¡Ay, Dios mío! Imagínate esto: estás tranquilamente tomando tu café de la tarde, escuchando a Radio Reloj, y de pronto... ¡boom! El cielo se pone más oscuro que la noche cerrada. Así amanecimos ayer en Cartago, compa. Un espectáculo que parecía sacado de Terminator, pero acá mismo, en nuestro querido país.
Fue alrededor de la 1:30 de la tarde cuando el sol decidió tomarse unas largas vacaciones, dejando a medio Cartago en completa penumbra. La gente empezó a comentar, algunos pensando que era el fin del mundo, otros buscando palitos de agua porque, claro, si hay cosas raras, ¡palito va! Vecinos de Los Ángeles, Tejar, Guadalupe y hasta allá lejitos de Taras, estaban viendo salir el atardecer a plena luz del día.
Y ni hablar de las fotos y videos que anduvieron volando en WhatsApp y Facebook. Puro '¿Ustedes ven esto?' y '¡Qué barbaridad!' Las redes explotaron, compa, porque esto no es diario. La gente estaba confundidísima, unos creyendo que había apagón, otros pensando en aliens… ¡de todo!
Pues resulta que, según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) – esos siempre listos – todo se debió a un sistema de nubosidad bien potente, traído por la Zona de Convergencia Intertropical, que anda causando estragos por todo el país. Dicen que esa vaina junta humedad y calor, y pum, te da tormentas, vientos fuertes y lluvia a mares. Un verdadero brete, vamos.
Un meteorólogo del IMN me explicó que se formó una nube enorme, vertical, que bloqueó toda la luz solar. “Hubo mucha actividad convectiva en la zona”, dijo él, usando esas palabras técnicas que a veces uno no entiende muy bien, pero bueno, básicamente eso quiere decir que el aire caliente subió rapidísimo y formó esa nube gigante que nos tapó el sol.
Imagínate la reacción de la gente. Algunos vecinos encendieron las luces de sus casas y negocios, pensando que se había ido la luz. Otros, simplemente, se quedaron mirando al cielo con la boca abierta. En los mercados y pulperías, la conversación iba de largo sobre qué demonios estaba pasando. “Esto sí que no se veía venir”, decían por ahí. Fue un momentito de pura incertidumbre y sorpresa generalizada.
Pero ojo, que a pesar del susto, no hubo mayores problemas. No se reportaron emergencias, ni inundaciones, ni deslizamientos. Afortunadamente, todo duró poco tiempo. Después de unos quince minutos, el sol decidió volver a aparecer tímidamente, como queriendo disculparse por la tardanza. Pero la imagen quedó grabada en la memoria de todos los cartagineses, eso seguro. Ahora nomás les queda contarle a los nietos cómo se fue a negra el cielo de Cartago a mediodía.
Definitivamente, este episodio nos recordó que octubre es famoso por sus aguaceros y sorpresas climáticas. Las autoridades insisten en mantener la calma y estar alerta ante posibles riesgos, pero la verdad es que, a pesar del susto, este evento dejó muchas historias y anécdotas para contar. Entonces, dime, diay, ¿tú qué opinas? ¿Te imaginabas algo así ocurriendo en pleno Cartago, o pensabas que estas cosas solo pasaban en películas?
Fue alrededor de la 1:30 de la tarde cuando el sol decidió tomarse unas largas vacaciones, dejando a medio Cartago en completa penumbra. La gente empezó a comentar, algunos pensando que era el fin del mundo, otros buscando palitos de agua porque, claro, si hay cosas raras, ¡palito va! Vecinos de Los Ángeles, Tejar, Guadalupe y hasta allá lejitos de Taras, estaban viendo salir el atardecer a plena luz del día.
Y ni hablar de las fotos y videos que anduvieron volando en WhatsApp y Facebook. Puro '¿Ustedes ven esto?' y '¡Qué barbaridad!' Las redes explotaron, compa, porque esto no es diario. La gente estaba confundidísima, unos creyendo que había apagón, otros pensando en aliens… ¡de todo!
Pues resulta que, según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) – esos siempre listos – todo se debió a un sistema de nubosidad bien potente, traído por la Zona de Convergencia Intertropical, que anda causando estragos por todo el país. Dicen que esa vaina junta humedad y calor, y pum, te da tormentas, vientos fuertes y lluvia a mares. Un verdadero brete, vamos.
Un meteorólogo del IMN me explicó que se formó una nube enorme, vertical, que bloqueó toda la luz solar. “Hubo mucha actividad convectiva en la zona”, dijo él, usando esas palabras técnicas que a veces uno no entiende muy bien, pero bueno, básicamente eso quiere decir que el aire caliente subió rapidísimo y formó esa nube gigante que nos tapó el sol.
Imagínate la reacción de la gente. Algunos vecinos encendieron las luces de sus casas y negocios, pensando que se había ido la luz. Otros, simplemente, se quedaron mirando al cielo con la boca abierta. En los mercados y pulperías, la conversación iba de largo sobre qué demonios estaba pasando. “Esto sí que no se veía venir”, decían por ahí. Fue un momentito de pura incertidumbre y sorpresa generalizada.
Pero ojo, que a pesar del susto, no hubo mayores problemas. No se reportaron emergencias, ni inundaciones, ni deslizamientos. Afortunadamente, todo duró poco tiempo. Después de unos quince minutos, el sol decidió volver a aparecer tímidamente, como queriendo disculparse por la tardanza. Pero la imagen quedó grabada en la memoria de todos los cartagineses, eso seguro. Ahora nomás les queda contarle a los nietos cómo se fue a negra el cielo de Cartago a mediodía.
Definitivamente, este episodio nos recordó que octubre es famoso por sus aguaceros y sorpresas climáticas. Las autoridades insisten en mantener la calma y estar alerta ante posibles riesgos, pero la verdad es que, a pesar del susto, este evento dejó muchas historias y anécdotas para contar. Entonces, dime, diay, ¿tú qué opinas? ¿Te imaginabas algo así ocurriendo en pleno Cartago, o pensabas que estas cosas solo pasaban en películas?
