¡Ay, dios mío! Se armó un berrinchón político, pura bronca, mi clave. Resulta que Miguel Guillén, el secretario general del PLN, le metió tremenda denuncia a nuestro querido (o no tanto) presidente Rodolfo Chaves ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). La acusación, vamos, parece sacada de novela, tiene que ver con sus movidas afuera de la Asamblea Legislativa el viernes pasado.
La cosa es así: después de que Chaves tuvo que ir a rendir cuentas frente a una comisión que quería saber si había estado gritándole a la gente – lo cual, bueno, él tiene fama de soltarse –, en vez de meterse tranquilito en casa, salió a darles un saludo a sus seguidores. Pero ojo, porque ahí es donde la cosa se pone interesante. De repente, aparece Laura Fernández, la candidata del Pueblo Soberano, dando discursos desde una tarima, apoyándolo a todo dar. ¡Y ni hablar del diputado José Miguel Villalobos y otros panas del mismo partido!
Según la denuncia, que ya le llegó a El Observador, todo este tinglado estuvo encabezado por Freddy González, quien no es un cualquiera, sino el exjefe de Conacoop y ahora el hombre fuerte de operaciones de Pueblo Soberano. La pregunta que queda flotando es: ¿Era una manifestación espontánea de ciudadanos preocupados, o un mitin político camuflado detrás de caras bonitas?
Guillén, en su denuncia, argumenta que la aparición de Fernández, la tarima, y el apoyo de figuras políticas apunta directamente a que se trató de una actividad proselitista disfrazada. Dice que pudo haber sido organizada o, al menos, aprovechada por Pueblo Soberano para impulsar a Chaves, y eso, mis amigos, sí que está prohibido por ley. El TSE tiene que investigar si todo esto encaja con lo establecido en el Código Electoral.
Para darle más sabor a la vaina, Guillén le pidió al TSE que investigue a fondo quién pagó la cuenta: quién financió la comida, las gaseosas, el transporte… ¡Hasta si usaron carros oficiales o de la Presidencia! Quiere saber si se gastaron horas extras de funcionarios públicos para organizar este "evento". Es decir, quiere que revisen hasta la última chincha para ver si alguien hizo trampa.
Y claro, Chaves no se quedó callado. Al salir de la Asamblea, justo después de su "presentación" ante la comisión, se lanzó a arengar a sus seguidores. Les habló de “desarmar el naipe”, de los “hermanitos Arias” (siempre con ellos, ¿eh?), y hasta prometió dar la vida por el país. No faltó el clásico discurso sobre la “red de cuido” en el Poder Judicial, acusando a jueces y legisladores de tratar de silenciarlo. ¡Un espectáculo, vaya!
Las peticiones formales que le hizo Guillén al TSE son varias: primero, que abran una investigación para determinar si la actividad fue proselitista; segundo, que identifiquen a los responsables directos; tercero, que verifiquen si se obtuvo algún permiso legal; y cuarto, que evalúen si la participación de Fernández y demás figuras de Pueblo Soberano cumplió con la ley. Además, quiere que el TSE revise si estos hechos deberían agregarse al expediente de beligerancia política que ya pesa sobre el Presidente. ¡Qué brete!
Ahora bien, más allá de los tecnicismos legales y las acusaciones cruzadas, la gran pregunta que nos deja toda esta polémica es: ¿Podemos esperar un comportamiento más digno y respetuoso de nuestros líderes políticos, o esto seguirá siendo la norma? ¿Consideran que el Presidente Chaves violó la ley, y si es así, cuál debería ser la consecuencia? Den sus opiniones en el foro, ¡y a debatir sano y constructivamente!
La cosa es así: después de que Chaves tuvo que ir a rendir cuentas frente a una comisión que quería saber si había estado gritándole a la gente – lo cual, bueno, él tiene fama de soltarse –, en vez de meterse tranquilito en casa, salió a darles un saludo a sus seguidores. Pero ojo, porque ahí es donde la cosa se pone interesante. De repente, aparece Laura Fernández, la candidata del Pueblo Soberano, dando discursos desde una tarima, apoyándolo a todo dar. ¡Y ni hablar del diputado José Miguel Villalobos y otros panas del mismo partido!
Según la denuncia, que ya le llegó a El Observador, todo este tinglado estuvo encabezado por Freddy González, quien no es un cualquiera, sino el exjefe de Conacoop y ahora el hombre fuerte de operaciones de Pueblo Soberano. La pregunta que queda flotando es: ¿Era una manifestación espontánea de ciudadanos preocupados, o un mitin político camuflado detrás de caras bonitas?
Guillén, en su denuncia, argumenta que la aparición de Fernández, la tarima, y el apoyo de figuras políticas apunta directamente a que se trató de una actividad proselitista disfrazada. Dice que pudo haber sido organizada o, al menos, aprovechada por Pueblo Soberano para impulsar a Chaves, y eso, mis amigos, sí que está prohibido por ley. El TSE tiene que investigar si todo esto encaja con lo establecido en el Código Electoral.
Para darle más sabor a la vaina, Guillén le pidió al TSE que investigue a fondo quién pagó la cuenta: quién financió la comida, las gaseosas, el transporte… ¡Hasta si usaron carros oficiales o de la Presidencia! Quiere saber si se gastaron horas extras de funcionarios públicos para organizar este "evento". Es decir, quiere que revisen hasta la última chincha para ver si alguien hizo trampa.
Y claro, Chaves no se quedó callado. Al salir de la Asamblea, justo después de su "presentación" ante la comisión, se lanzó a arengar a sus seguidores. Les habló de “desarmar el naipe”, de los “hermanitos Arias” (siempre con ellos, ¿eh?), y hasta prometió dar la vida por el país. No faltó el clásico discurso sobre la “red de cuido” en el Poder Judicial, acusando a jueces y legisladores de tratar de silenciarlo. ¡Un espectáculo, vaya!
Las peticiones formales que le hizo Guillén al TSE son varias: primero, que abran una investigación para determinar si la actividad fue proselitista; segundo, que identifiquen a los responsables directos; tercero, que verifiquen si se obtuvo algún permiso legal; y cuarto, que evalúen si la participación de Fernández y demás figuras de Pueblo Soberano cumplió con la ley. Además, quiere que el TSE revise si estos hechos deberían agregarse al expediente de beligerancia política que ya pesa sobre el Presidente. ¡Qué brete!
Ahora bien, más allá de los tecnicismos legales y las acusaciones cruzadas, la gran pregunta que nos deja toda esta polémica es: ¿Podemos esperar un comportamiento más digno y respetuoso de nuestros líderes políticos, o esto seguirá siendo la norma? ¿Consideran que el Presidente Chaves violó la ley, y si es así, cuál debería ser la consecuencia? Den sus opiniones en el foro, ¡y a debatir sano y constructivamente!