Ay, Dios mío, ¡qué lío nos cayó encima! Apenas estábamos digiriéndonos el turrón y el ponche navideño, y ahora esto. El Presidente Rodrigo Chaves, a unas horitas de que se decida su destino legal en la Asamblea, anda con una gripaza tremenda. De plano, parecía sacado de una novela de telenovelas, pero esta vez, en versión presidencial. La cosa pinta más turbia que café sin leche.
Todo empezó con un rumorcito en los pasillos legislativos, como esos que circulan más rápido que el viento. Pero luego salió la mismísima Pilar Cisneros, jefa de fracción y mano derecha del Presidente, a confirmar la jugada. La diputada soltó la bomba: el Presidente está “abatido” por una gripe fuerte, y Casa Presidencial todavía está midiendo pa’ ver si es posible que vaya a la Asamblea mañana a defenderse del intento de levantarle la inmunidad. ¡Imagínate la escena!
Para refrescarles la memoria a los que andan distraídos, la votación de hoy es súper importante. Se decide si el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) puede investigar a Chaves por esas cosas de beligerancia política que han salido a luz últimamente. Él, fiel a su estilo, siempre ha dicho que se “compre la bronca”, pero esta vez parece que la bronca se le está comprando a él, y encima con fiebre y tos.
Según Cisneros, el diagnóstico es claro: una gripe fuerte, nada más. Pero todos sabemos que, en política, nada es blanco o negro. Algunos dicen que es una estrategia para desviar la atención, otros que es pura realidad. Ya saben cómo es esto, siempre hay gente buscando ángulos muertos para hacerle sombra al vecino. Al final, quién sabe cuál es la verdadera vara.
Y hablando de varas, la situación ya ha calentado los ánimos en la Asamblea. La oposición, obviamente, está esperando el momento perfecto para atacar. Imagínense, si Chaves no aparece, podrían tratar de aplazar la sesión, alegando “fuerza mayor”. ¡Qué polemica! Esto promete ser más intenso que el partido de Navidad del Herediano contra la Saprissa.
Pero analizando la cosa con calma, tampoco sería tan descabellado que fuera genuina la indisposición del Presidente. Estamos en plena temporada de gripe, el H3N2 anda dando candela por todo el país, y cualquiera se puede agarrar un buen resfriado. Además, Chaves no es precisamente un diamante; también es humano, también se enferma, ¿no?
Ahora, la gran incógnita es qué hará Casa Presidencial hasta el amanecer. ¿Le apostarán a llevarlo al Congreso, a pesar de todo? ¿O preferirán esperar y anunciar que el Presidente necesita descanso absoluto? La decisión final recaerá sobre sus hombros y dependerá de cómo evolucione la situación durante la noche. Sea cual sea la respuesta, ya tenemos material para hablar por mucho tiempo, sin duda alguna.
En fin, esta situación es un verdadero arroz con dulce para la política nacional. Un drama familiar a escala nacional, con tintes de comedia involuntaria y una pizca de incertidumbre. Ahora, díganme ustedes: ¿creen que la enfermedad del Presidente es real, o es simplemente una artimaña política para influir en la votación de mañana? ¿Y si realmente está enfermo, debería presentarse igual al Congreso o priorizar su recuperación?
Todo empezó con un rumorcito en los pasillos legislativos, como esos que circulan más rápido que el viento. Pero luego salió la mismísima Pilar Cisneros, jefa de fracción y mano derecha del Presidente, a confirmar la jugada. La diputada soltó la bomba: el Presidente está “abatido” por una gripe fuerte, y Casa Presidencial todavía está midiendo pa’ ver si es posible que vaya a la Asamblea mañana a defenderse del intento de levantarle la inmunidad. ¡Imagínate la escena!
Para refrescarles la memoria a los que andan distraídos, la votación de hoy es súper importante. Se decide si el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) puede investigar a Chaves por esas cosas de beligerancia política que han salido a luz últimamente. Él, fiel a su estilo, siempre ha dicho que se “compre la bronca”, pero esta vez parece que la bronca se le está comprando a él, y encima con fiebre y tos.
Según Cisneros, el diagnóstico es claro: una gripe fuerte, nada más. Pero todos sabemos que, en política, nada es blanco o negro. Algunos dicen que es una estrategia para desviar la atención, otros que es pura realidad. Ya saben cómo es esto, siempre hay gente buscando ángulos muertos para hacerle sombra al vecino. Al final, quién sabe cuál es la verdadera vara.
Y hablando de varas, la situación ya ha calentado los ánimos en la Asamblea. La oposición, obviamente, está esperando el momento perfecto para atacar. Imagínense, si Chaves no aparece, podrían tratar de aplazar la sesión, alegando “fuerza mayor”. ¡Qué polemica! Esto promete ser más intenso que el partido de Navidad del Herediano contra la Saprissa.
Pero analizando la cosa con calma, tampoco sería tan descabellado que fuera genuina la indisposición del Presidente. Estamos en plena temporada de gripe, el H3N2 anda dando candela por todo el país, y cualquiera se puede agarrar un buen resfriado. Además, Chaves no es precisamente un diamante; también es humano, también se enferma, ¿no?
Ahora, la gran incógnita es qué hará Casa Presidencial hasta el amanecer. ¿Le apostarán a llevarlo al Congreso, a pesar de todo? ¿O preferirán esperar y anunciar que el Presidente necesita descanso absoluto? La decisión final recaerá sobre sus hombros y dependerá de cómo evolucione la situación durante la noche. Sea cual sea la respuesta, ya tenemos material para hablar por mucho tiempo, sin duda alguna.
En fin, esta situación es un verdadero arroz con dulce para la política nacional. Un drama familiar a escala nacional, con tintes de comedia involuntaria y una pizca de incertidumbre. Ahora, díganme ustedes: ¿creen que la enfermedad del Presidente es real, o es simplemente una artimaña política para influir en la votación de mañana? ¿Y si realmente está enfermo, debería presentarse igual al Congreso o priorizar su recuperación?