¡Ay, Dios mío! La cosa se puso caliente ayer con la decisión de Claudia Dobles de meterle mano a la conformación de su lista para la Asamblea Legislativa. La exprimera dama, que ya anda con toda la onda de buscar la presidencia por Agenda Ciudadana, anduvo moviéndose como chamán en la Asamblea del PAC, poniendo a sus muchachos y muchachas en posiciones clave. ¡Se rifó como chimba!
Para los que no andamos muy al día, Dobles viene sacando pecho desde que salió de la Casa Amarilla, buscando consolidar su posición dentro de la política nacional. Su nombre ha sido moneda corriente en los círculos políticos, especialmente tras su participación en el gobierno de Carlos Alvarado. Ahora, con esta jugada, parece que quiere asegurar que, pase lo que pase, tenga gente loyal en el Congreso.
Lo primero que hizo, pa’ darle ritmo al brete, fue impulsar a Alexander Solís, ese que estuvo echándole ganas en la CNES durante los tiempos de pandemia, pa’l segundo lugar en la boleta del PAC por San José. Solís, díganlo en voz baja, siempre ha tenido el ojo avizor para meterse donde la fruta está madura. Luego, colocó al señor Fabián Solano, el actual jefe del PAC, en la cuarta casilla. ¡Parece que quiere controlar todos los hilos, maé!
Por otro lado, en Alajuela, Sergio Alfaro, ese que ya sabe cómo funcionan las cosas en el gobierno –fue ministro y diputado en los tiempos de Luis Guillermo Solís– quedó en el primer lugar. Y pa' complementar la planilla alajuelense, metió al periodista Boris Ramírez. Parece que Dobles está armando un equipo completo, cubriendo todas las bases, como dicen los estadísticos.
Ahora bien, la doble candidatura –pa’ diputada y pa’ presidenta– sigue generando revuelo. Algunos dicen que es una señal de derrota anticipada, pero Dobles, con esa calma que la caracteriza, dice que ni hablar. “No es una señal de debilidad, sino de responsabilidad,” declaró, dejando claro que cree que el país necesita una agenda clara y un poder ejecutivo y legislativo que trabajen juntos. ¡Dijo ahí, maé, que si no funciona la cosa… se va al traste!
La verdad es que Dobles tiene razón en algo. La relación entre el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa siempre ha sido tensa en Costa Rica. Un presidente sin apoyo en el Congreso puede terminar frustrando hasta las mejores intenciones. Pero meter a gente loyal en el Congreso, eso suena mucho a tecnocracia y poco a democracia participativa. ¿Será que estamos volviendo a poner las cosas en manos de los mismos?
Y es que, díganlo en voz baja, mucha gente anda quejándose de que los diputados actuales se han ido al chayote, preocupados más por sus propios intereses que por el bienestar del pueblo. Entonces, ¿la propuesta de Dobles es una solución, o simplemente otro intento de control político disfrazado de eficiencia? El tiempo dirá. Lo cierto es que la contienda electoral del 2026 promete estar a todo dar, con maniobras y estrategias que nos harán rascar la cabeza más de una vez.
Con todo esto, me pregunto: ¿Crees que la estrategia de Dobles de asegurar tanto el Ejecutivo como el Legislativo es lo que Costa Rica necesita para salir adelante, o es solo otra forma de concentrar el poder en pocas manos? ¡Déjanos tus comentarios abajo y cuéntanos qué piensas!
Para los que no andamos muy al día, Dobles viene sacando pecho desde que salió de la Casa Amarilla, buscando consolidar su posición dentro de la política nacional. Su nombre ha sido moneda corriente en los círculos políticos, especialmente tras su participación en el gobierno de Carlos Alvarado. Ahora, con esta jugada, parece que quiere asegurar que, pase lo que pase, tenga gente loyal en el Congreso.
Lo primero que hizo, pa’ darle ritmo al brete, fue impulsar a Alexander Solís, ese que estuvo echándole ganas en la CNES durante los tiempos de pandemia, pa’l segundo lugar en la boleta del PAC por San José. Solís, díganlo en voz baja, siempre ha tenido el ojo avizor para meterse donde la fruta está madura. Luego, colocó al señor Fabián Solano, el actual jefe del PAC, en la cuarta casilla. ¡Parece que quiere controlar todos los hilos, maé!
Por otro lado, en Alajuela, Sergio Alfaro, ese que ya sabe cómo funcionan las cosas en el gobierno –fue ministro y diputado en los tiempos de Luis Guillermo Solís– quedó en el primer lugar. Y pa' complementar la planilla alajuelense, metió al periodista Boris Ramírez. Parece que Dobles está armando un equipo completo, cubriendo todas las bases, como dicen los estadísticos.
Ahora bien, la doble candidatura –pa’ diputada y pa’ presidenta– sigue generando revuelo. Algunos dicen que es una señal de derrota anticipada, pero Dobles, con esa calma que la caracteriza, dice que ni hablar. “No es una señal de debilidad, sino de responsabilidad,” declaró, dejando claro que cree que el país necesita una agenda clara y un poder ejecutivo y legislativo que trabajen juntos. ¡Dijo ahí, maé, que si no funciona la cosa… se va al traste!
La verdad es que Dobles tiene razón en algo. La relación entre el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa siempre ha sido tensa en Costa Rica. Un presidente sin apoyo en el Congreso puede terminar frustrando hasta las mejores intenciones. Pero meter a gente loyal en el Congreso, eso suena mucho a tecnocracia y poco a democracia participativa. ¿Será que estamos volviendo a poner las cosas en manos de los mismos?
Y es que, díganlo en voz baja, mucha gente anda quejándose de que los diputados actuales se han ido al chayote, preocupados más por sus propios intereses que por el bienestar del pueblo. Entonces, ¿la propuesta de Dobles es una solución, o simplemente otro intento de control político disfrazado de eficiencia? El tiempo dirá. Lo cierto es que la contienda electoral del 2026 promete estar a todo dar, con maniobras y estrategias que nos harán rascar la cabeza más de una vez.
Con todo esto, me pregunto: ¿Crees que la estrategia de Dobles de asegurar tanto el Ejecutivo como el Legislativo es lo que Costa Rica necesita para salir adelante, o es solo otra forma de concentrar el poder en pocas manos? ¡Déjanos tus comentarios abajo y cuéntanos qué piensas!