¡Aguante, pura vida! Resulta que Coyol Free Zone sigue echándole cloro a la competencia, llevándose otros tres premios internacionales. Ya ni sorprende, porque parece que estos gringos no tienen nada mejor que hacer que reconocer cómo hacemos las cosas bien por acá. Pero bueno, a nosotros nos da igual, mientras sigamos cosechando éxitos y trayendo moras pa’l país.
Esta vez, Coyol Free Zone se mandó con tres distinciones: entró otra vez en el top 10 mundial de zonas francas – ya van seis años consecutivos, ¡qué chimba! –, ganaron en la categoría de zonas francas industriales y también se llevaron el premio a la excelencia en sostenibilidad en toda la región de América. Claramente, alguien anda haciendo las cosas bien y con cabeza.
Los premios esos los entrega fDi Intelligence, unos tipos que se dedican a analizar inversiones y economía a nivel global. Son como los jueces de un concurso de negocios, pero mucho más técnicos y con números detrás. Así que si ellos dicen que estamos buenísimos, pues mejor todavía. Eso sí, estos premios le sirven a los inversores extranjeros para saber dónde meter la plata y dónde pueden crecer sus negocios. Un voto de confianza, vamos.
Y hablando de crecimiento, Carlos Wong, el jefe de CODE Development Group, la empresa que maneja Coyol Free Zone, estaba súper orgulloso. Dijo que esto les reafirma que el sector de dispositivos médicos va muy bien por acá y que ellos son líderes en ese terreno. Lo que quiere decir, en cristiano, es que seguimos siendo un imán para las empresas extranjeras que quieren venir a producir sus aparatos médicos aquí en Costa Rica.
Wong también destacó que Coyol Free Zone es como un punto estratégico para innovar y crecer. Que conectan a las empresas con gente talentosa de Costa Rica, con proveedores buenos y con una ubicación geográfica que les permite mandar los productos rapidito a todos lados. En resumen, es como tener la llave maestra del comercio internacional, ¿me entienden?
Pero la cosa no termina ahí, porque también han estado invirtiendo en hacer todo más ecológico. Resulta que ya tienen 100,000 metros cuadrados de edificios con certificación LEED, eso significa que usan energías limpias y cuidan el medio ambiente. Además, casi el 20% del parque está lleno de áreas verdes y están cuidando el corredor biológico El Coyol. Un verdadero ejemplo de cómo se puede hacer negocio sin destruir el planeta, ¡qué responsabilidad!
Y los números hablan por sí solos: Coyol Free Zone genera unas 4,400 millones de dólares en exportaciones de dispositivos médicos al año. ¡Eso representa casi la mitad de todas las exportaciones de ese sector en Costa Rica! Y dentro de ese parque trabajan más de 24,500 personas, que es casi la mitad de toda la gente que trabaja en la industria de dispositivos médicos en el país. Pura máquina, señores. Además, le meten duro a capacitar a los empleados para que aprendan cosas nuevas y estén siempre a la vanguardia, trabajando con universidades y centros técnicos. Puro empeño.
Entonces, viendo todo esto… ¿No creen que es hora de que el gobierno le ponga más atención a Coyol Free Zone y a los sectores productivos que le dan dinamismo a nuestra economía? Porque parece que andamos más preocupados por otras varas y dejando pasar oportunidades de oro. ¿Ustedes qué opinan, deberían darles incentivos fiscales aún mayores o enfocarse en otro tipo de inversión? ¡Déjenme sus comentarios!
Esta vez, Coyol Free Zone se mandó con tres distinciones: entró otra vez en el top 10 mundial de zonas francas – ya van seis años consecutivos, ¡qué chimba! –, ganaron en la categoría de zonas francas industriales y también se llevaron el premio a la excelencia en sostenibilidad en toda la región de América. Claramente, alguien anda haciendo las cosas bien y con cabeza.
Los premios esos los entrega fDi Intelligence, unos tipos que se dedican a analizar inversiones y economía a nivel global. Son como los jueces de un concurso de negocios, pero mucho más técnicos y con números detrás. Así que si ellos dicen que estamos buenísimos, pues mejor todavía. Eso sí, estos premios le sirven a los inversores extranjeros para saber dónde meter la plata y dónde pueden crecer sus negocios. Un voto de confianza, vamos.
Y hablando de crecimiento, Carlos Wong, el jefe de CODE Development Group, la empresa que maneja Coyol Free Zone, estaba súper orgulloso. Dijo que esto les reafirma que el sector de dispositivos médicos va muy bien por acá y que ellos son líderes en ese terreno. Lo que quiere decir, en cristiano, es que seguimos siendo un imán para las empresas extranjeras que quieren venir a producir sus aparatos médicos aquí en Costa Rica.
Wong también destacó que Coyol Free Zone es como un punto estratégico para innovar y crecer. Que conectan a las empresas con gente talentosa de Costa Rica, con proveedores buenos y con una ubicación geográfica que les permite mandar los productos rapidito a todos lados. En resumen, es como tener la llave maestra del comercio internacional, ¿me entienden?
Pero la cosa no termina ahí, porque también han estado invirtiendo en hacer todo más ecológico. Resulta que ya tienen 100,000 metros cuadrados de edificios con certificación LEED, eso significa que usan energías limpias y cuidan el medio ambiente. Además, casi el 20% del parque está lleno de áreas verdes y están cuidando el corredor biológico El Coyol. Un verdadero ejemplo de cómo se puede hacer negocio sin destruir el planeta, ¡qué responsabilidad!
Y los números hablan por sí solos: Coyol Free Zone genera unas 4,400 millones de dólares en exportaciones de dispositivos médicos al año. ¡Eso representa casi la mitad de todas las exportaciones de ese sector en Costa Rica! Y dentro de ese parque trabajan más de 24,500 personas, que es casi la mitad de toda la gente que trabaja en la industria de dispositivos médicos en el país. Pura máquina, señores. Además, le meten duro a capacitar a los empleados para que aprendan cosas nuevas y estén siempre a la vanguardia, trabajando con universidades y centros técnicos. Puro empeño.
Entonces, viendo todo esto… ¿No creen que es hora de que el gobierno le ponga más atención a Coyol Free Zone y a los sectores productivos que le dan dinamismo a nuestra economía? Porque parece que andamos más preocupados por otras varas y dejando pasar oportunidades de oro. ¿Ustedes qué opinan, deberían darles incentivos fiscales aún mayores o enfocarse en otro tipo de inversión? ¡Déjenme sus comentarios!