¡Ay, mamita qué chiva! El sector de la construcción en Costa Rica se puso la bata y brilló con luz propia durante la premiación anual de Construcción Sostenible 2025. La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), esos siempre laburadores, le dio duro a reconocer a los mae y empresas que andan haciendo cosas bacanas para cuidar nuestro medio ambiente y construir un futuro más verde. En resumen, se rifaron los premios, diay.
Como ya saben, la construcción tradicional puede ser un verdadero despilfarro de recursos y un golpe al planeta. Pero gracias a iniciativas como estas, se está viendo un cambio radical. La CCC, consciente de esto, ha puesto en marcha estos galardones para incentivar prácticas más responsables, eficientes y, sobre todo, sostenibles. No es cuento, se trata de cambiar la forma en que pensamos y construimos. El brete es grande, pero vemos que la gente se está poniendo las pilas.
Este año, los premios destacaron tanto a los jóvenes talentos como a los veteranos de la construcción. En la categoría Estudiante, Juan José Murillo Matamoros se llevó el Galardón Principal con una propuesta bien interesante para viviendas de alta densidad en San José. Un proyecto que busca solucionar el problema de la vivienda urbana, algo que nos afecta a to’os, y con una visión de futuro muy sana. Además, Khristian Bolandi Castro también se ganó una Mención Honorífica por un adoquín hecho con caucho reciclado – ¡qué inventazo!, así sí que estamos dando vuelta al panorama de la basura.
Pero no todo fue para los universitarios; las empresas también recibieron su merecido reconocimiento. Portafolio Inmobiliario S.A., con su proyecto Avenida Escazú 300, se quedó con una Mención Honorífica por su enfoque en el desarrollo urbano sostenible y crear espacios donde la gente pueda vivir mejor. Se nota que se preocuparon por hacer un proyecto que no solo fuera bonito, sino también funcional y amigable con el medio ambiente.
Y hablando de empresas, Portafolio Inmobiliario S.A. y Grupo Sur Química S.A. se alzaron con el Galardón Empresarial Principal. Estos señores han demostrado un compromiso inmenso con la excelencia, la innovación y un trabajo bien hecho. Se rifan como pocas, y eso se nota en sus proyectos. Su esfuerzo por adoptar prácticas constructivas innovadoras es un ejemplo para todos los demás actores del sector. Es un orgullo ver a nuestros empresarios poner el nombre de Costa Rica en alto.
Además, hubo tiempo para homenajear a figuras clave en la historia de la construcción nacional. El arquitecto Rodrigo Carazo Ortiz fue galardonado por su trayectoria profesional, una vida entera dedicada a mejorar nuestra arquitectura. Y Roberto Fiatt, un ingeniero reconocido por su aporte continuo al crecimiento del sector, recibió la Presea de la Construcción 2025. Son ejemplos a seguir, tipos que realmente construyeron este país con sudor y sacrificio.
Randall Murillo, el director ejecutivo de la CCC, lo expresó perfecto: “Estos reconocimientos reafirman que detrás de cada gran obra hay equipos comprometidos con la calidad, la seguridad y la innovación”. Totalmente cierto, la construcción no es solo levantar paredes y techos, es crear espacios habitables, seguros y respetuosos con el entorno. Nos da esperanza ver cómo el sector va tomando conciencia de esto, y poco a poco vamos dejando atrás viejas costumbres que no nos llevaban a ningún lado. Esta iniciativa es una vara alta para todos los demás.
Así que, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que estos premios son suficientes para impulsar aún más la construcción sostenible en Costa Rica, o necesitamos medidas más contundentes para acelerar la transición hacia un modelo más responsable? ¿Deberíamos implementar incentivos fiscales para las empresas que inviertan en tecnologías verdes, o enfocarnos en educar a la población sobre la importancia de elegir edificios eco-amigables?
Como ya saben, la construcción tradicional puede ser un verdadero despilfarro de recursos y un golpe al planeta. Pero gracias a iniciativas como estas, se está viendo un cambio radical. La CCC, consciente de esto, ha puesto en marcha estos galardones para incentivar prácticas más responsables, eficientes y, sobre todo, sostenibles. No es cuento, se trata de cambiar la forma en que pensamos y construimos. El brete es grande, pero vemos que la gente se está poniendo las pilas.
Este año, los premios destacaron tanto a los jóvenes talentos como a los veteranos de la construcción. En la categoría Estudiante, Juan José Murillo Matamoros se llevó el Galardón Principal con una propuesta bien interesante para viviendas de alta densidad en San José. Un proyecto que busca solucionar el problema de la vivienda urbana, algo que nos afecta a to’os, y con una visión de futuro muy sana. Además, Khristian Bolandi Castro también se ganó una Mención Honorífica por un adoquín hecho con caucho reciclado – ¡qué inventazo!, así sí que estamos dando vuelta al panorama de la basura.
Pero no todo fue para los universitarios; las empresas también recibieron su merecido reconocimiento. Portafolio Inmobiliario S.A., con su proyecto Avenida Escazú 300, se quedó con una Mención Honorífica por su enfoque en el desarrollo urbano sostenible y crear espacios donde la gente pueda vivir mejor. Se nota que se preocuparon por hacer un proyecto que no solo fuera bonito, sino también funcional y amigable con el medio ambiente.
Y hablando de empresas, Portafolio Inmobiliario S.A. y Grupo Sur Química S.A. se alzaron con el Galardón Empresarial Principal. Estos señores han demostrado un compromiso inmenso con la excelencia, la innovación y un trabajo bien hecho. Se rifan como pocas, y eso se nota en sus proyectos. Su esfuerzo por adoptar prácticas constructivas innovadoras es un ejemplo para todos los demás actores del sector. Es un orgullo ver a nuestros empresarios poner el nombre de Costa Rica en alto.
Además, hubo tiempo para homenajear a figuras clave en la historia de la construcción nacional. El arquitecto Rodrigo Carazo Ortiz fue galardonado por su trayectoria profesional, una vida entera dedicada a mejorar nuestra arquitectura. Y Roberto Fiatt, un ingeniero reconocido por su aporte continuo al crecimiento del sector, recibió la Presea de la Construcción 2025. Son ejemplos a seguir, tipos que realmente construyeron este país con sudor y sacrificio.
Randall Murillo, el director ejecutivo de la CCC, lo expresó perfecto: “Estos reconocimientos reafirman que detrás de cada gran obra hay equipos comprometidos con la calidad, la seguridad y la innovación”. Totalmente cierto, la construcción no es solo levantar paredes y techos, es crear espacios habitables, seguros y respetuosos con el entorno. Nos da esperanza ver cómo el sector va tomando conciencia de esto, y poco a poco vamos dejando atrás viejas costumbres que no nos llevaban a ningún lado. Esta iniciativa es una vara alta para todos los demás.
Así que, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que estos premios son suficientes para impulsar aún más la construcción sostenible en Costa Rica, o necesitamos medidas más contundentes para acelerar la transición hacia un modelo más responsable? ¿Deberíamos implementar incentivos fiscales para las empresas que inviertan en tecnologías verdes, o enfocarnos en educar a la población sobre la importancia de elegir edificios eco-amigables?
