¡Ay, Dios mío! Se nos fue Nathalie Artavia, la viceministra de Paz. La noticia cayó como balde de agua fría este lunes, día de Navidad, y ha dejado a todos sacudidos. El Ministerio de Justicia y Paz confirmó oficialmente su fallecimiento, y vaya si deja un vacío grande en la planilla pública.
Artavia, quien asumió el puesto de viceministra a finales del 2024, era la encargada de liderar el Viceministerio de Paz, una tarea que asumió con mística y convicción. No era precisamente alguien que estuviera sentada a esperar que le digan qué hacer; iba buscando esos bretes donde poder aportar y marcar la diferencia. Su paso por el Ministerio fue significativo, y ahora toca recoger las migajas de su labor.
Desde el Ministerio la describieron como una funcionaria comprometida hasta el hueso con el servicio público. Dijeron que se esforzó por construir una sociedad más justa, pacífica e inclusiva. Uff, qué gran ambición. Pero vaya que lo intentaba, con esas iniciativas de promoción de la paz y los derechos humanos, tratando de darle un empujón a la convivencia democrática. Como bien sabemos, ahí hay mucho ojo de buey y trabas burocráticas, pero ella siempre luchaba a pesar de todo.
Y no es para menos, porque la licenciada Artavia no llegó de callejera al ministerio. Era abogada de la UCR, máster en Criminología… ¡Un cuadro! Tenía toda la formación académica para estar dando vueltas en esos temas. Además, acumuló experiencia dentro del mismo Ministerio desde 1999, aconsejando a varios jefes. También dio sus pasos por la Agencia de Protección de Datos entre 2013 y 2014, y hasta tuvo una temporada en el Ministerio de Hacienda. Un currículum que hace ruido, diay.
Los datos duros dicen que tenía 47 años, una hija y vivía por Heredia. Imaginen el dolor de esa muchacha... Que pérdida tan dura, especialmente en estas fechas. Uno piensa en la familia, en los amigos, en todas esas personas que la conocían y la querían. Es que estos acontecimientos te tocan el alma, te recuerdan lo efímero que es todo.
Ahora, muchos se preguntan qué va a pasar con el Viceministerio de Paz. ¿Quién ocupará su lugar? ¿Quién tendrá la valentía y la visión para continuar con su legado? En tiempos como estos, necesitamos líderes con criterio, con corazón y con ganas de trabajar por el país. No me quiero sorprender con otro nombre cualquiera que llegue nomás porque sí, sino con alguien que realmente tenga vocación de servicio.
Es evidente que la partida de Nathalie Artavia es una baja importante para el gobierno y para la sociedad costarricense en general. Su trabajo dejó una huella que será difícil de borrar, especialmente en aquellas personas y comunidades con las que colaboró directamente. Dejó claro que la paz no es una utopía inalcanzable, sino un esfuerzo constante que requiere compromiso y dedicación. Aunque sé que hay hartos políticos peludos que no entienden ni papa de eso…
En fin, esta pérdida nos invita a reflexionar sobre el valor de la vida y la importancia de aprovechar cada momento. ¿Ustedes creen que el gobierno actual realmente valora el concepto de paz social o simplemente lo utiliza como discurso político? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Artavia, quien asumió el puesto de viceministra a finales del 2024, era la encargada de liderar el Viceministerio de Paz, una tarea que asumió con mística y convicción. No era precisamente alguien que estuviera sentada a esperar que le digan qué hacer; iba buscando esos bretes donde poder aportar y marcar la diferencia. Su paso por el Ministerio fue significativo, y ahora toca recoger las migajas de su labor.
Desde el Ministerio la describieron como una funcionaria comprometida hasta el hueso con el servicio público. Dijeron que se esforzó por construir una sociedad más justa, pacífica e inclusiva. Uff, qué gran ambición. Pero vaya que lo intentaba, con esas iniciativas de promoción de la paz y los derechos humanos, tratando de darle un empujón a la convivencia democrática. Como bien sabemos, ahí hay mucho ojo de buey y trabas burocráticas, pero ella siempre luchaba a pesar de todo.
Y no es para menos, porque la licenciada Artavia no llegó de callejera al ministerio. Era abogada de la UCR, máster en Criminología… ¡Un cuadro! Tenía toda la formación académica para estar dando vueltas en esos temas. Además, acumuló experiencia dentro del mismo Ministerio desde 1999, aconsejando a varios jefes. También dio sus pasos por la Agencia de Protección de Datos entre 2013 y 2014, y hasta tuvo una temporada en el Ministerio de Hacienda. Un currículum que hace ruido, diay.
Los datos duros dicen que tenía 47 años, una hija y vivía por Heredia. Imaginen el dolor de esa muchacha... Que pérdida tan dura, especialmente en estas fechas. Uno piensa en la familia, en los amigos, en todas esas personas que la conocían y la querían. Es que estos acontecimientos te tocan el alma, te recuerdan lo efímero que es todo.
Ahora, muchos se preguntan qué va a pasar con el Viceministerio de Paz. ¿Quién ocupará su lugar? ¿Quién tendrá la valentía y la visión para continuar con su legado? En tiempos como estos, necesitamos líderes con criterio, con corazón y con ganas de trabajar por el país. No me quiero sorprender con otro nombre cualquiera que llegue nomás porque sí, sino con alguien que realmente tenga vocación de servicio.
Es evidente que la partida de Nathalie Artavia es una baja importante para el gobierno y para la sociedad costarricense en general. Su trabajo dejó una huella que será difícil de borrar, especialmente en aquellas personas y comunidades con las que colaboró directamente. Dejó claro que la paz no es una utopía inalcanzable, sino un esfuerzo constante que requiere compromiso y dedicación. Aunque sé que hay hartos políticos peludos que no entienden ni papa de eso…
En fin, esta pérdida nos invita a reflexionar sobre el valor de la vida y la importancia de aprovechar cada momento. ¿Ustedes creen que el gobierno actual realmente valora el concepto de paz social o simplemente lo utiliza como discurso político? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
