil saber qué pasará finalmente. ¿Creen ustedes que el alcalde necesita reducir su planilla de asesores, o que estas críticas son infundadas y tienen motivaciones políticas? ¡Compártanme sus opiniones en el foro, a ver qué piensa la gente!
Todo empezó con la polémica por la suspensión temporal del alcalde Miranda por cancelar un contrato para la compra de vehículos eléctricos. Pero resulta que mientras tanto, el ayuntamiento se gasta una suma considerable en asesorías. Según los cálculos, ¡cerca de ¢498 millones al año se van en esos profesionales! Una vara bien grande, para colmo.
La regidora del PLN, Iztarú Alfaro, no se anduvo con rodeos y salió con la lengua afuera. Le pegó duro al alcalde, preguntándole cómo justifica semejante planilla ante los ciudadanos. Dijo que es “muchísimo más” que el tema de los carros eléctricos, e incluso llegó a decir que es un “ejército de asesores”. Se imaginan la cara del alcalde cuando escuchó eso… ¡qué papelón!
Y no quedó ahí. Alfaro también señaló que si realmente el alcalde quiere demostrar que está ahorrando, debería evaluar si todos esos 14 asesores son realmente necesarios. Agregó que le parece “muy injusto” que se venda “mentiras” a la población. Claro, porque a nadie le gusta que le estafen a dedo limpio, ¿verdad?
Pero la cosa no termina con los asesores. Otro regidor, Marco Tulio Ramírez, también lanzó bombas. Criticó un proyecto de construcción de un obelisco que, según él, costaría el doble de la licitación de los carros eléctricos. Llamó al obelisco un “armatoste de cemento” que, a su parecer, no traerá ningún beneficio a la ciudadanía. ¿Otro chunche innecesario?
Ramírez hizo hincapié en que los millones destinados a ese proyecto podrían utilizarse para mejorar cosas mucho más urgentes, como aceras, seguridad y obras sociales. Que se pongan las pilas, porque la gente necesita soluciones reales, no monumentos vacíos.
Ahora, muchos se preguntan si todo este escándalo es parte de una estrategia política para desprestigiar al alcalde. Algunos dicen que es pura envidia, otros creen que hay intereses ocultos detrás de todo esto. Lo cierto es que la controversia ha encendido todas las alarmas en el Concejo Municipal y ha puesto en tela de juicio la gestión del alcalde Miranda. ¡Qué sal!
En fin, este asunto pinta para largo. Con tantos gastos cuestionables y acusaciones cruzadas, es difícil saber qué pasará finalmente. ¿Creen ustedes que el alcalde necesita reducir su planilla de asesores, o que estas críticas son infundadas y tienen motivaciones políticas? ¡Compártanme sus opiniones en el foro, a ver qué piensa la gente!
