Ay, Dios mío, qué rollo estamos viviendo. El Presidente Rodrigo Chaves va a tener que sudar la gota gorda este viernes en la Asamblea Legislativa. Tiene que ir a rendir cuentas frente a la Comisión Especial que está viendo si le levantan o no la inmunidad. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ya le puso la lupa encima, y ahora le toca al Congreso decidir si el mae puede seguir tranquilito en Carrizal.
La cosa está que arde porque Chaves enfrenta 15 denuncias de beligerancia política, unas acusaciones bastante fuertes que, de confirmarse, podrían mandarlo directo al banquillo y dejarlo sin poder postularse a ningún cargo público por dos años. Imagínate el revuelo que causaría si le quitan el fuero, sería un golpe durísimo para Pueblo Soberano.
Lo curioso de todo esto es que al presidente no le han puesto un tope de tiempo para defenderse. Así como le pasó en agosto, cuando se presentó ante la otra comisión que investigaba el caso BCIE-Cariñitos, podrá hablar hasta que se le salga el alma por la boca. La diputada Alejandra Larios, quien preside la comisión, dejó claro que van a darle “los tiempos necesarios” bajo los principios de racionalidad y proporcionalidad. Claramente, quieren evitarle a Chaves cualquier señalamiento de atropello procesal, aunque algunos dicen que él se pasará de lanza y hablará sin parar.
Y ni hablar de los abogados. José Miguel Villalobos, el defensor de Chaves, también tendrá vía libre para exponer todos sus argumentos legales. Dicen que el mae es bueno defendiendo, así que la Comisión tendrá que estar bien atenta para no perderse en tecnicismos y detalles que a nosotros, los mortales, nos pueden resultar difíciles de entender. Será un brete descifrar todo el papeleo y las argucias legales, ¡qué sal!
Pero la jugada maestra de Chaves, o quizás no tan maestra, ha sido convocar a sus seguidores a que lo acompañen afuera del Congreso. Hasta está ofreciendo transporte gratis cortesía de Pueblo Soberano. ¡Qué carga!, parece más una manifestación política que una comparecencia formal ante la Asamblea. Obviamente, busca mandar un mensaje de fuerza y mostrar que cuenta con un apoyo popular sólido, aunque algunos critican que está politizando el proceso judicial.
Los miembros de la Comisión –Larios, Daniel Vargas y Rocío Alfaro– tampoco andan con rodeos. Ellos tampoco tendrán límite de tiempo para hacerle preguntas al presidente y analizar el expediente que les envió el TSE. Se espera que le pregunten sobre cada una de las denuncias de beligerancia, buscando evidencias sólidas que puedan sustentar una posible revocatoria de su inmunidad. La presión es grande, porque su decisión tendrá implicaciones políticas significativas.
Después de escuchar a Chaves y a sus abogados, la Comisión tendrá dos semanas para elaborar un informe y presentarlo al Plenario de la Asamblea. Ahí, en diciembre, los diputados discutirán y votarán si le quitan o no el fuero al presidente. Un proceso que promete ser tenso y lleno de debates encendidos, ¡menuda vara! La bancada del oficialismo, liderada por Pilar Cisneros, seguramente estará presente, apoyando al gobierno, pero hay muchos factores en juego que podrían cambiar el panorama.
Ahora bien, con todo este circo mediático y político montado, me pregunto: ¿cree usted que el llamado de Chaves a sus seguidores a concentrarse frente al Congreso influenciará de alguna manera la decisión de los diputados de la Comisión? ¿Deberían los legisladores tomar distancia de la presión popular y basar su voto únicamente en las pruebas presentadas en el expediente?
La cosa está que arde porque Chaves enfrenta 15 denuncias de beligerancia política, unas acusaciones bastante fuertes que, de confirmarse, podrían mandarlo directo al banquillo y dejarlo sin poder postularse a ningún cargo público por dos años. Imagínate el revuelo que causaría si le quitan el fuero, sería un golpe durísimo para Pueblo Soberano.
Lo curioso de todo esto es que al presidente no le han puesto un tope de tiempo para defenderse. Así como le pasó en agosto, cuando se presentó ante la otra comisión que investigaba el caso BCIE-Cariñitos, podrá hablar hasta que se le salga el alma por la boca. La diputada Alejandra Larios, quien preside la comisión, dejó claro que van a darle “los tiempos necesarios” bajo los principios de racionalidad y proporcionalidad. Claramente, quieren evitarle a Chaves cualquier señalamiento de atropello procesal, aunque algunos dicen que él se pasará de lanza y hablará sin parar.
Y ni hablar de los abogados. José Miguel Villalobos, el defensor de Chaves, también tendrá vía libre para exponer todos sus argumentos legales. Dicen que el mae es bueno defendiendo, así que la Comisión tendrá que estar bien atenta para no perderse en tecnicismos y detalles que a nosotros, los mortales, nos pueden resultar difíciles de entender. Será un brete descifrar todo el papeleo y las argucias legales, ¡qué sal!
Pero la jugada maestra de Chaves, o quizás no tan maestra, ha sido convocar a sus seguidores a que lo acompañen afuera del Congreso. Hasta está ofreciendo transporte gratis cortesía de Pueblo Soberano. ¡Qué carga!, parece más una manifestación política que una comparecencia formal ante la Asamblea. Obviamente, busca mandar un mensaje de fuerza y mostrar que cuenta con un apoyo popular sólido, aunque algunos critican que está politizando el proceso judicial.
Los miembros de la Comisión –Larios, Daniel Vargas y Rocío Alfaro– tampoco andan con rodeos. Ellos tampoco tendrán límite de tiempo para hacerle preguntas al presidente y analizar el expediente que les envió el TSE. Se espera que le pregunten sobre cada una de las denuncias de beligerancia, buscando evidencias sólidas que puedan sustentar una posible revocatoria de su inmunidad. La presión es grande, porque su decisión tendrá implicaciones políticas significativas.
Después de escuchar a Chaves y a sus abogados, la Comisión tendrá dos semanas para elaborar un informe y presentarlo al Plenario de la Asamblea. Ahí, en diciembre, los diputados discutirán y votarán si le quitan o no el fuero al presidente. Un proceso que promete ser tenso y lleno de debates encendidos, ¡menuda vara! La bancada del oficialismo, liderada por Pilar Cisneros, seguramente estará presente, apoyando al gobierno, pero hay muchos factores en juego que podrían cambiar el panorama.
Ahora bien, con todo este circo mediático y político montado, me pregunto: ¿cree usted que el llamado de Chaves a sus seguidores a concentrarse frente al Congreso influenciará de alguna manera la decisión de los diputados de la Comisión? ¿Deberían los legisladores tomar distancia de la presión popular y basar su voto únicamente en las pruebas presentadas en el expediente?
