¡Pura vida, raza! Acá les va la actualización sobre el caso del bebé que encontraron en el basurero de Hatillo. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) soltó unas fotos del mameluco que llevaba puesto el nene, buscando desesperadamente a sus papás, especialmente a la mamá. Imagínense la torta que debió ser dejarlo ahí, ¡qué manera de echarle maíz!
El OIJ espera que alguien, ya sea un doctor, algún familiar, vecino o hasta alguien que lo haya visto con esa ropa, dé alguna pista que ayude a resolver este brete. Según las autoridades, el bebé tenía entre cinco y siete días de nacido cuando lo encontraron tirado en el basurero, y llevaba mínimo 48 horas allí. ¡Imagínense el susto y el frío que debió pasar el chiquito!
Pero la buena noticia es que, según el parte médico, el bebé nació en un hospital, ¡por parto completo! Eso descarta que lo hayan sacado a la brava en algún callejón. Tenía pañal, la prensa para cortar el cordón… todo indica que salió de un centro médico decente. El licenciado Vladimir Muñoz, Subdirector General interino del OIJ, confirmó que también le hicieron la prueba de tamizaje, así que todo apunta a que sí recibieron atención médica adecuada al principio.
Y hablando de atención, el bebé está en excelentes condiciones en el Hospital Nacional de Niños. Así lo aseguró Carlos Jiménez, el director del centro, quien nos comentó que está más por su problema social, que por salud. No saben todavía cuándo lo van a poder dar de alta, pero dice que sigue evolucionando súper bien. ¡Eso nos da tranquilidad, imagínense!
Mientras tanto, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) está esperando el informe de Trabajo Social del hospital. Ya tienen listo un hogar temporal para él, así que no se preocupen por eso, el nene estará bien cuidado. Están coordinando con el OIJ y la Fiscalía para seguir investigando quiénes son los padres y cómo llegó el bebé a parar en ese aprieto. ¡Qué vara tan difícil!
Pero la verdadera historia de heroísmo es la de Francisco Quirós, el policía de Fuerza Pública que encontró al bebé. Él estaba haciendo su recorrido rutinario por Sagrada Familia cuando escuchó la alerta. Se lanzó sin pensarlo dos veces al basurero, entre el olor feísimo y la basura acumulada. ¡Se fajó el chunche y buscó al bebé!
Según contó, lo encontró boca arriba, llorando desconsoladamente junto a una tubería donde salía agua. Un alivio que no estuviera lloviendo, porque la corriente lo podría haber arrastrado. Él mismo reconoció que corría peligro de muerte. Como reacciono, abriendo la camisa para darle calor al chiquito, y pidiendo una escalera para sacarlos. ¡Sin esperar bomberos ni ambulancias, se echó el brío a salvar al bebé!
Ahora, el policía Francisco Quirós sueña con que el bebé tenga toda la felicidad del mundo: que termine la escuela, el colegio, la universidad... ¡Que sea lo que quiera! Incluso confiesa que le gustaría que le pusieran su nombre. Claro, él no se cree mucho de esas cosas, pero siente que no fue casualidad que lo encontrara. Bueno, raza, ahora me pregunto: ¿Ustedes creen que el gobierno debería recompensar al policía Quirós por su valentía, o el simple hecho de haber salvado una vida es recompensa suficiente?
El OIJ espera que alguien, ya sea un doctor, algún familiar, vecino o hasta alguien que lo haya visto con esa ropa, dé alguna pista que ayude a resolver este brete. Según las autoridades, el bebé tenía entre cinco y siete días de nacido cuando lo encontraron tirado en el basurero, y llevaba mínimo 48 horas allí. ¡Imagínense el susto y el frío que debió pasar el chiquito!
Pero la buena noticia es que, según el parte médico, el bebé nació en un hospital, ¡por parto completo! Eso descarta que lo hayan sacado a la brava en algún callejón. Tenía pañal, la prensa para cortar el cordón… todo indica que salió de un centro médico decente. El licenciado Vladimir Muñoz, Subdirector General interino del OIJ, confirmó que también le hicieron la prueba de tamizaje, así que todo apunta a que sí recibieron atención médica adecuada al principio.
Y hablando de atención, el bebé está en excelentes condiciones en el Hospital Nacional de Niños. Así lo aseguró Carlos Jiménez, el director del centro, quien nos comentó que está más por su problema social, que por salud. No saben todavía cuándo lo van a poder dar de alta, pero dice que sigue evolucionando súper bien. ¡Eso nos da tranquilidad, imagínense!
Mientras tanto, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) está esperando el informe de Trabajo Social del hospital. Ya tienen listo un hogar temporal para él, así que no se preocupen por eso, el nene estará bien cuidado. Están coordinando con el OIJ y la Fiscalía para seguir investigando quiénes son los padres y cómo llegó el bebé a parar en ese aprieto. ¡Qué vara tan difícil!
Pero la verdadera historia de heroísmo es la de Francisco Quirós, el policía de Fuerza Pública que encontró al bebé. Él estaba haciendo su recorrido rutinario por Sagrada Familia cuando escuchó la alerta. Se lanzó sin pensarlo dos veces al basurero, entre el olor feísimo y la basura acumulada. ¡Se fajó el chunche y buscó al bebé!
Según contó, lo encontró boca arriba, llorando desconsoladamente junto a una tubería donde salía agua. Un alivio que no estuviera lloviendo, porque la corriente lo podría haber arrastrado. Él mismo reconoció que corría peligro de muerte. Como reacciono, abriendo la camisa para darle calor al chiquito, y pidiendo una escalera para sacarlos. ¡Sin esperar bomberos ni ambulancias, se echó el brío a salvar al bebé!
Ahora, el policía Francisco Quirós sueña con que el bebé tenga toda la felicidad del mundo: que termine la escuela, el colegio, la universidad... ¡Que sea lo que quiera! Incluso confiesa que le gustaría que le pusieran su nombre. Claro, él no se cree mucho de esas cosas, pero siente que no fue casualidad que lo encontrara. Bueno, raza, ahora me pregunto: ¿Ustedes creen que el gobierno debería recompensar al policía Quirós por su valentía, o el simple hecho de haber salvado una vida es recompensa suficiente?
