¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que allá en Estados Unidos, el cierre del gobierno federal sigue causando un maje, y ahora andamos con más de mil doscientos vuelos cancelados. Imagínate el estrés de la gente, tratando de llegar a sus compromisos… ¡una torta!
La situación, como dicen ellos, se puso fea porque la falta de fondos ha dejado sin sueldo a un montón de controladores aéreos y personal de seguridad aeroportuaria. Esto, obviamente, significa que hay menos gente trabajando y menos vuelos pudiendo despegar y aterrizar sin problemas. Un brete, vamos.
Lo peor es que han afectado a aeropuertos importantes como Chicago O’Hare, Atlanta y Denver – esos sí tienen movida constante, mae. También los de Nueva York y California están padeciendo las consecuencias. Lo que me da penita es ver cómo la gente anda preocupada, tratando de averiguar qué pasó con sus vuelos y si van a poder llegar a donde necesitan.
Según nos cuentan desde allá, la situación se hizo más complicada porque el gobierno de Trump mandó a reducir el tráfico aéreo para intentar aliviar la tensión. Pero eso, en lugar de ayudar, solo empeoró las cosas. Una vara complicada la que se armó, diay.
Una señora llamada Elvira Buchi, quien iba a recoger a su hija en LaGuardia, New York, comentó a la AFP que aunque entiende que se reducen los vuelos por seguridad, “nunca debimos haber llegado a esto”. Pobre ella, imagínate estar esperando a alguien y no saber cuándo va a llegar. ¡Qué pena!
Las aerolíneas American Airlines y Delta también han tenido que cancelar vuelos, unas 220 diarias American y alrededor de 170 de Delta. Están ofreciendo a los clientes la opción de cambiar sus boletos o pedir un reembolso, pero eso no quita el fastidio de tener que lidiar con toda esta situación. Hay quienes sugieren comprar boletos en otras líneas aéreas si se necesita viajar urgente; parece un consejo sensato, ¿no creen?
Y claro, justo cuando empieza la temporada alta de viajes, con el Día de los Veteranos y Acción de Gracias acercándose… ¡qué cargada! Se espera que el Senado intente aprobar una medida para reabrir el gobierno, pero hasta ahora no han logrado ponerse de acuerdo. Eso demuestra lo difícil que se pone cuando no hay diálogo y se buscan culpar a los demás. El secretario de Transporte dice que la culpa es de los demócratas, pero eso es de esperar en medio de una pelea así.
Con tanta demora y cancelaciones, la incertidumbre aumenta. Ahora bien, considerando toda esta coyuntura internacional, ¿ustedes creen que el gobierno de Costa Rica debería tomar medidas preventivas ante posibles interrupciones en los vuelos internacionales, o es mejor esperar a que la situación mejore por sí sola?
La situación, como dicen ellos, se puso fea porque la falta de fondos ha dejado sin sueldo a un montón de controladores aéreos y personal de seguridad aeroportuaria. Esto, obviamente, significa que hay menos gente trabajando y menos vuelos pudiendo despegar y aterrizar sin problemas. Un brete, vamos.
Lo peor es que han afectado a aeropuertos importantes como Chicago O’Hare, Atlanta y Denver – esos sí tienen movida constante, mae. También los de Nueva York y California están padeciendo las consecuencias. Lo que me da penita es ver cómo la gente anda preocupada, tratando de averiguar qué pasó con sus vuelos y si van a poder llegar a donde necesitan.
Según nos cuentan desde allá, la situación se hizo más complicada porque el gobierno de Trump mandó a reducir el tráfico aéreo para intentar aliviar la tensión. Pero eso, en lugar de ayudar, solo empeoró las cosas. Una vara complicada la que se armó, diay.
Una señora llamada Elvira Buchi, quien iba a recoger a su hija en LaGuardia, New York, comentó a la AFP que aunque entiende que se reducen los vuelos por seguridad, “nunca debimos haber llegado a esto”. Pobre ella, imagínate estar esperando a alguien y no saber cuándo va a llegar. ¡Qué pena!
Las aerolíneas American Airlines y Delta también han tenido que cancelar vuelos, unas 220 diarias American y alrededor de 170 de Delta. Están ofreciendo a los clientes la opción de cambiar sus boletos o pedir un reembolso, pero eso no quita el fastidio de tener que lidiar con toda esta situación. Hay quienes sugieren comprar boletos en otras líneas aéreas si se necesita viajar urgente; parece un consejo sensato, ¿no creen?
Y claro, justo cuando empieza la temporada alta de viajes, con el Día de los Veteranos y Acción de Gracias acercándose… ¡qué cargada! Se espera que el Senado intente aprobar una medida para reabrir el gobierno, pero hasta ahora no han logrado ponerse de acuerdo. Eso demuestra lo difícil que se pone cuando no hay diálogo y se buscan culpar a los demás. El secretario de Transporte dice que la culpa es de los demócratas, pero eso es de esperar en medio de una pelea así.
Con tanta demora y cancelaciones, la incertidumbre aumenta. Ahora bien, considerando toda esta coyuntura internacional, ¿ustedes creen que el gobierno de Costa Rica debería tomar medidas preventivas ante posibles interrupciones en los vuelos internacionales, o es mejor esperar a que la situación mejore por sí sola?