¡Duro, duro! Las estadísticas del Instituto Nacional de Seguros (INS) nos dejaron helados esta semana. Resulta que entre enero y septiembre de este año, ¡más de 24 mil motoconductoros sufrieron accidentes de tráfico! Sí, así como lo leíste, una cifra que te hace preguntarte si estamos todos locos manejando o si simplemente las carreteras se han convertido en pistas de demolición.
Y ni hablar, porque esto no es novedad. Estamos hablando de casi cuatro mil casos más que el año pasado, lo cual pinta feo, muy feo. Parece que algo tenemos que cambiar, mi clave, porque la cosa va de mal en peor. Lo peor de todo es que las provincias que encabezan la lista de lesionados –San José, Alajuela y Limón– son las que más movimiento tienen, ¿qué se esperaban?
Según el INS, marzo, agosto y septiembre fueron los meses más críticos. Imagínate el estrés que eso debe haber causado a los trabajadores del seguro, atendiendo emergencia tras emergencia. Pero ahí hay un dato interesante: a 2.718 motociclistas se les duplicó la cobertura del Seguro Obligatorio para Vehículos Automotores (SOA). Esto gracias a la póliza “Más Protección” que cuesta unos colones al año, y que puede salvarte la piel en caso de un choque.
Ahora bien, no todos tuvieron suerte. Hubo 349 conductores sin seguro, 66 menores de edad poniéndose en riesgo (¡chiquillos, cuidado!) y 15 personas en riesgo vital, obligando a ampliar la cobertura para garantizar su atención médica. ¡Pura sal, la verdad! Que los jóvenes se metan en esos bretes sin tener la debida precaución y sin estar seguros, es algo que preocupa a cualquiera.
San José sigue liderando el ranking de accidentes con más de 13 mil lesionados, seguido por Alajuela con casi siete mil y Limón cerrando con más de cuatro mil. Claramente, necesitamos ponerle lomo a esta situación. No es suficiente con gritarles a los conductores que manejen con cuidado; hay que hacer campañas efectivas y sanciones claras para quienes infringen las normas de tránsito. Porque, diay, así no vamos a llegar a ningún lado.
Sídney Viales, jefe de la Dirección de Seguros Obligatorios del INS, puso pa’lante que estos incidentes no solo dejan pérdidas económicas, sino también marcas profundas en las familias afectadas. Una frase que nos toca el corazón, porque detrás de cada estadística hay una historia de dolor y sufrimiento. Señala que la seguridad vial es tarea de todos, y con él estoy totalmente de acuerdo, mi clave. No podemos andar pensando que el problema se resuelve solo.
Para atender todas estas emergencias, el INS ya ha invertido más de 51 mil millones de colones hasta setiembre. ¡Imagínate cuánto costará al final del año! Eso sí que es una vara alta, y nos demuestra la magnitud del problema. Hay que buscar alternativas para reducir costos, pero sin sacrificar la calidad de la atención. Quizás invirtiendo en educación vial desde temprana edad, ¿no?
En fin, esta realidad nos invita a reflexionar sobre nuestra forma de conducir y a tomar conciencia de los riesgos que enfrentamos en nuestras calles y carreteras. La pregunta que me dejo ahora es: ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos de conducción para proteger nuestras vidas y las de los demás? ¿Qué medidas crees que podrían implementarse para reducir significativamente el número de accidentes de tránsito protagonizados por motociclistas en Costa Rica?
Y ni hablar, porque esto no es novedad. Estamos hablando de casi cuatro mil casos más que el año pasado, lo cual pinta feo, muy feo. Parece que algo tenemos que cambiar, mi clave, porque la cosa va de mal en peor. Lo peor de todo es que las provincias que encabezan la lista de lesionados –San José, Alajuela y Limón– son las que más movimiento tienen, ¿qué se esperaban?
Según el INS, marzo, agosto y septiembre fueron los meses más críticos. Imagínate el estrés que eso debe haber causado a los trabajadores del seguro, atendiendo emergencia tras emergencia. Pero ahí hay un dato interesante: a 2.718 motociclistas se les duplicó la cobertura del Seguro Obligatorio para Vehículos Automotores (SOA). Esto gracias a la póliza “Más Protección” que cuesta unos colones al año, y que puede salvarte la piel en caso de un choque.
Ahora bien, no todos tuvieron suerte. Hubo 349 conductores sin seguro, 66 menores de edad poniéndose en riesgo (¡chiquillos, cuidado!) y 15 personas en riesgo vital, obligando a ampliar la cobertura para garantizar su atención médica. ¡Pura sal, la verdad! Que los jóvenes se metan en esos bretes sin tener la debida precaución y sin estar seguros, es algo que preocupa a cualquiera.
San José sigue liderando el ranking de accidentes con más de 13 mil lesionados, seguido por Alajuela con casi siete mil y Limón cerrando con más de cuatro mil. Claramente, necesitamos ponerle lomo a esta situación. No es suficiente con gritarles a los conductores que manejen con cuidado; hay que hacer campañas efectivas y sanciones claras para quienes infringen las normas de tránsito. Porque, diay, así no vamos a llegar a ningún lado.
Sídney Viales, jefe de la Dirección de Seguros Obligatorios del INS, puso pa’lante que estos incidentes no solo dejan pérdidas económicas, sino también marcas profundas en las familias afectadas. Una frase que nos toca el corazón, porque detrás de cada estadística hay una historia de dolor y sufrimiento. Señala que la seguridad vial es tarea de todos, y con él estoy totalmente de acuerdo, mi clave. No podemos andar pensando que el problema se resuelve solo.
Para atender todas estas emergencias, el INS ya ha invertido más de 51 mil millones de colones hasta setiembre. ¡Imagínate cuánto costará al final del año! Eso sí que es una vara alta, y nos demuestra la magnitud del problema. Hay que buscar alternativas para reducir costos, pero sin sacrificar la calidad de la atención. Quizás invirtiendo en educación vial desde temprana edad, ¿no?
En fin, esta realidad nos invita a reflexionar sobre nuestra forma de conducir y a tomar conciencia de los riesgos que enfrentamos en nuestras calles y carreteras. La pregunta que me dejo ahora es: ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos de conducción para proteger nuestras vidas y las de los demás? ¿Qué medidas crees que podrían implementarse para reducir significativamente el número de accidentes de tránsito protagonizados por motociclistas en Costa Rica?