¡Ay, Dios mío! Así nos agarró este miércoles. La Ruta de Cambronero, esa que tanto sufrimos los que vamos pa'l Pacífico, va a estar cerrada por un mes completo. Sí, un mes entero. Imagínate la bronca, el rollo… Parece que el gobierno se espabiló con el tema del puente temporal, pero la verdad es que estamos todos con la mosca detrás de la oreja.
Todo empezó con las lluvias torrenciales del fin de semana pasado, esas que dejan a Costa Rica hecha puré año tras año. En el kilómetro 71 de la Ruta Nacional 1, el río se tragó un buen tramo de la carretera, dejándola prácticamente inhabitable. Ahora, toca armar un puente modular, pero eso lleva su tiempo, mándale. Dicen que los trabajos están dentro de los contratos de conservación vial del Conavi, así que aparentemente no hay nada raro ahí, pero nunca se sabe, ¿verdad?
El MOPT, con su calma característica, emitió un comunicado explicando la situación. Dijeron que el puente tardará unas cuatro semanas en montarse y que durante ese tiempo habrá rutas alternativas. Para los carros chicos, por la vía cantonal entre Río Jesús y Piedras Blancas; para los camiones pesados, por la Ruta Nacional 27. Pero, diay, ¿cuánto tiempo extra le vamos a sumar a nuestros viajes? Ya era bastante ir hasta el Pacífico antes, ahora será peor, mi pana.
Lo que preocupa de verdad es la solución definitiva. De qué sirve ponerle un parche ahorita si luego vuelve a pasar lo mismo. El comunicado del MOPT menciona “estudios geotécnicos” para ver qué tipo de intervención se necesita para reparar la calzada permanentemente. Esperemos que esos estudios sean buenos y no nos anden dando largas. Porque la verdad, ya estamos cansados de estos problemas recurrentes en la Ruta de Cambronero.
Y ni hablar del recuerdo amargo de hace dos años. En otro sector de la misma ruta, nueve personas perdieron la vida a causa de otro deslave. Una tragedia horrible que nos demostró lo vulnerables que somos ante la naturaleza. Eso sí duele, mi hermano. Que no se les olvide eso a los que toman decisiones en el MOPT. Hay que aprender de los errores, sino siempre estaremos pagándolo caro.
Ahora, los que vivimos por acá nos preguntamos: ¿Por qué no invierten en sistemas de drenaje más eficientes? ¿Por qué esperar a que llueva a cántaros para empezar a actuar? Se gastan millones en proyectos innecesarios, pero cuando se trata de cuidar nuestras vidas y mantener nuestras carreteras en condiciones decentes, parece que no encuentran el dinero. ¡Qué despache!
En fin, toca agachar la cabeza y aceptar que por un mes tendremos que buscar otras opciones para llegar al Pacífico. Lo único que esperamos es que esta vez sí hagan las cosas bien y que la Ruta de Cambronero tenga un futuro más seguro y confiable. Porque nadie quiere volver a vivir el susto de hace dos años, ni enfrentar cierres inesperados cada vez que llueve. Más vale prevenir que lamentar, dicen por ahí, y vaya que tenemos motivos para decirlo.
Entre tanto, nos queda planear nuestros viajes con anticipación y resignarnos a los embates del tráfico. Pero dime, ¿crees que el gobierno realmente priorizará la seguridad a largo plazo de la Ruta de Cambronero, o simplemente se limitará a ponerle un parche temporal para quedar bien con la gente?
Todo empezó con las lluvias torrenciales del fin de semana pasado, esas que dejan a Costa Rica hecha puré año tras año. En el kilómetro 71 de la Ruta Nacional 1, el río se tragó un buen tramo de la carretera, dejándola prácticamente inhabitable. Ahora, toca armar un puente modular, pero eso lleva su tiempo, mándale. Dicen que los trabajos están dentro de los contratos de conservación vial del Conavi, así que aparentemente no hay nada raro ahí, pero nunca se sabe, ¿verdad?
El MOPT, con su calma característica, emitió un comunicado explicando la situación. Dijeron que el puente tardará unas cuatro semanas en montarse y que durante ese tiempo habrá rutas alternativas. Para los carros chicos, por la vía cantonal entre Río Jesús y Piedras Blancas; para los camiones pesados, por la Ruta Nacional 27. Pero, diay, ¿cuánto tiempo extra le vamos a sumar a nuestros viajes? Ya era bastante ir hasta el Pacífico antes, ahora será peor, mi pana.
Lo que preocupa de verdad es la solución definitiva. De qué sirve ponerle un parche ahorita si luego vuelve a pasar lo mismo. El comunicado del MOPT menciona “estudios geotécnicos” para ver qué tipo de intervención se necesita para reparar la calzada permanentemente. Esperemos que esos estudios sean buenos y no nos anden dando largas. Porque la verdad, ya estamos cansados de estos problemas recurrentes en la Ruta de Cambronero.
Y ni hablar del recuerdo amargo de hace dos años. En otro sector de la misma ruta, nueve personas perdieron la vida a causa de otro deslave. Una tragedia horrible que nos demostró lo vulnerables que somos ante la naturaleza. Eso sí duele, mi hermano. Que no se les olvide eso a los que toman decisiones en el MOPT. Hay que aprender de los errores, sino siempre estaremos pagándolo caro.
Ahora, los que vivimos por acá nos preguntamos: ¿Por qué no invierten en sistemas de drenaje más eficientes? ¿Por qué esperar a que llueva a cántaros para empezar a actuar? Se gastan millones en proyectos innecesarios, pero cuando se trata de cuidar nuestras vidas y mantener nuestras carreteras en condiciones decentes, parece que no encuentran el dinero. ¡Qué despache!
En fin, toca agachar la cabeza y aceptar que por un mes tendremos que buscar otras opciones para llegar al Pacífico. Lo único que esperamos es que esta vez sí hagan las cosas bien y que la Ruta de Cambronero tenga un futuro más seguro y confiable. Porque nadie quiere volver a vivir el susto de hace dos años, ni enfrentar cierres inesperados cada vez que llueve. Más vale prevenir que lamentar, dicen por ahí, y vaya que tenemos motivos para decirlo.
Entre tanto, nos queda planear nuestros viajes con anticipación y resignarnos a los embates del tráfico. Pero dime, ¿crees que el gobierno realmente priorizará la seguridad a largo plazo de la Ruta de Cambronero, o simplemente se limitará a ponerle un parche temporal para quedar bien con la gente?