¡Qué bronca la que se armó, raza! Desde octubre del 2024, Sugeval le puso lupa al Banco de Costa Rica (BCR) y a su filial, BCR SAFI, pidiéndoles un plan pa’ ponerle chinches al lío del fondo inmobiliario. Un negocio turbio del 2020 ha dejado a miles de inversionistas raspándose la cabeza y preguntándose qué pasó con sus billetes.
La jugada original fue así: BCR SAFI gastó 70 millones de dólares, plata de nosotros los inversionistas, en comprar una propiedad. Pero resulta que, unos añitos después, los avalúos gritaron hasta el cielo: ¡el terrenito valía cerca de 34,7 millones! La compra, encima, se hizo a una empresa conectadísima con un exparlamentario conocido como Humberto Vargas Corrales. ¡Una vara bien complicada!
El BCR y BCR SAFI, lejos de aceptar la papa quemada, han andado batallando pa’ esquivar la orden de Sugeval. Primero, trataron de hacerlo por la puerta trasera, en la vía administrativa. Luego, fueron a los tribunales, pero ahí tampoco encontraron eco. Pareciera que el juez no anda con rodeos y quiere que cumplan lo que les toca.
Y ahora llegó el golpe maestro: el juez Alcevith Godínez Prado les dijo un claro “no pueden”. Advirtió que si le daban largas al asunto, se causaría una “lesión grave al interés público”. ¡Imagínate, un juez poniendo freno a las acciones del BCR! Algo nunca visto, diay.
Según el señor juez, el BCR y BCR SAFI no presentaron pruebas sólidas de que tenían toda la razón, ni tampoco demostraron que ellos iban a salir más perjudicados que nosotros, los inversionistas. En pocas palabras, el juez piensa que proteger nuestros intereses es más importante que salvar la cara a estas instituciones. ¡Un aplauso pa' él!
Pero eso no es todo. El juez también sentenció que darle la razón al BCR comprometería la labor de Sugeval, limitando su capacidad de fiscalización. Añadió que aprobar esa medida pondría en riesgo la transparencia, la confianza y la disciplina del mercado financiero. ¡Menuda responsabilidad!
Rodrigo Alberto Carazo, vocero de los inversionistas afectados, celebró la decisión del tribunal. Dijo que este fallo es un paso importantísimo para recuperar lo perdido y buscar que los responsables rindan cuentas. De hecho, ya hay una investigación en curso por un presunto delito de sobreprecio. Aunque los diputados ya intentaron investigar el tema, la dejaron inconclusa… ¡qué lata!
Ahora, el BCR dice que su equipo legal está estudiando la sentencia para ver qué hacer. Nosotros, los inversionistas, estamos cruzando los dedos esperando que esto marche bien y podamos recuperar nuestro dinerito. ¡Esperemos que no se jalen otra torta! Dime, tú ¿crees que el Estado debería asumir la responsabilidad de resarcir los daños económicos causados a los inversionistas por la gestión del BCR y BCR SAFI?
La jugada original fue así: BCR SAFI gastó 70 millones de dólares, plata de nosotros los inversionistas, en comprar una propiedad. Pero resulta que, unos añitos después, los avalúos gritaron hasta el cielo: ¡el terrenito valía cerca de 34,7 millones! La compra, encima, se hizo a una empresa conectadísima con un exparlamentario conocido como Humberto Vargas Corrales. ¡Una vara bien complicada!
El BCR y BCR SAFI, lejos de aceptar la papa quemada, han andado batallando pa’ esquivar la orden de Sugeval. Primero, trataron de hacerlo por la puerta trasera, en la vía administrativa. Luego, fueron a los tribunales, pero ahí tampoco encontraron eco. Pareciera que el juez no anda con rodeos y quiere que cumplan lo que les toca.
Y ahora llegó el golpe maestro: el juez Alcevith Godínez Prado les dijo un claro “no pueden”. Advirtió que si le daban largas al asunto, se causaría una “lesión grave al interés público”. ¡Imagínate, un juez poniendo freno a las acciones del BCR! Algo nunca visto, diay.
Según el señor juez, el BCR y BCR SAFI no presentaron pruebas sólidas de que tenían toda la razón, ni tampoco demostraron que ellos iban a salir más perjudicados que nosotros, los inversionistas. En pocas palabras, el juez piensa que proteger nuestros intereses es más importante que salvar la cara a estas instituciones. ¡Un aplauso pa' él!
Pero eso no es todo. El juez también sentenció que darle la razón al BCR comprometería la labor de Sugeval, limitando su capacidad de fiscalización. Añadió que aprobar esa medida pondría en riesgo la transparencia, la confianza y la disciplina del mercado financiero. ¡Menuda responsabilidad!
Rodrigo Alberto Carazo, vocero de los inversionistas afectados, celebró la decisión del tribunal. Dijo que este fallo es un paso importantísimo para recuperar lo perdido y buscar que los responsables rindan cuentas. De hecho, ya hay una investigación en curso por un presunto delito de sobreprecio. Aunque los diputados ya intentaron investigar el tema, la dejaron inconclusa… ¡qué lata!
Ahora, el BCR dice que su equipo legal está estudiando la sentencia para ver qué hacer. Nosotros, los inversionistas, estamos cruzando los dedos esperando que esto marche bien y podamos recuperar nuestro dinerito. ¡Esperemos que no se jalen otra torta! Dime, tú ¿crees que el Estado debería asumir la responsabilidad de resarcir los daños económicos causados a los inversionistas por la gestión del BCR y BCR SAFI?