¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó de perrillo. Fabricio Alvarado, el que quiere agarrarle el puesto al Presidente, ahora anda metido en un brete gordo. Un buen puñado de diputados –casi la mitad, vaya– le están pidiendo que se quite la inmunidad pa’ que lo enfrenten por la denuncia de supuestamente haberle hecho cositas feas a una muchacha cuando era bien chinita.
La cosa viene de atrás, ¿sabes? Hace casi un mes salió a la luz la denuncia de Alicia Castillo, que dice que Alvarado, cuando ella tenía apenas 13 añitos, la acorraló y le hizo cosas que no debieron pasar. Dice que él tenía cercanía con su familia porque todos iban al mismo cultito religioso. Imagínate el papelón. La chica ha hablado claro, dando todos los detalles, y ahora parece que el caso va a tener que tomar curso legal.
Esta petición de levantarle la inmunidad la firmaron diputados de todos lados: del PLN, que ahora andan sacándose espinas dorsales, del Frente Amplio, que ya sabes cómo son, siempre listos pa' echarle la zaina a alguien; hasta gente del PUSC, que parecían estar haciendo la vista gorda, y unos cuantos independentes. En resumen, ¡una alianza antisistema pa’ meterle presión al señor Alvarado!
Pero claro, no todo mundo está contento con esto. Dieciocho diputados, que dicen ser chavistas, otros de Nueva República y algunos más del PUSC, se pusieron creativos y dijeron que no estaban de acuerdo. Seguramente estarán pensando que esto es pura politiquería, buscando dañarlo justo cuando está arrimando pa' la contienda presidencial. ¡Qué carga!
Y el propio Alvarado no se quedó calladito. Se fajó en las redes sociales diciendo que todo esto es una “campaña sucia” orquestada por el PLN y el Frente Amplio, esos mismos que, según él, perdieron el apoyo del pueblo. Asegura que no se está escondiendo de nadie y que está atendiendo el asunto “en el momento que corresponde”. Como quien no quiere la cosa, ¿verdad? Parece que quiere lavarse las manos rápido, pero la vareta ya está servida.
Lo que preocupa a mucha gente es que esto pueda afectar las elecciones presidenciales. Alvarado siempre se ha presentado como un político intachable, un hombre de principios y valores. Ahora, estas acusaciones lo ponen en una posición muy delicada. Si la denuncia resulta comprobada, sus posibilidades de llegar a Casa Amarilla se van al traste, ¡directo! Pero si sale limpio, pues ahí tendrá que rearmarse y seguir peleando su brete.
Muchos analistas políticos comentan que este caso refleja la polarización que vive nuestro país. Cada partido está dispuesto a utilizar cualquier herramienta para desgastar a sus adversarios. Se habla de venganzas políticas, de estrategias sucias y de la necesidad urgente de limpiar la política nacional. ¡Qué torta la que nos hemos montado!
En fin, este caso promete darle tela que cortar a Costa Rica por un buen rato. Y tú, ¿crees que esta denuncia debería afectar directamente las ambiciones presidenciales de Fabricio Alvarado, independientemente de cuál sea el resultado final del proceso judicial? Deja tu opinión en los comentarios, ¡quiero saber qué piensas!”,
La cosa viene de atrás, ¿sabes? Hace casi un mes salió a la luz la denuncia de Alicia Castillo, que dice que Alvarado, cuando ella tenía apenas 13 añitos, la acorraló y le hizo cosas que no debieron pasar. Dice que él tenía cercanía con su familia porque todos iban al mismo cultito religioso. Imagínate el papelón. La chica ha hablado claro, dando todos los detalles, y ahora parece que el caso va a tener que tomar curso legal.
Esta petición de levantarle la inmunidad la firmaron diputados de todos lados: del PLN, que ahora andan sacándose espinas dorsales, del Frente Amplio, que ya sabes cómo son, siempre listos pa' echarle la zaina a alguien; hasta gente del PUSC, que parecían estar haciendo la vista gorda, y unos cuantos independentes. En resumen, ¡una alianza antisistema pa’ meterle presión al señor Alvarado!
Pero claro, no todo mundo está contento con esto. Dieciocho diputados, que dicen ser chavistas, otros de Nueva República y algunos más del PUSC, se pusieron creativos y dijeron que no estaban de acuerdo. Seguramente estarán pensando que esto es pura politiquería, buscando dañarlo justo cuando está arrimando pa' la contienda presidencial. ¡Qué carga!
Y el propio Alvarado no se quedó calladito. Se fajó en las redes sociales diciendo que todo esto es una “campaña sucia” orquestada por el PLN y el Frente Amplio, esos mismos que, según él, perdieron el apoyo del pueblo. Asegura que no se está escondiendo de nadie y que está atendiendo el asunto “en el momento que corresponde”. Como quien no quiere la cosa, ¿verdad? Parece que quiere lavarse las manos rápido, pero la vareta ya está servida.
Lo que preocupa a mucha gente es que esto pueda afectar las elecciones presidenciales. Alvarado siempre se ha presentado como un político intachable, un hombre de principios y valores. Ahora, estas acusaciones lo ponen en una posición muy delicada. Si la denuncia resulta comprobada, sus posibilidades de llegar a Casa Amarilla se van al traste, ¡directo! Pero si sale limpio, pues ahí tendrá que rearmarse y seguir peleando su brete.
Muchos analistas políticos comentan que este caso refleja la polarización que vive nuestro país. Cada partido está dispuesto a utilizar cualquier herramienta para desgastar a sus adversarios. Se habla de venganzas políticas, de estrategias sucias y de la necesidad urgente de limpiar la política nacional. ¡Qué torta la que nos hemos montado!
En fin, este caso promete darle tela que cortar a Costa Rica por un buen rato. Y tú, ¿crees que esta denuncia debería afectar directamente las ambiciones presidenciales de Fabricio Alvarado, independientemente de cuál sea el resultado final del proceso judicial? Deja tu opinión en los comentarios, ¡quiero saber qué piensas!”,
