Bueno, pues mira tú, ¡qué bronca! Resulta que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) anda buscando apurarnos a los diputados, pidiendo que le levanten la inmunidad al Presidente Chaves. Esto ya parece novela, ¿verdad? Entre campañas electorales y todo este rollo, justo ahora nos meten con esto, como si no tuviera suficiente bronca.
Ya habíamos vivido esto antes, recordarán aquel intento de quitándole el fuero por el caso BCIE-Cariñitos, donde necesitaba 38 votos y apenas llegó a 34. Chaves se salvó por los pelos, dejando a muchos con la boca abierta. Ahora, lejos de penal, la cosa pinta electoral, con quince denuncias de beligerancia política encima. Parece que alguien no sabe cómo andarse por la cuerda floja, diay.
La vicepresidenta del Congreso, Vanessa Castro, anuncio que el 20 de octubre van a definir qué va a pasar. Ella, pa’ que les quede claro, tiene sus propios problemas con el Presidente. De hecho, hay una denuncia en la Fiscalía por su despido de Repretel, que ella asegura fue orquestado por Chaves. ¡Uf!, esto se pone interesante… y con sabor a roce, vamos.
Y ni hablar de las presiones y ofrecimientos que empezaron a salir a la luz durante el primer proceso. Johana Obando y Óscar Izquierdo soltaron la sopa sobre posibles sobornos y ofertas de ambassades para que los diputados votaran de cierta forma. Pilar Cisneros, fiel a su estilo, también denunció presiones de Rodrigo Arias. Entonces, imagínate ahora, en plena campaña, con todos desesperados por conseguir votos…
Ariel Robles, del Frente Amplio, ya advirtió que podríamos estar viendo los mismos comportamientos que antes. Presiones, discursos inflados, todo para intentar manipular el voto de los diputados. Monserrat Ruiz del PLN, mucho más sensata, recalcó que nuestro trabajo como legisladores no es complacernos a nadie, ni siquiera al Presidente, sino proteger las instituciones y trabajar para la gente. ¡Ojalá que esto resuene!
Pero lo más preocupante es que todo esto viene en un ambiente de tensión tremenda en la Asamblea Legislativa. Ataques personales, bloqueo de proyectos, cero acuerdos… Un verdadero brete. Kattia Cambronero, la diputada independiente, lo describió como un desgaste producto de la polarización y la estrategia del Poder Ejecutivo para desacreditar al Congreso. ¡Parece que nos quieren poner a todos en bandeja!
Eli Feinzaig, el diputado del PLP, no se quedó atrás. Recordó que, en el proceso anterior, algunos diputados justificaban levantarle el fuero a Chaves argumentando que le daría un impulso al chavismo en las elecciones. ¡Imagínate! Como si las decisiones de la Asamblea Legislativa fueran un mero juego político. Y Monserrat Ruiz, con toda la razón del mundo, señaló que en estos tiempos de campaña, el debate parlamentario se convierte en una extensión de la propia campaña, priorizando el impacto mediático sobre el interés nacional.
Entonces, mi pana, te pregunto yo: ¿Crees que los diputados resistirán la presión y tomarán una decisión basada en el bienestar del país, o sucumbirán a los cálculos políticos y a las promesas vacías? ¿Te parece que todo esto es un circo montado para distraernos de los problemas reales que enfrenta Costa Rica?
Ya habíamos vivido esto antes, recordarán aquel intento de quitándole el fuero por el caso BCIE-Cariñitos, donde necesitaba 38 votos y apenas llegó a 34. Chaves se salvó por los pelos, dejando a muchos con la boca abierta. Ahora, lejos de penal, la cosa pinta electoral, con quince denuncias de beligerancia política encima. Parece que alguien no sabe cómo andarse por la cuerda floja, diay.
La vicepresidenta del Congreso, Vanessa Castro, anuncio que el 20 de octubre van a definir qué va a pasar. Ella, pa’ que les quede claro, tiene sus propios problemas con el Presidente. De hecho, hay una denuncia en la Fiscalía por su despido de Repretel, que ella asegura fue orquestado por Chaves. ¡Uf!, esto se pone interesante… y con sabor a roce, vamos.
Y ni hablar de las presiones y ofrecimientos que empezaron a salir a la luz durante el primer proceso. Johana Obando y Óscar Izquierdo soltaron la sopa sobre posibles sobornos y ofertas de ambassades para que los diputados votaran de cierta forma. Pilar Cisneros, fiel a su estilo, también denunció presiones de Rodrigo Arias. Entonces, imagínate ahora, en plena campaña, con todos desesperados por conseguir votos…
Ariel Robles, del Frente Amplio, ya advirtió que podríamos estar viendo los mismos comportamientos que antes. Presiones, discursos inflados, todo para intentar manipular el voto de los diputados. Monserrat Ruiz del PLN, mucho más sensata, recalcó que nuestro trabajo como legisladores no es complacernos a nadie, ni siquiera al Presidente, sino proteger las instituciones y trabajar para la gente. ¡Ojalá que esto resuene!
Pero lo más preocupante es que todo esto viene en un ambiente de tensión tremenda en la Asamblea Legislativa. Ataques personales, bloqueo de proyectos, cero acuerdos… Un verdadero brete. Kattia Cambronero, la diputada independiente, lo describió como un desgaste producto de la polarización y la estrategia del Poder Ejecutivo para desacreditar al Congreso. ¡Parece que nos quieren poner a todos en bandeja!
Eli Feinzaig, el diputado del PLP, no se quedó atrás. Recordó que, en el proceso anterior, algunos diputados justificaban levantarle el fuero a Chaves argumentando que le daría un impulso al chavismo en las elecciones. ¡Imagínate! Como si las decisiones de la Asamblea Legislativa fueran un mero juego político. Y Monserrat Ruiz, con toda la razón del mundo, señaló que en estos tiempos de campaña, el debate parlamentario se convierte en una extensión de la propia campaña, priorizando el impacto mediático sobre el interés nacional.
Entonces, mi pana, te pregunto yo: ¿Crees que los diputados resistirán la presión y tomarán una decisión basada en el bienestar del país, o sucumbirán a los cálculos políticos y a las promesas vacías? ¿Te parece que todo esto es un circo montado para distraernos de los problemas reales que enfrenta Costa Rica?