¡Ay, Dios mío! Parece que la COP30 en Brasil ya está dando de qué hablar, y ni siquiera ha terminado. Entre negociaciones, discursos largos y un montón de gente importante, la gran pregunta sigue siendo la misma: ¿Estamos haciendo lo suficiente para cuidar nuestro planeta? Porque aquí en Costa Rica, la cosa está un poquito… cómo diríamos… turbia, ¿verdad?
La Conferencia de las Partes, que se lleva a cabo en Belém, Brasil, busca darle un empujón a los acuerdos internacionales sobre el cambio climático, especialmente después de los desastres naturales que estamos viendo a nivel mundial. Se trata de ponerle orden al panorama de los combustibles fósiles, asegurar que los países ricos ayuden a los países pobres a adaptarse a estos cambios y, fundamentalmente, honrar los compromisos que ya se firmaron hace un buen tiempo. ¿Entienden la vara?
Pascal Girot, que tiene experiencia en estas cosas porque ya representó a Costa Rica en otras COP, nos dice que ya casi terminamos de aclarar cómo funciona el Acuerdo de París, pero ahora hay que meterle empeño a que los países realmente hagan lo que prometieron. “Toca insistir en la implementación,” recalcó Girot. En otras palabras, basta de promesas bonitas y a demostrar resultados, ¡mae!
Pero aquí viene el chancho. Nuestro querido abogado ambiental, Álvaro Sagot, nos puso las goteras diciendo que a pesar de que Costa Rica siempre se dio aires de líder en temas ambientales, seguimos atrasados en cumplir nuestros compromisos. Dice que el Gobierno todavía no le da importancia al clima, y eso es hasta vergonzoso, considerando que ya llevamos años ratificando el Acuerdo de París. ¡Imagínate!, todavía tenemos incendios enormes en los Cañales y el gobierno se hace bolas para obligar a las empresas a hacerse responsables.
Y no solo los expertos andan preocupados. La juventud también está encendida, y con razón. Danny Sánchez, de la Red de Juventudes y Cambio Climático, nos recuerda que los países más contaminantes tienen que asumir su responsabilidad ante los que sufren las consecuencias, como Haití y Jamaica. Él dice que esto ya se ha hablado varias veces, pero nunca se concreta, así que toca volver a insistir. ¡Es que sí nos está costando, diay!
Para refrescarles la memoria, la COP30 está buscando soluciones a problemas como la financiación de proyectos ecológicos en países en desarrollo, la transición hacia energías renovables y la adaptación a los impactos inevitables del cambio climático. Es un brete enorme, y Costa Rica tiene mucho que aportar, pero también muchísimo que mejorar. No podemos seguirnos relajando pensando que somos el país ‘eco’ solamente porque tenemos selvas bonitas y protegemos a los monos.
A propósito de esto, algunos analistas señalan que el aumento de la sequía que estamos experimentando en algunas zonas del país es una clara señal de que el cambio climático ya nos está afectando directamente. Las pérdidas económicas por la disminución de los caudales de los ríos, la afectación a la agricultura y la necesidad de racionar el agua son solo algunos ejemplos de lo que nos espera si no tomamos medidas drásticas. ¡Nos vamos a quedar secos, literalmente!
En fin, mientras los líderes mundiales discuten y negocian en Brasil, nosotros aquí en Costa Rica debemos hacernos las preguntas difíciles. ¿Realmente estamos comprometidos con un futuro sostenible? ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos y exigir a nuestros gobernantes que tomen decisiones audaces? ¿Ustedes creen que Costa Rica puede recuperar su liderazgo en la lucha contra el cambio climático o ya perdimos la oportunidad? Dejen sus opiniones aquí abajo, ¡queremos saber qué piensan ustedes sobre esta vara!
La Conferencia de las Partes, que se lleva a cabo en Belém, Brasil, busca darle un empujón a los acuerdos internacionales sobre el cambio climático, especialmente después de los desastres naturales que estamos viendo a nivel mundial. Se trata de ponerle orden al panorama de los combustibles fósiles, asegurar que los países ricos ayuden a los países pobres a adaptarse a estos cambios y, fundamentalmente, honrar los compromisos que ya se firmaron hace un buen tiempo. ¿Entienden la vara?
Pascal Girot, que tiene experiencia en estas cosas porque ya representó a Costa Rica en otras COP, nos dice que ya casi terminamos de aclarar cómo funciona el Acuerdo de París, pero ahora hay que meterle empeño a que los países realmente hagan lo que prometieron. “Toca insistir en la implementación,” recalcó Girot. En otras palabras, basta de promesas bonitas y a demostrar resultados, ¡mae!
Pero aquí viene el chancho. Nuestro querido abogado ambiental, Álvaro Sagot, nos puso las goteras diciendo que a pesar de que Costa Rica siempre se dio aires de líder en temas ambientales, seguimos atrasados en cumplir nuestros compromisos. Dice que el Gobierno todavía no le da importancia al clima, y eso es hasta vergonzoso, considerando que ya llevamos años ratificando el Acuerdo de París. ¡Imagínate!, todavía tenemos incendios enormes en los Cañales y el gobierno se hace bolas para obligar a las empresas a hacerse responsables.
Y no solo los expertos andan preocupados. La juventud también está encendida, y con razón. Danny Sánchez, de la Red de Juventudes y Cambio Climático, nos recuerda que los países más contaminantes tienen que asumir su responsabilidad ante los que sufren las consecuencias, como Haití y Jamaica. Él dice que esto ya se ha hablado varias veces, pero nunca se concreta, así que toca volver a insistir. ¡Es que sí nos está costando, diay!
Para refrescarles la memoria, la COP30 está buscando soluciones a problemas como la financiación de proyectos ecológicos en países en desarrollo, la transición hacia energías renovables y la adaptación a los impactos inevitables del cambio climático. Es un brete enorme, y Costa Rica tiene mucho que aportar, pero también muchísimo que mejorar. No podemos seguirnos relajando pensando que somos el país ‘eco’ solamente porque tenemos selvas bonitas y protegemos a los monos.
A propósito de esto, algunos analistas señalan que el aumento de la sequía que estamos experimentando en algunas zonas del país es una clara señal de que el cambio climático ya nos está afectando directamente. Las pérdidas económicas por la disminución de los caudales de los ríos, la afectación a la agricultura y la necesidad de racionar el agua son solo algunos ejemplos de lo que nos espera si no tomamos medidas drásticas. ¡Nos vamos a quedar secos, literalmente!
En fin, mientras los líderes mundiales discuten y negocian en Brasil, nosotros aquí en Costa Rica debemos hacernos las preguntas difíciles. ¿Realmente estamos comprometidos con un futuro sostenible? ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos y exigir a nuestros gobernantes que tomen decisiones audaces? ¿Ustedes creen que Costa Rica puede recuperar su liderazgo en la lucha contra el cambio climático o ya perdimos la oportunidad? Dejen sus opiniones aquí abajo, ¡queremos saber qué piensan ustedes sobre esta vara!