¡Ay, Dios mío! Esto de Puerto Caldera parece sacado de novela. La cosa anda tensa, qué torta. Los comerciantes ya están sudando frío porque parece que la licitación para modernizar el puerto se va a ir al traste. Desde la Cámara de Comercio le están echándole presión al INCOP para que agarrenle el rol y saquen un plan de contingencia, antes de que nos quedemos sin puerto, diay.
Como saben, desde hace buen rato se viene hablando de esta licitación. El contrato actual con el operador termina en agosto del 2026, y si no se logra adjudicar el nuevo antes, nos vamos a quedar sin nada. La Contraloría General, esos siempre al pie del caño, recibieron otro recurso de objeción, lo que complica aún más el panorama. Con este ritmo, parece que hasta diciembre podríamos estar atascados con la misma vaina.
Arturo Rosabal, el presidente de la Cámara, no se anduvo con rodeos. Dijo que llevan más de dos años pidiendo un plan de contingencia, pero parece que nadie quiere espabilar. “Instamos al INCOP a presentar, con carácter de urgencia, un plan de acción que nos dé certeza de que la operación del puerto seguirá funcionando”, declaró Rosabal, pa’ que se entiendan. Que no les anden con excusas, que hagan lo que tienen que hacer, chunches.
Pero no solo la Cámara está preocupada. La Auditoría Interna del INCOP también tiró unas cuantas verdades. Según el informe, la junta directiva ni siquiera ha pensado en cómo manejar una prórroga de los contratos actuales. ¡Qué descuido! Parece que están esperando a que se les caiga el cielo encima. Este brete se les viene encima, mae.
Rosabal reconoció los esfuerzos del INCOP para agilizar el proceso, pero añadió que, con tanta objeción y tanto atraso, es fundamental tener un plan B. Que no se confíen, que estén preparados para lo peor. Al final, el que tiene que sufrir somos nosotros, los exportadores, los importadores, todos los que dependemos de ese puerto. Que no nos armen macanas, por favor.
Muchos analistas dicen que el problema radica en el pliego de condiciones, que puede haber sido demasiado ambicioso o poco claro. Otros señalan que la competencia entre las empresas interesadas es muy fuerte y que eso genera conflictos y demoras. Lo cierto es que la incertidumbre está afectando la confianza del sector privado, y eso no es bueno para la economía del país. ¿Será que alguien está jugando sucio?
Es importante recordar que Puerto Caldera es uno de los principales motores económicos del país. A través de él pasan gran parte de nuestras exportaciones e importaciones. Un problema en el puerto significa un problema para toda la economía nacional. No podemos permitirnos ese lujo, qué carga sería. Hay que ponerle pausa, ir con calma, pero avanzar, y rápido. Y vaya que hay mucho en juego, pues se habla de inversiones millonarias que pueden impulsar el desarrollo del país.
Así que ahí lo tienen, mi gente: Puerto Caldera en la cuerda floja. La pelota está en el techo del INCOP. Ahora, me pregunto: ¿Creen que el INCOP logrará sacar un plan de contingencia a tiempo y evitar una crisis en el puerto, o estamos condenados a ver cómo este importante motor económico se va al traste? Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes de este lío!
Como saben, desde hace buen rato se viene hablando de esta licitación. El contrato actual con el operador termina en agosto del 2026, y si no se logra adjudicar el nuevo antes, nos vamos a quedar sin nada. La Contraloría General, esos siempre al pie del caño, recibieron otro recurso de objeción, lo que complica aún más el panorama. Con este ritmo, parece que hasta diciembre podríamos estar atascados con la misma vaina.
Arturo Rosabal, el presidente de la Cámara, no se anduvo con rodeos. Dijo que llevan más de dos años pidiendo un plan de contingencia, pero parece que nadie quiere espabilar. “Instamos al INCOP a presentar, con carácter de urgencia, un plan de acción que nos dé certeza de que la operación del puerto seguirá funcionando”, declaró Rosabal, pa’ que se entiendan. Que no les anden con excusas, que hagan lo que tienen que hacer, chunches.
Pero no solo la Cámara está preocupada. La Auditoría Interna del INCOP también tiró unas cuantas verdades. Según el informe, la junta directiva ni siquiera ha pensado en cómo manejar una prórroga de los contratos actuales. ¡Qué descuido! Parece que están esperando a que se les caiga el cielo encima. Este brete se les viene encima, mae.
Rosabal reconoció los esfuerzos del INCOP para agilizar el proceso, pero añadió que, con tanta objeción y tanto atraso, es fundamental tener un plan B. Que no se confíen, que estén preparados para lo peor. Al final, el que tiene que sufrir somos nosotros, los exportadores, los importadores, todos los que dependemos de ese puerto. Que no nos armen macanas, por favor.
Muchos analistas dicen que el problema radica en el pliego de condiciones, que puede haber sido demasiado ambicioso o poco claro. Otros señalan que la competencia entre las empresas interesadas es muy fuerte y que eso genera conflictos y demoras. Lo cierto es que la incertidumbre está afectando la confianza del sector privado, y eso no es bueno para la economía del país. ¿Será que alguien está jugando sucio?
Es importante recordar que Puerto Caldera es uno de los principales motores económicos del país. A través de él pasan gran parte de nuestras exportaciones e importaciones. Un problema en el puerto significa un problema para toda la economía nacional. No podemos permitirnos ese lujo, qué carga sería. Hay que ponerle pausa, ir con calma, pero avanzar, y rápido. Y vaya que hay mucho en juego, pues se habla de inversiones millonarias que pueden impulsar el desarrollo del país.
Así que ahí lo tienen, mi gente: Puerto Caldera en la cuerda floja. La pelota está en el techo del INCOP. Ahora, me pregunto: ¿Creen que el INCOP logrará sacar un plan de contingencia a tiempo y evitar una crisis en el puerto, o estamos condenados a ver cómo este importante motor económico se va al traste? Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes de este lío!