¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez hablando del dólar, ese señor que nos da dolores de cabeza a todos los costarricenses. Con las elecciones respirándonos en la nuca y la economía dando vueltas como chamaco buscando piñata, la gente anda nerviosa preguntándose si va a tener que hacer el mea culpa y apretarse el cinturón más de lo esperado. Se rumora de todo, desde que el dólar va a tocar techo hasta que vamos a estar nadando en billetes verdes. ¿Quién le cree a quién?
Según expertos, la cosa no pinta tan negra como algunos pintan. Mauricio Moya, ese mae que siempre sabe de plata, de Grupo Financiero Mercado de Valores, dice que tranquilo, que no hay que alarmarse. Proyecta un tipo de cambio bastante estable, casi como si estuviera bailando cumbia, entre los ¢500 y los ¢510 para finales de año. Eso sí, advierte que pueden haber unos brincos de aquí a allá, pero nada loco.
Lo bueno es que parece que el flujo de dólares está entrando al país, gracias en gran parte a los aguinaldos que muchas empresas ya están pagando. Eso ayuda a mantener el tipo, como dicen por ahí. Además, el Banco Central de Costa Rica (BCCR), esos señores que manejan la nave, están siendo cautelosos, no quieren arriesgarse a meter la pata y provocar una crisis. Dicen que tienen un margen para bajar un poquito más la Tasa de Política Monetaria (TPM), pero van pa’ lento, con cuidado, estudiando bien la bara.
Y ni hablar de la inflación. Parece que este año vamos a tener un panorama un tanto raro, porque cerramos en -0,8%. ¡Menos inflacion! Es medio extraño, pero según los economistas, esto se debe a que los precios internacionales están bajos y el dólar también. Esto significa que las cosas que importamos salen más baratas, y eso beneficia a todos, desde el que compra frijoles hasta el que se compra un chunche nuevo.
Para el próximo año, se espera que la inflación empiece a subir lentamente, pero nada preocupante. Estiman que llegará a 1,8%, todavía por debajo del rango que quiere el Banco Central, que es alrededor del 3%. Así que, aunque haya algunas fluctuaciones, la idea es que la cosa esté controlada. Un respiro, vaya.
Por supuesto, todo esto depende de muchos factores. Las elecciones son clave, porque la incertidumbre política siempre afecta a la economía. También importa cómo se comporte el mercado internacional y qué haga la Reserva Federal de Estados Unidos, esos señores que manejan el dinero del mundo. Y claro, si seguimos teniendo problemas con el brete, con la pandemia y con otras cositas que nos complican la vida, la cosa puede ponerse más difícil.
Algunos analistas sugieren que deberíamos empezar a ahorrar, a invertir, a buscar nuevas fuentes de ingresos. Porque nunca se sabe cuándo puede caer la marea. Otros dicen que relajémonos, que el país ha superado peores momentos y que podemos confiar en la capacidad de los costarricenses para salir adelante. La verdad, cada quien piensa diferente y tiene sus razones. Lo importante es estar informados y tomar decisiones sensatas.
Bueno, pues mándale duro al coco, compa. ¿Ustedes creen que realmente el dólar se mantendrá así de calmado hasta fin de año, o nos llevaremos una sorpresa desagradable? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios y veamos si llegamos a un acuerdo!
Según expertos, la cosa no pinta tan negra como algunos pintan. Mauricio Moya, ese mae que siempre sabe de plata, de Grupo Financiero Mercado de Valores, dice que tranquilo, que no hay que alarmarse. Proyecta un tipo de cambio bastante estable, casi como si estuviera bailando cumbia, entre los ¢500 y los ¢510 para finales de año. Eso sí, advierte que pueden haber unos brincos de aquí a allá, pero nada loco.
Lo bueno es que parece que el flujo de dólares está entrando al país, gracias en gran parte a los aguinaldos que muchas empresas ya están pagando. Eso ayuda a mantener el tipo, como dicen por ahí. Además, el Banco Central de Costa Rica (BCCR), esos señores que manejan la nave, están siendo cautelosos, no quieren arriesgarse a meter la pata y provocar una crisis. Dicen que tienen un margen para bajar un poquito más la Tasa de Política Monetaria (TPM), pero van pa’ lento, con cuidado, estudiando bien la bara.
Y ni hablar de la inflación. Parece que este año vamos a tener un panorama un tanto raro, porque cerramos en -0,8%. ¡Menos inflacion! Es medio extraño, pero según los economistas, esto se debe a que los precios internacionales están bajos y el dólar también. Esto significa que las cosas que importamos salen más baratas, y eso beneficia a todos, desde el que compra frijoles hasta el que se compra un chunche nuevo.
Para el próximo año, se espera que la inflación empiece a subir lentamente, pero nada preocupante. Estiman que llegará a 1,8%, todavía por debajo del rango que quiere el Banco Central, que es alrededor del 3%. Así que, aunque haya algunas fluctuaciones, la idea es que la cosa esté controlada. Un respiro, vaya.
Por supuesto, todo esto depende de muchos factores. Las elecciones son clave, porque la incertidumbre política siempre afecta a la economía. También importa cómo se comporte el mercado internacional y qué haga la Reserva Federal de Estados Unidos, esos señores que manejan el dinero del mundo. Y claro, si seguimos teniendo problemas con el brete, con la pandemia y con otras cositas que nos complican la vida, la cosa puede ponerse más difícil.
Algunos analistas sugieren que deberíamos empezar a ahorrar, a invertir, a buscar nuevas fuentes de ingresos. Porque nunca se sabe cuándo puede caer la marea. Otros dicen que relajémonos, que el país ha superado peores momentos y que podemos confiar en la capacidad de los costarricenses para salir adelante. La verdad, cada quien piensa diferente y tiene sus razones. Lo importante es estar informados y tomar decisiones sensatas.
Bueno, pues mándale duro al coco, compa. ¿Ustedes creen que realmente el dólar se mantendrá así de calmado hasta fin de año, o nos llevaremos una sorpresa desagradable? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios y veamos si llegamos a un acuerdo!