Maes, agarren silla porque la novela de Celso Gamboa acaba de sumar otro capítulo de esos que ponen los pelos de punta. ¿Se acuerdan que el exmagistrado estaba quemando sus últimos cartuchos para frenar la extradición a Gringolandia? Bueno, pues la Sala IV le acaba de decir, en buen tico, que nanai. Le rechazaron de plano la última acción de inconstitucionalidad que presentó su defensa. La vara es que con este portazo en la cara, el camino para que lo manden a responder por el presunto delito de tráfico internacional de drogas se ve cada vez más despejado. ¡Qué torta para él!
Diay, ¿y por qué se la batearon tan feo? Aquí es donde el asunto se pone técnico, pero se los resumo para no enredar la pita. Los abogados de Gamboa alegaban que su detención era un despiche, que no tenía fundamento legal y que por ende, todo el trámite de extradición debía irse al traste. Pero los magistrados de la Sala IV, con la Constitución en mano, básicamente les respondieron: "un momento, nuestro brete no es meternos en el fondo de estas varas, sino revisar que el procedimiento se haya hecho bien". O sea, que no se hayan brincado ningún paso legal. Como la defensa no pudo demostrar que hubo un vicio de forma o que se estuvieran violando derechos fundamentales de forma grosera, los magistrados simplemente dijeron: "no hay nada que ver aquí, circulen". Así de crudo.
Para los que andan un poco perdidos, recordemos el panorama completo. Este no es un chunche cualquiera. Estamos hablando de un mae que fue fiscal adjunto, ministro de Seguridad y hasta magistrado de la Sala III. ¡Un pez gordísimo del Poder Judicial! Su caída empezó a sonar con el famoso "Cementazo", pero esta acusación de Estados Unidos es de otro calibre. Que la justicia gringa te pida por un tema tan delicado como el narcotráfico internacional no es un juego. Desde que lo detuvieron, su defensa ha metido recursos de amparo como si no hubiera un mañana, y uno tras otro, se los han ido rechazando. Parece que el hombre está bastante salado, porque el muro legal se le hace cada vez más y más alto.
Y para que la vara se enrede todavía más y parezca sacada de una serie, ¿vieron la noticia de ayer? Mientras la Sala IV le cerraba esta puerta, por otro lado la Fiscalía pedía que lo absolvieran a él, a Johnny Araya y a Berenice Smith por un caso de supuesto tráfico de influencias. ¡Un despiche total! Es el perfecto ejemplo del laberinto judicial en el que vivimos. Por un lado, el Ministerio Público dice que no hay pruebas para condenarlo en un caso local de alto perfil; por el otro, tiene encima a todo el sistema judicial de Estados Unidos y a la Sala IV tica dándole luz verde a su posible extradición. Uno ya no sabe ni qué pensar, es una trama con demasiados giros.
Al final del día, lo que queda claro es que a Celso Gamboa se le están acabando las opciones legales en Costa Rica para evitar ese avión. La sentencia completa de la Sala IV todavía se está redactando, pero el "rechazado de plano" es una señal inequívoca. La pregunta del millón queda en el aire y rebota en las paredes de los pasillos judiciales y en las conversaciones de café. El tiempo corre y las cartas están sobre la mesa. Maes, ahora sí en serio y sin paja, con este panorama... ¿creen que la extradición ya es un hecho inevitable? ¿O se sacará Celso algún otro conejo del sombrero a última hora? ¿Qué opinan ustedes? ¡Los leo en los comentarios!
Diay, ¿y por qué se la batearon tan feo? Aquí es donde el asunto se pone técnico, pero se los resumo para no enredar la pita. Los abogados de Gamboa alegaban que su detención era un despiche, que no tenía fundamento legal y que por ende, todo el trámite de extradición debía irse al traste. Pero los magistrados de la Sala IV, con la Constitución en mano, básicamente les respondieron: "un momento, nuestro brete no es meternos en el fondo de estas varas, sino revisar que el procedimiento se haya hecho bien". O sea, que no se hayan brincado ningún paso legal. Como la defensa no pudo demostrar que hubo un vicio de forma o que se estuvieran violando derechos fundamentales de forma grosera, los magistrados simplemente dijeron: "no hay nada que ver aquí, circulen". Así de crudo.
Para los que andan un poco perdidos, recordemos el panorama completo. Este no es un chunche cualquiera. Estamos hablando de un mae que fue fiscal adjunto, ministro de Seguridad y hasta magistrado de la Sala III. ¡Un pez gordísimo del Poder Judicial! Su caída empezó a sonar con el famoso "Cementazo", pero esta acusación de Estados Unidos es de otro calibre. Que la justicia gringa te pida por un tema tan delicado como el narcotráfico internacional no es un juego. Desde que lo detuvieron, su defensa ha metido recursos de amparo como si no hubiera un mañana, y uno tras otro, se los han ido rechazando. Parece que el hombre está bastante salado, porque el muro legal se le hace cada vez más y más alto.
Y para que la vara se enrede todavía más y parezca sacada de una serie, ¿vieron la noticia de ayer? Mientras la Sala IV le cerraba esta puerta, por otro lado la Fiscalía pedía que lo absolvieran a él, a Johnny Araya y a Berenice Smith por un caso de supuesto tráfico de influencias. ¡Un despiche total! Es el perfecto ejemplo del laberinto judicial en el que vivimos. Por un lado, el Ministerio Público dice que no hay pruebas para condenarlo en un caso local de alto perfil; por el otro, tiene encima a todo el sistema judicial de Estados Unidos y a la Sala IV tica dándole luz verde a su posible extradición. Uno ya no sabe ni qué pensar, es una trama con demasiados giros.
Al final del día, lo que queda claro es que a Celso Gamboa se le están acabando las opciones legales en Costa Rica para evitar ese avión. La sentencia completa de la Sala IV todavía se está redactando, pero el "rechazado de plano" es una señal inequívoca. La pregunta del millón queda en el aire y rebota en las paredes de los pasillos judiciales y en las conversaciones de café. El tiempo corre y las cartas están sobre la mesa. Maes, ahora sí en serio y sin paja, con este panorama... ¿creen que la extradición ya es un hecho inevitable? ¿O se sacará Celso algún otro conejo del sombrero a última hora? ¿Qué opinan ustedes? ¡Los leo en los comentarios!