¡Ay, papá! La bronca con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) sigue candela, porque parece que el gobierno se quiere ir al traste con la deuda que le deben a la institución. Según un informe de la Auditoría Interna, pa' 2026 van a echarle apenas el 1.9% de los ₡4.4 billones que le deben, ¡una verdadera torta!
Esto significa que, de esos ₡4.4 billones, el gobierno va a aportar unos míseros ₡85 mil millones. Imagínate, ¡casi nada! Y eso, según los auditores, pone en jaque hasta el pago de los aguinaldos de los trabajadores de la Caja y el funcionamiento normal de los servicios de salud y pensiones. ¡Qué sal!
Olger Sánchez, el auditor encargado del estudio, no se anduvo con rodeos. Dijo que esta brecha presupuestaria es una limitación enorme para que la CCSS recupere sus recursos y que esto solo empeorará la situación el próximo año. Lo que quiere decir, mae, es que la Caja seguirá ahogada y los usuarios podrían sentirlo en sus bolsillos.
Y para rematar, la relación entre el gobierno, liderado por Don Rodrigo Chaves, y la CCSS ha sido más tensa que un gueguense en temporada seca. Tanto él como su exministro de Hacienda, Nogui Acosta, han dicho abiertamente que no les interesa mucho pagar la deuda completa. Llegaron a llamar a la CCSS “estafa” o “sistema Ponzi”, ¡qué cargón! Parece que quieren lavarse las manos.
Pero la cosa se complica aún más porque hay diferencias significativas en los montos de la deuda. La CCSS dice que le deben ₡4.4 billones, mientras que el gobierno argumenta que son solo ₡3.24 billones menos. Dicen que es por diferentes métodos de cálculo, pero huele a estrategia para diluir la responsabilidad y postergar una solución real. Diay, qué lío.
Además de todo esto, el informe de auditoría encontró otras señales de alerta en las finanzas de la CCSS. Las cuotas estatales han bajado un 4.26%, y los ingresos por la atención a pensionados han caído un preocupante 16.82%. Así, sin contar que la deuda total ha crecido ₡580 mil millones (¡un 15%!) solo entre mayo del 2024 y mayo del 2025. ¡Menudo brete!
Como si fuera poco, la implementación caótica del nuevo sistema ERP-SAP está impidiendo que la CCSS actualice y facture correctamente la deuda estatal. Según el auditor, los últimos datos confiables datan del 31 de mayo, antes de que entrara en funciones el sistema. “La Gerencia Financiera se encuentra limitada de disponer de información confiable y oportuna para ejercer una gestión cobratoria eficaz”. ¡Imagínate el embrollo! Le dieron un plazo de dos meses para solucionar esto, ¡y ya casi vence! Esperemos que resuelvan esta vara rápido, porque la cosa pinta fea.
En fin, la situación de la CCSS es más seria que un ataque de nervios. Esta falta de compromiso del gobierno, sumada a los problemas técnicos, pone en riesgo la estabilidad del sistema de salud y pensiones en Costa Rica. ¿Será posible encontrar una solución viable a esta crisis, o estamos ante el principio del fin para la Caja? ¿Ustedes creen que el gobierno debería priorizar el pago completo de la deuda a la CCSS, aunque implique ajustes en otros sectores?
Esto significa que, de esos ₡4.4 billones, el gobierno va a aportar unos míseros ₡85 mil millones. Imagínate, ¡casi nada! Y eso, según los auditores, pone en jaque hasta el pago de los aguinaldos de los trabajadores de la Caja y el funcionamiento normal de los servicios de salud y pensiones. ¡Qué sal!
Olger Sánchez, el auditor encargado del estudio, no se anduvo con rodeos. Dijo que esta brecha presupuestaria es una limitación enorme para que la CCSS recupere sus recursos y que esto solo empeorará la situación el próximo año. Lo que quiere decir, mae, es que la Caja seguirá ahogada y los usuarios podrían sentirlo en sus bolsillos.
Y para rematar, la relación entre el gobierno, liderado por Don Rodrigo Chaves, y la CCSS ha sido más tensa que un gueguense en temporada seca. Tanto él como su exministro de Hacienda, Nogui Acosta, han dicho abiertamente que no les interesa mucho pagar la deuda completa. Llegaron a llamar a la CCSS “estafa” o “sistema Ponzi”, ¡qué cargón! Parece que quieren lavarse las manos.
Pero la cosa se complica aún más porque hay diferencias significativas en los montos de la deuda. La CCSS dice que le deben ₡4.4 billones, mientras que el gobierno argumenta que son solo ₡3.24 billones menos. Dicen que es por diferentes métodos de cálculo, pero huele a estrategia para diluir la responsabilidad y postergar una solución real. Diay, qué lío.
Además de todo esto, el informe de auditoría encontró otras señales de alerta en las finanzas de la CCSS. Las cuotas estatales han bajado un 4.26%, y los ingresos por la atención a pensionados han caído un preocupante 16.82%. Así, sin contar que la deuda total ha crecido ₡580 mil millones (¡un 15%!) solo entre mayo del 2024 y mayo del 2025. ¡Menudo brete!
Como si fuera poco, la implementación caótica del nuevo sistema ERP-SAP está impidiendo que la CCSS actualice y facture correctamente la deuda estatal. Según el auditor, los últimos datos confiables datan del 31 de mayo, antes de que entrara en funciones el sistema. “La Gerencia Financiera se encuentra limitada de disponer de información confiable y oportuna para ejercer una gestión cobratoria eficaz”. ¡Imagínate el embrollo! Le dieron un plazo de dos meses para solucionar esto, ¡y ya casi vence! Esperemos que resuelvan esta vara rápido, porque la cosa pinta fea.
En fin, la situación de la CCSS es más seria que un ataque de nervios. Esta falta de compromiso del gobierno, sumada a los problemas técnicos, pone en riesgo la estabilidad del sistema de salud y pensiones en Costa Rica. ¿Será posible encontrar una solución viable a esta crisis, o estamos ante el principio del fin para la Caja? ¿Ustedes creen que el gobierno debería priorizar el pago completo de la deuda a la CCSS, aunque implique ajustes en otros sectores?