¡Ay, Dios mío! Esto sí que está feo. Parece sacado de una novela negra, pero no, es la realidad que vivimos algunos compañeros. Una banda bien organizada anda robando carros por Heredia y alrededores, pero no se conforman con robarlos, ¡no, señor! También retienen a las personas por horas. El OIJ ya puso manos a la obra, pero la cosa está caliente.
Según nos cuentan desde el Organismo de Investigación Judicial, la banda opera utilizando el método del “baje”, o sea, te jalan en seco, te intimidan con armas y listo, se llevan el carro y a los ocupantes. No es broma, señores, hablamos de situaciones que pueden terminar muy mal. Las autoridades investigan dos casos concretos que ocurrieron entre finales de octubre y principios de noviembre, y ambos dejan una sensación de impotencia.
El primer incidente se reportó en San Rafael de Heredia. Imagínate: varias personas tranquilamente adentro de un vehículo, cuando aparecen estos tipos armados, los amenazan, los meten en la cajuela y los llevan hasta Guápiles, en Limón. Ahí los estuvieron reteniendo por varias horas, ¡por horas!, antes de dejarlos abandonados en otro lugar de San Rafael, sin siquiera llevarse nada más aparte del vehículo. Lo peor es que el carro nunca apareció. Un verdadero susto para esas personas, diay.
Luego vino el caso de Los Cartagos, en Vara Blanca. Un Mercedes-Benz, de esos bien bonitos, con dos hombres y dos mujeres adentro. Se toparon con la banda, quienes también recurrieron a las amenazas con armas de fuego. Los hombres terminaron en la cajuela y las mujeres, aunque no en la cajuela, sí bajo custodia de los criminales. Después de unas cuantas horas de angustia, dejaron a las mujeres en Sarapiquí y a los hombres en San Miguel, libres pero traumatizados.
Lo que hizo que todo saltara a la luz fue un atraco reciente a un repartidor de plataformas en Heredia. La Fuerza Pública los agarró in fraganti y, al identificarlos, le avisaron al OIJ. Entonces, amanecimos con varios allanamientos en Guápiles, incluyendo una vivienda donde encontraron el lujoso Mercedes-Benz involucrado en el caso de Vara Blanca. Al parecer, estos tipo andaban bien organizados, con rutas establecidas y conocimientos logísticos para mantener a las víctimas retenidas sin levantar sospechas.
Los capturados responden a nombres de Navarro, Peralta y Barquero –¡qué apellidos tan comunes!– y enfrentan cargos graves: privación de libertad, robo de vehículo y, lo que es aún más preocupante, abuso sexual contra personas mayores de edad. Esto último, claro, eleva la gravedad de los hechos a un nivel totalmente inaceptable. Todos ya están en manos del Ministerio Público, esperando lo que depare la justicia. ¡Esperemos que los caigan duro!
Ahora bien, lo que más me preocupa de toda esta situación es la vulnerabilidad que sentimos muchos de nosotros cuando estamos circulando por nuestras carreteras. ¿Cómo podemos protegernos de estas bandas que operan con tanta impunidad? Se habla de aumentar la presencia policial, instalar cámaras de seguridad en puntos estratégicos, pero ¿será suficiente? Y ¿cómo evitamos que estas prácticas se extiendan a otras zonas del país?
Hablando en plata, esto nos deja pensando… ¿Estamos realmente seguros en nuestros propios carros? Con tantos robos y atracos a lo largo del territorio nacional, ¿cuáles son las medidas más efectivas que podemos tomar para proteger nuestra integridad y evitar convertirnos en víctimas de estos grupos criminales? Compadritos del foro, ¡díganme qué opinan ustedes!
Según nos cuentan desde el Organismo de Investigación Judicial, la banda opera utilizando el método del “baje”, o sea, te jalan en seco, te intimidan con armas y listo, se llevan el carro y a los ocupantes. No es broma, señores, hablamos de situaciones que pueden terminar muy mal. Las autoridades investigan dos casos concretos que ocurrieron entre finales de octubre y principios de noviembre, y ambos dejan una sensación de impotencia.
El primer incidente se reportó en San Rafael de Heredia. Imagínate: varias personas tranquilamente adentro de un vehículo, cuando aparecen estos tipos armados, los amenazan, los meten en la cajuela y los llevan hasta Guápiles, en Limón. Ahí los estuvieron reteniendo por varias horas, ¡por horas!, antes de dejarlos abandonados en otro lugar de San Rafael, sin siquiera llevarse nada más aparte del vehículo. Lo peor es que el carro nunca apareció. Un verdadero susto para esas personas, diay.
Luego vino el caso de Los Cartagos, en Vara Blanca. Un Mercedes-Benz, de esos bien bonitos, con dos hombres y dos mujeres adentro. Se toparon con la banda, quienes también recurrieron a las amenazas con armas de fuego. Los hombres terminaron en la cajuela y las mujeres, aunque no en la cajuela, sí bajo custodia de los criminales. Después de unas cuantas horas de angustia, dejaron a las mujeres en Sarapiquí y a los hombres en San Miguel, libres pero traumatizados.
Lo que hizo que todo saltara a la luz fue un atraco reciente a un repartidor de plataformas en Heredia. La Fuerza Pública los agarró in fraganti y, al identificarlos, le avisaron al OIJ. Entonces, amanecimos con varios allanamientos en Guápiles, incluyendo una vivienda donde encontraron el lujoso Mercedes-Benz involucrado en el caso de Vara Blanca. Al parecer, estos tipo andaban bien organizados, con rutas establecidas y conocimientos logísticos para mantener a las víctimas retenidas sin levantar sospechas.
Los capturados responden a nombres de Navarro, Peralta y Barquero –¡qué apellidos tan comunes!– y enfrentan cargos graves: privación de libertad, robo de vehículo y, lo que es aún más preocupante, abuso sexual contra personas mayores de edad. Esto último, claro, eleva la gravedad de los hechos a un nivel totalmente inaceptable. Todos ya están en manos del Ministerio Público, esperando lo que depare la justicia. ¡Esperemos que los caigan duro!
Ahora bien, lo que más me preocupa de toda esta situación es la vulnerabilidad que sentimos muchos de nosotros cuando estamos circulando por nuestras carreteras. ¿Cómo podemos protegernos de estas bandas que operan con tanta impunidad? Se habla de aumentar la presencia policial, instalar cámaras de seguridad en puntos estratégicos, pero ¿será suficiente? Y ¿cómo evitamos que estas prácticas se extiendan a otras zonas del país?
Hablando en plata, esto nos deja pensando… ¿Estamos realmente seguros en nuestros propios carros? Con tantos robos y atracos a lo largo del territorio nacional, ¿cuáles son las medidas más efectivas que podemos tomar para proteger nuestra integridad y evitar convertirnos en víctimas de estos grupos criminales? Compadritos del foro, ¡díganme qué opinan ustedes!