¡Ay, Dios mío! Esto sí que salió mal. Un choque tremendo sacudió Hatillo 8 la tarde de ayer, dejando a un señor en pronóstico reservado. Un camión de basura y un carro chiquito chocaron con fuerza, justo donde uno va buscando la tranquilidad cerca de la iglesia. Parece que el destino quiso ponerle una buena dosis de sal a alguien, diay.
Según nos cuentan los vecinos, era pasadas las tres de la tarde cuando ocurrió todo. El tráfico estaba normal, dicen, nada fuera de lo común. De repente, ¡bum!, un estruendo que hizo temblar las ventanas. Al principio pensaron que era algún trueno, pero luego vieron el camión de basura medio encima del otro carro y la escena era de película. La verdad, qué torta, no hay forma de verlo como algo bueno.
La Cruz Roja llegó rapidísimo, llegaron corriendo a atender al tipo, que quedó atrapado entre los hierros retorcidos. Lo tuvieron que sacar con cuidado, porque tenía golpes fuertes y parecía que le había caído un balde de agua fría. Se nota que el pobre hombre estaba bien golpeado, eso sí. La ambulancia partió rumbo al hospital Juan Rafael Fricke, con las sirenas gritando a todo pulmón, esperando que llegara pronto y recibiera la atención médica necesaria. La velocidad con la que actuaron los paramédicos, eso sí, chapeu.
Por ahora, las autoridades ya están investigando cómo pasó todo esto. Dicen que podría haber sido un fallo mecánico del camión, o quizás un exceso de velocidad por parte del conductor. Claro, siempre hay excusas, pero lo importante ahora es que el señor esté bien cuidado y pueda recuperarse pronto. Las autoridades de Tránsito cerraron la calle durante varias horas para hacer el levantamiento del material respectivo, causando un gran embotellamiento en la zona, ahí sí que hubo jaleo.
Lo que más preocupa a la gente de Hatillo 8 es que estas cosas pasan seguido. Ya van varios accidentes en esa esquina, precisamente donde el panorama es complicado debido a la visibilidad limitada. Han pedido a las autoridades que pongan medidas de seguridad, como reductores de velocidad o señales más claras, pero hasta ahora, nada. Parece que tienen que esperar a que alguien salga gravemente herido para tomar cartas en el asunto. Ese brete de la seguridad vial da pena.
Y hablando de esto, me pregunto si realmente les importa la seguridad de los peatones y conductores. Uno trata de andar con cuidado, pero a veces, esos irresponsables no respetan nada. Esperemos que este accidente sirva de llamada de atención para todos, tanto para los conductores como para las autoridades. Necesitamos más conciencia y respeto en las calles, porque así vamos a seguir viendo escenas lamentables como ésta. Que se agarren de buen rollo, por favor.
Algunos vecinos comentan que ya llevaban tiempo preocupados por el estado de algunos semáforos en la zona, y que estos no funcionan correctamente, lo cual aumenta el riesgo de accidentes. Además, señalan que el alumbrado público es deficiente, especialmente durante la noche, lo que dificulta aún más la visión. ¿Será que las autoridades municipales están dormidas o simplemente no quieren invertir en mejorar la infraestructura de nuestras comunidades? Es un chunche que debería ser prioritario, pero parece que no lo es.
Ahora, el gran interrogante es si el hospital cuenta con los recursos necesarios para atender adecuadamente al señor que resultó herido. Sabemos que nuestro sistema de salud está saturado, y muchas veces, los pacientes tienen que esperar mucho tiempo para recibir la atención que necesitan. En fin, una situación complicada y llena de incertidumbre. ¿Creen ustedes que las autoridades deberían aumentar la inversión en seguridad vial y mejorar el estado de las vías públicas para evitar futuros accidentes como éste?
Según nos cuentan los vecinos, era pasadas las tres de la tarde cuando ocurrió todo. El tráfico estaba normal, dicen, nada fuera de lo común. De repente, ¡bum!, un estruendo que hizo temblar las ventanas. Al principio pensaron que era algún trueno, pero luego vieron el camión de basura medio encima del otro carro y la escena era de película. La verdad, qué torta, no hay forma de verlo como algo bueno.
La Cruz Roja llegó rapidísimo, llegaron corriendo a atender al tipo, que quedó atrapado entre los hierros retorcidos. Lo tuvieron que sacar con cuidado, porque tenía golpes fuertes y parecía que le había caído un balde de agua fría. Se nota que el pobre hombre estaba bien golpeado, eso sí. La ambulancia partió rumbo al hospital Juan Rafael Fricke, con las sirenas gritando a todo pulmón, esperando que llegara pronto y recibiera la atención médica necesaria. La velocidad con la que actuaron los paramédicos, eso sí, chapeu.
Por ahora, las autoridades ya están investigando cómo pasó todo esto. Dicen que podría haber sido un fallo mecánico del camión, o quizás un exceso de velocidad por parte del conductor. Claro, siempre hay excusas, pero lo importante ahora es que el señor esté bien cuidado y pueda recuperarse pronto. Las autoridades de Tránsito cerraron la calle durante varias horas para hacer el levantamiento del material respectivo, causando un gran embotellamiento en la zona, ahí sí que hubo jaleo.
Lo que más preocupa a la gente de Hatillo 8 es que estas cosas pasan seguido. Ya van varios accidentes en esa esquina, precisamente donde el panorama es complicado debido a la visibilidad limitada. Han pedido a las autoridades que pongan medidas de seguridad, como reductores de velocidad o señales más claras, pero hasta ahora, nada. Parece que tienen que esperar a que alguien salga gravemente herido para tomar cartas en el asunto. Ese brete de la seguridad vial da pena.
Y hablando de esto, me pregunto si realmente les importa la seguridad de los peatones y conductores. Uno trata de andar con cuidado, pero a veces, esos irresponsables no respetan nada. Esperemos que este accidente sirva de llamada de atención para todos, tanto para los conductores como para las autoridades. Necesitamos más conciencia y respeto en las calles, porque así vamos a seguir viendo escenas lamentables como ésta. Que se agarren de buen rollo, por favor.
Algunos vecinos comentan que ya llevaban tiempo preocupados por el estado de algunos semáforos en la zona, y que estos no funcionan correctamente, lo cual aumenta el riesgo de accidentes. Además, señalan que el alumbrado público es deficiente, especialmente durante la noche, lo que dificulta aún más la visión. ¿Será que las autoridades municipales están dormidas o simplemente no quieren invertir en mejorar la infraestructura de nuestras comunidades? Es un chunche que debería ser prioritario, pero parece que no lo es.
Ahora, el gran interrogante es si el hospital cuenta con los recursos necesarios para atender adecuadamente al señor que resultó herido. Sabemos que nuestro sistema de salud está saturado, y muchas veces, los pacientes tienen que esperar mucho tiempo para recibir la atención que necesitan. En fin, una situación complicada y llena de incertidumbre. ¿Creen ustedes que las autoridades deberían aumentar la inversión en seguridad vial y mejorar el estado de las vías públicas para evitar futuros accidentes como éste?
