¡Aguántense un momentito, pura vida! Resulta que el Ministerio de Salud nos mandó un buen susto hoy, pues avisaron que encontraron listeria en algunos muslitos de pollo cocidos de Pollo Rey. ¡Imagínate la bronca! Parece que salió un lote defectuoso y ahora toca correr la voz para que nadie se agarre una intoxicación.
La movida empezó con unos controles de rutina en varios súper del país. Ahí le dieron al lote 2508250101, con el registro B-45301 (GT-B.45301), que vence en mayo del año que viene. Según dicen, los técnicos del INCIENSA – esos cracks del laboratorio – fueron quienes descubrieron la baboseada, encontrando la bacteria Listeria monocytogenes. ¡Una verdadera torta!
¿Y qué significa esto, mae? Pues que este tipo de bacteria puede causarte cosas feas, especialmente si estás embarazada, eres adulto mayor o tienes el sistema inmunológico flojo. No queremos que nadie termine en el hospital, diay.
Los síntomas típicos son diarrea, fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares. Pura calamidad, vamos. Por eso, la recomendación oficial es simple: ¡tíralo a la basura o llévalo de vuelta al lugar donde lo compraste! No te quedes con él pensando que “no pasa nada”. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Ahora, lo bueno es que el Ministerio de Salud está chambeando a toda máquina para retirar este lote del mercado. Están coordinándose con los lugares donde se vende, con el importador y con el Senasa, para que esta vare se solucione lo más pronto posible. ¡Que no se les escape, eh!
Pero ojo, gente, esto nos pone los pelos de punta, ¿no creen? Nos recuerda que hay que estar siempre pendientes de la calidad de los alimentos que consumimos. Aunque confíes en la marca, nunca está de más echarle un ojo a las fechas de vencimiento y a cualquier aviso que salga en los medios. ¡Más vale prevenir que andar corriendo al médico!
Algunos expertos señalan que este tipo de situaciones, aunque lamentables, son parte del proceso de control de calidad alimentaria. Que estos controles sirven para detectar problemas antes de que afecten a gran parte de la población. Pero, claro, eso no quita la bronca que da saber que pudiste haber comprado un producto contaminado. Ahora, muchas marcas deberían tomar cartas en el asunto e invertir más en garantizar la seguridad alimentaria, porque esto afecta la confianza del público, y eso no tiene precio.
En fin, amigos, queda la reflexión: ¿deberían ser más estrictos los controles sanitarios en las plantas procesadoras de alimentos, o creen que la responsabilidad recae principalmente en los consumidores para verificar la calidad de lo que compramos? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios! Un abrazo grande y cuídense mucho, mi gente.
La movida empezó con unos controles de rutina en varios súper del país. Ahí le dieron al lote 2508250101, con el registro B-45301 (GT-B.45301), que vence en mayo del año que viene. Según dicen, los técnicos del INCIENSA – esos cracks del laboratorio – fueron quienes descubrieron la baboseada, encontrando la bacteria Listeria monocytogenes. ¡Una verdadera torta!
¿Y qué significa esto, mae? Pues que este tipo de bacteria puede causarte cosas feas, especialmente si estás embarazada, eres adulto mayor o tienes el sistema inmunológico flojo. No queremos que nadie termine en el hospital, diay.
Los síntomas típicos son diarrea, fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares. Pura calamidad, vamos. Por eso, la recomendación oficial es simple: ¡tíralo a la basura o llévalo de vuelta al lugar donde lo compraste! No te quedes con él pensando que “no pasa nada”. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Ahora, lo bueno es que el Ministerio de Salud está chambeando a toda máquina para retirar este lote del mercado. Están coordinándose con los lugares donde se vende, con el importador y con el Senasa, para que esta vare se solucione lo más pronto posible. ¡Que no se les escape, eh!
Pero ojo, gente, esto nos pone los pelos de punta, ¿no creen? Nos recuerda que hay que estar siempre pendientes de la calidad de los alimentos que consumimos. Aunque confíes en la marca, nunca está de más echarle un ojo a las fechas de vencimiento y a cualquier aviso que salga en los medios. ¡Más vale prevenir que andar corriendo al médico!
Algunos expertos señalan que este tipo de situaciones, aunque lamentables, son parte del proceso de control de calidad alimentaria. Que estos controles sirven para detectar problemas antes de que afecten a gran parte de la población. Pero, claro, eso no quita la bronca que da saber que pudiste haber comprado un producto contaminado. Ahora, muchas marcas deberían tomar cartas en el asunto e invertir más en garantizar la seguridad alimentaria, porque esto afecta la confianza del público, y eso no tiene precio.
En fin, amigos, queda la reflexión: ¿deberían ser más estrictos los controles sanitarios en las plantas procesadoras de alimentos, o creen que la responsabilidad recae principalmente en los consumidores para verificar la calidad de lo que compramos? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios! Un abrazo grande y cuídense mucho, mi gente.