¡Ay, Dios mío! Parece que estamos metidos en un brete bastante serio con el tema del bullying en nuestras escuelas. No es cuento, amigos, la situación está pegándose cada vez más y los números lo confirman. Según el MEP, ya van 714 denuncias este año, y eso sí que da qué pensar. La verdad, esto me pone los pelos de punta, porque afecta directamente a los más peques.
La psicóloga Ingrid Naranjo, una pata dura en temas de prevención de violencias, ha soltado la bomba: los protocolos del Ministerio de Educación Pública (MEP) están cortos de feria. Dice que le faltan profesionales en psicología para darle el seguimiento adecuado a los niños que sufren estas situaciones. ¡Qué torta! Porque claro, los protocolos existen, pero no están funcionando como deberían, dejando a muchos chiquitos en indefensión emocional. Esto, diay, es preocupante.
Y no se trata solo de la víctima, ¡eh! También los agresores y los testigos necesitan ayuda. Naranjo explica que todos los involucrados en esta dinámica –víctima, agresor y cómplice– requieren intervención profesional. Imagínense, a veces los que presencian el bullying se quedan callados por miedo o vergüenza, y eso también les hace daño. Todos salen lastimados en esta vaina, y eso no es sano.
Lo que más me preocupa es la falta de atención emocional. Que los niños regresen a clase después de una situación de bullying y nadie les preste atención, es como si nada. ¡Qué sal! ¿Cómo esperan que superen esa experiencia traumática si no tienen el apoyo necesario? Esto lleva a una revictimización, donde el niño vuelve a sentir el dolor y la inseguridad una y otra vez.
Naranjo plantea una reestructuración total de los protocolos del MEP. Lo que hacen ahora es enfocarse en castigos y traslados de aula, pero eso no soluciona el problema de fondo. Debe tratarse la salud mental, ¡por favor! El protocolo actual, según ella, atiende la conducta, pero ignora las secuelas emocionales que dejan las violencias. ¡Qué despiche! Necesitamos cambiar el chip y ponerle atención a esto.
Sería bueno que los colegios se conviertieran en espacios seguros donde los niños se sientan libres de expresar sus emociones. Lugares donde puedan hablar de lo que les pasa, sin temor a ser juzgados o ridiculizados. Para lograrlo, necesitamos profesionales capacitados en prevención, empatía y gestión emocional. Invierte en esto, MEP, ¡porque nuestros hijos lo merecen!
Y ojo, esto no es culpa exclusiva del Ministerio. Padres de familia, maestros, directores… todos tenemos responsabilidad en este asunto. Tenemos que estar pendientes de nuestros hijos, escucharlos, brindarles apoyo emocional. Además, hay que fomentar valores como el respeto, la tolerancia y la empatía desde casa y en la escuela. ¡Eso es clave! Si queremos erradicar el bullying, necesitamos un esfuerzo conjunto, una movida grande de todos.
En fin, la pregunta que nos queda es: ¿qué podemos hacer nosotros, como sociedad, para proteger a nuestros niños del bullying y garantizar su bienestar emocional? ¿Debería haber más inversión en programas de prevención y apoyo psicológico en las escuelas? ¿Creen que los padres deberíamos involucrarnos más activamente en la vida escolar de nuestros hijos? ¡Compartan sus ideas y experiencias en el foro!
	
		
			
		
		
	
				
			La psicóloga Ingrid Naranjo, una pata dura en temas de prevención de violencias, ha soltado la bomba: los protocolos del Ministerio de Educación Pública (MEP) están cortos de feria. Dice que le faltan profesionales en psicología para darle el seguimiento adecuado a los niños que sufren estas situaciones. ¡Qué torta! Porque claro, los protocolos existen, pero no están funcionando como deberían, dejando a muchos chiquitos en indefensión emocional. Esto, diay, es preocupante.
Y no se trata solo de la víctima, ¡eh! También los agresores y los testigos necesitan ayuda. Naranjo explica que todos los involucrados en esta dinámica –víctima, agresor y cómplice– requieren intervención profesional. Imagínense, a veces los que presencian el bullying se quedan callados por miedo o vergüenza, y eso también les hace daño. Todos salen lastimados en esta vaina, y eso no es sano.
Lo que más me preocupa es la falta de atención emocional. Que los niños regresen a clase después de una situación de bullying y nadie les preste atención, es como si nada. ¡Qué sal! ¿Cómo esperan que superen esa experiencia traumática si no tienen el apoyo necesario? Esto lleva a una revictimización, donde el niño vuelve a sentir el dolor y la inseguridad una y otra vez.
Naranjo plantea una reestructuración total de los protocolos del MEP. Lo que hacen ahora es enfocarse en castigos y traslados de aula, pero eso no soluciona el problema de fondo. Debe tratarse la salud mental, ¡por favor! El protocolo actual, según ella, atiende la conducta, pero ignora las secuelas emocionales que dejan las violencias. ¡Qué despiche! Necesitamos cambiar el chip y ponerle atención a esto.
Sería bueno que los colegios se conviertieran en espacios seguros donde los niños se sientan libres de expresar sus emociones. Lugares donde puedan hablar de lo que les pasa, sin temor a ser juzgados o ridiculizados. Para lograrlo, necesitamos profesionales capacitados en prevención, empatía y gestión emocional. Invierte en esto, MEP, ¡porque nuestros hijos lo merecen!
Y ojo, esto no es culpa exclusiva del Ministerio. Padres de familia, maestros, directores… todos tenemos responsabilidad en este asunto. Tenemos que estar pendientes de nuestros hijos, escucharlos, brindarles apoyo emocional. Además, hay que fomentar valores como el respeto, la tolerancia y la empatía desde casa y en la escuela. ¡Eso es clave! Si queremos erradicar el bullying, necesitamos un esfuerzo conjunto, una movida grande de todos.
En fin, la pregunta que nos queda es: ¿qué podemos hacer nosotros, como sociedad, para proteger a nuestros niños del bullying y garantizar su bienestar emocional? ¿Debería haber más inversión en programas de prevención y apoyo psicológico en las escuelas? ¿Creen que los padres deberíamos involucrarnos más activamente en la vida escolar de nuestros hijos? ¡Compartan sus ideas y experiencias en el foro!