¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos batallando con el dengue, ahora tocándole turno a La Carpio. Casi 250 personas afectadas, dicen… ¡Qué torta! La situación está feísima, así que hay que ponerle pausa a esto rapidito.
El Ministerio de Salud ya declaró alerta sanitaria en la comunidad de La Carpio, en La Uruca. No es broma, la cosa está seria. Parece que el mosquito Aedes aegypti se puso bien contento con todo el calorcito y la humedad, y empezó a reproducirse como loco. Esto se vino encima, vamos.
Y pa' que nos entendamos, La Carpio es una comunidad densa, con muchas casas juntas y, lamentablemente, también con muchos acumulamientos de agua. Una llanta vieja, una botella vacía, un baldí… ¡todo sirve para que el mosquito ponga sus huevos! Por eso la alarma es tan grande, porque la enfermedad se propaga rapidísimo entre tanta gente.
Las autoridades ya tienen equipos allá abajo echándose un brete: fumigando, buscando criaderos, visitando puerta por puerta para hablar con la gente y explicarles cómo evitar que el mosquito se reproduzca. Se les está metiendo con todo, pero necesitamos la colaboración de todos los vecinos, que no se queden pensando. ¡Esto es asunto de todos!
Porque, díganlo claro, el dengue no es juego de niños. Te puede dejar varado en la cama con fiebre, dolor de cabeza que te revienta la cabeza, dolores en los huesos que ni imaginas… En casos graves, puede llevar a hemorragias y cosas peores. Así que no hay que andar confiados, vamos.
Ahora, hablando en plata, ¿qué podemos hacer nosotros? Pues ahí va el combo completo: volcar, tapar o sacar de raíz todo lo que pueda acumular agua. Limpiar las canaletas para que el agua corra, usar repelente, especialmente en las mañanas y al anochecer, y si sientes que andas medio chungo, ¡corre al centro de salud! Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
En fin, que esta vainera del dengue nos viene pegando hace rato, y parece que todavía no le agarramos la onda. Hay que entender que esto no se soluciona con una fumigación y listo, requiere esfuerzo constante y conciencia colectiva. Es una responsabilidad compartida, como dice el dicho. Un changarro que no podemos ir dejando pa’ los demás, chunches.
Así que, mi gente, ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que realmente estamos poniendo el empeño suficiente para combatir el dengue en nuestras comunidades? ¿Qué medidas adicionales deberían tomarse, aparte de las que ya mencionó el Ministerio de Salud, para frenar esta plaga? ¡Compartan sus ideas en los comentarios!
El Ministerio de Salud ya declaró alerta sanitaria en la comunidad de La Carpio, en La Uruca. No es broma, la cosa está seria. Parece que el mosquito Aedes aegypti se puso bien contento con todo el calorcito y la humedad, y empezó a reproducirse como loco. Esto se vino encima, vamos.
Y pa' que nos entendamos, La Carpio es una comunidad densa, con muchas casas juntas y, lamentablemente, también con muchos acumulamientos de agua. Una llanta vieja, una botella vacía, un baldí… ¡todo sirve para que el mosquito ponga sus huevos! Por eso la alarma es tan grande, porque la enfermedad se propaga rapidísimo entre tanta gente.
Las autoridades ya tienen equipos allá abajo echándose un brete: fumigando, buscando criaderos, visitando puerta por puerta para hablar con la gente y explicarles cómo evitar que el mosquito se reproduzca. Se les está metiendo con todo, pero necesitamos la colaboración de todos los vecinos, que no se queden pensando. ¡Esto es asunto de todos!
Porque, díganlo claro, el dengue no es juego de niños. Te puede dejar varado en la cama con fiebre, dolor de cabeza que te revienta la cabeza, dolores en los huesos que ni imaginas… En casos graves, puede llevar a hemorragias y cosas peores. Así que no hay que andar confiados, vamos.
Ahora, hablando en plata, ¿qué podemos hacer nosotros? Pues ahí va el combo completo: volcar, tapar o sacar de raíz todo lo que pueda acumular agua. Limpiar las canaletas para que el agua corra, usar repelente, especialmente en las mañanas y al anochecer, y si sientes que andas medio chungo, ¡corre al centro de salud! Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
En fin, que esta vainera del dengue nos viene pegando hace rato, y parece que todavía no le agarramos la onda. Hay que entender que esto no se soluciona con una fumigación y listo, requiere esfuerzo constante y conciencia colectiva. Es una responsabilidad compartida, como dice el dicho. Un changarro que no podemos ir dejando pa’ los demás, chunches.
Así que, mi gente, ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que realmente estamos poniendo el empeño suficiente para combatir el dengue en nuestras comunidades? ¿Qué medidas adicionales deberían tomarse, aparte de las que ya mencionó el Ministerio de Salud, para frenar esta plaga? ¡Compartan sus ideas en los comentarios!
