¡Qué torta este lío con el agua en Naranjo, diay! Resulta que el gobierno, con la AyA metida en el brete, decidió conectar el servicio de agua al condominio La Esperanza, pasándose por encima de la Municipalidad. Parece novela, pero esto está afectando a todo el cantón y tiene a los diputados alza la ceja.
Todo empezó porque el proyecto habitacional, que pretende beneficiar a 120 familias, necesitaba agua para poder avanzar. Según el gobierno, era el único detalle pendiente para la inauguración, pero parece que hay más cosas bajo la alfombra. La Municipalidad de Naranjo siempre había expresado su preocupación por cómo esta conexión afectaría el suministro general del cantón, especialmente en épocas secas, argumentando que el sistema existente ya estaba al límite.
Las diputadas Montserrat Ruiz (Liberación Nacional), Priscilla Vindas (Frente Amplio) y María Marta Padilla (independiente) no se quedaron calladas. En una conferencia de prensa, destaparon algunas inconsistencias importantes. Denunciaron que el gobierno estaría usando la situación para sacar provecho político, acusándolo de lanzar ‘falsedades e inexactitudes’ para justificar sus acciones. Esto, claro, ha encendido las alarmas en el Foro de Costa Rica y en toda la provincia de Alajuela.
Lo que realmente sacudió a todos fue la aprobación de una moción en la Comisión de Alajuela para investigar a fondo el asunto. Las legisladoras pidieron información detallada a diversas instituciones, buscando aclarar si realmente la situación es tan sencilla como la pinta el gobierno. Ya saben, acá en Costa Rica a veces las apariencias engañan, y detrás de una fachada de progreso puede haber problemas mayores.
Pero la cosa no termina ahí. Las diputadas revelaron datos preocupantes sobre el proyecto La Esperanza. Aparentemente, de las 78 familias que viven en “La Radial,” un asentamiento precario, solo ocho cumplen con los requisitos para mudarse al nuevo condominio. ¿Y las demás? Siguen en la incertidumbre, mientras el gobierno presume de beneficiar a 120 familias. ¡Qué falta de sensibilidad!
Además, descubrieron que el proyecto no estaba listo para ser ocupado. Inspecciones recientes del Ministerio de Salud y los Bomberos encontraron deficiencias graves, incluyendo la falta de señales de emergencia, puertas que no cierran automáticamente y la ausencia de certificación contra incendios. A eso súmale diferencias significativas entre los planos originales y la construcción real, así como la falta de conexión eléctrica – aunque aseguran que eso ya se solucionó hace poco. De verdad, ¡qué despache!
Considerando todo esto, las legisladoras exigen a las autoridades que actualicen las inspecciones y que proporcionen información completa. De lo contrario, advierten, estarían poniendo en riesgo la integridad de las personas que eventualmente habiten el condominio. Y no olvidemos a las familias que no califiquen para el proyecto y que seguirán viviendo en condiciones precarias. ¡Es una injusticia flagrante!
Ahora bien, viendo todo este panorama, me pregunto… ¿Es éticamente correcto priorizar un proyecto habitacional selectivo que deja atrás a muchas familias necesitadas, especialmente cuando existen dudas sobre la seguridad y calidad de la infraestructura? ¿Crees que el gobierno debería reconsiderar su estrategia y enfocarse en soluciones más inclusivas y sostenibles para abordar la problemática de la vivienda en Costa Rica?
Todo empezó porque el proyecto habitacional, que pretende beneficiar a 120 familias, necesitaba agua para poder avanzar. Según el gobierno, era el único detalle pendiente para la inauguración, pero parece que hay más cosas bajo la alfombra. La Municipalidad de Naranjo siempre había expresado su preocupación por cómo esta conexión afectaría el suministro general del cantón, especialmente en épocas secas, argumentando que el sistema existente ya estaba al límite.
Las diputadas Montserrat Ruiz (Liberación Nacional), Priscilla Vindas (Frente Amplio) y María Marta Padilla (independiente) no se quedaron calladas. En una conferencia de prensa, destaparon algunas inconsistencias importantes. Denunciaron que el gobierno estaría usando la situación para sacar provecho político, acusándolo de lanzar ‘falsedades e inexactitudes’ para justificar sus acciones. Esto, claro, ha encendido las alarmas en el Foro de Costa Rica y en toda la provincia de Alajuela.
Lo que realmente sacudió a todos fue la aprobación de una moción en la Comisión de Alajuela para investigar a fondo el asunto. Las legisladoras pidieron información detallada a diversas instituciones, buscando aclarar si realmente la situación es tan sencilla como la pinta el gobierno. Ya saben, acá en Costa Rica a veces las apariencias engañan, y detrás de una fachada de progreso puede haber problemas mayores.
Pero la cosa no termina ahí. Las diputadas revelaron datos preocupantes sobre el proyecto La Esperanza. Aparentemente, de las 78 familias que viven en “La Radial,” un asentamiento precario, solo ocho cumplen con los requisitos para mudarse al nuevo condominio. ¿Y las demás? Siguen en la incertidumbre, mientras el gobierno presume de beneficiar a 120 familias. ¡Qué falta de sensibilidad!
Además, descubrieron que el proyecto no estaba listo para ser ocupado. Inspecciones recientes del Ministerio de Salud y los Bomberos encontraron deficiencias graves, incluyendo la falta de señales de emergencia, puertas que no cierran automáticamente y la ausencia de certificación contra incendios. A eso súmale diferencias significativas entre los planos originales y la construcción real, así como la falta de conexión eléctrica – aunque aseguran que eso ya se solucionó hace poco. De verdad, ¡qué despache!
Considerando todo esto, las legisladoras exigen a las autoridades que actualicen las inspecciones y que proporcionen información completa. De lo contrario, advierten, estarían poniendo en riesgo la integridad de las personas que eventualmente habiten el condominio. Y no olvidemos a las familias que no califiquen para el proyecto y que seguirán viviendo en condiciones precarias. ¡Es una injusticia flagrante!
Ahora bien, viendo todo este panorama, me pregunto… ¿Es éticamente correcto priorizar un proyecto habitacional selectivo que deja atrás a muchas familias necesitadas, especialmente cuando existen dudas sobre la seguridad y calidad de la infraestructura? ¿Crees que el gobierno debería reconsiderar su estrategia y enfocarse en soluciones más inclusivas y sostenibles para abordar la problemática de la vivienda en Costa Rica?