¡Ay, Dios mío! La paciencia de los conductores que transitan la ruta que une Paraíso con Cartago está llegando al límite. El puente en Las Cóncavas, ese cuello de botella que nos conocemos de memoria, sigue siendo un dolor de cabeza monumental. Ya van varios meses de obras y el tráfico… bueno, el tráfico es una torta, ¡pura torta!
Imagínate esto: dos kilómetros que deberían tardar unos quince minutos, te pueden tomar casi hora y media. Una hora y media, chunche. Eso sí que afecta la calidad de vida, porque llegas al trabajo hecho polvo, pierdes tiempo valioso con la familia y, encima, gastas gasolina a lo loco. Los taxis están cobrando el doble, los autobuses reventados... ¡Qué sal!
Pero resulta que alguien decidió hacer algo al respecto. Se trata de Pablo García Monge, un estudiante de filosofía de Cartago que parece tener ganas de cambiar las cosas. El mae, movido por la frustración de todos nosotros, escribió una carta formal al alcalde de Cartago, Mario Redondo Poveda. Le explica la situación como nadie, diciéndole que ya es hora de ponerle atención a este brete.
En la misiva, García le pide al alcalde que se pinte de rojo y explique qué va a hacer para aliviar el tráfico. No le basta con decir “estamos trabajando en ello”. Quiere saber medidas concretas, planes a corto plazo y plazos definidos. ¡Y razón no le falta! Con toda la ley en la mano, la institución pública tiene que responderle en diez días, a menos que haya una justificación super sólida.
El joven también aprovecha para recordarle al alcalde que estamos en Costa Rica, donde la transparencia es importante. Remarcó que la Ley Marco de Acceso a la Información Pública nos da derecho a saber cómo se manejan nuestros impuestos y qué se está haciendo para solucionar problemas tan básicos como ir del trabajo a casa sin perder la mitad del día. Que si no, ¿para qué sirve todo?
Lo curioso es que, hasta ahora, silencio absoluto por parte de la Municipalidad. Ni un comunicado, ni una explicación, nada. Los automovilistas seguimos atascados en Las Cóncavas, apretujados como sardinas en lata, mientras esperamos una respuesta que parece que nunca llegará. Uno se pregunta si realmente les importa lo que pensamos los ciudadanos o si están esperando que nos acostumbremos a vivir con el embotellamiento permanente.
Algunos dicen que es culpa de la planificación, otros culpan a la empresa constructora, otros que simplemente Cartago está creciendo demasiado rápido y la infraestructura no da abasto. Pero la verdad es que la gente necesita soluciones YA. Este asunto del puente no es ningún juego, es la vida diaria de miles de personas que dependen de esa carretera para trabajar, estudiar y estar con sus familias. Ahora la pregunta es: ¿Será que la Municipalidad se va a despertar antes de que nos vayamos todos al traste?
Con todo esto, me pregunto: ¿Ustedes creen que la Municipalidad debería implementar rutas alternativas temporales para descongestionar Las Cóncavas durante la construcción, aunque eso implique invertir en transporte público adicional? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero leerlas!
Imagínate esto: dos kilómetros que deberían tardar unos quince minutos, te pueden tomar casi hora y media. Una hora y media, chunche. Eso sí que afecta la calidad de vida, porque llegas al trabajo hecho polvo, pierdes tiempo valioso con la familia y, encima, gastas gasolina a lo loco. Los taxis están cobrando el doble, los autobuses reventados... ¡Qué sal!
Pero resulta que alguien decidió hacer algo al respecto. Se trata de Pablo García Monge, un estudiante de filosofía de Cartago que parece tener ganas de cambiar las cosas. El mae, movido por la frustración de todos nosotros, escribió una carta formal al alcalde de Cartago, Mario Redondo Poveda. Le explica la situación como nadie, diciéndole que ya es hora de ponerle atención a este brete.
En la misiva, García le pide al alcalde que se pinte de rojo y explique qué va a hacer para aliviar el tráfico. No le basta con decir “estamos trabajando en ello”. Quiere saber medidas concretas, planes a corto plazo y plazos definidos. ¡Y razón no le falta! Con toda la ley en la mano, la institución pública tiene que responderle en diez días, a menos que haya una justificación super sólida.
El joven también aprovecha para recordarle al alcalde que estamos en Costa Rica, donde la transparencia es importante. Remarcó que la Ley Marco de Acceso a la Información Pública nos da derecho a saber cómo se manejan nuestros impuestos y qué se está haciendo para solucionar problemas tan básicos como ir del trabajo a casa sin perder la mitad del día. Que si no, ¿para qué sirve todo?
Lo curioso es que, hasta ahora, silencio absoluto por parte de la Municipalidad. Ni un comunicado, ni una explicación, nada. Los automovilistas seguimos atascados en Las Cóncavas, apretujados como sardinas en lata, mientras esperamos una respuesta que parece que nunca llegará. Uno se pregunta si realmente les importa lo que pensamos los ciudadanos o si están esperando que nos acostumbremos a vivir con el embotellamiento permanente.
Algunos dicen que es culpa de la planificación, otros culpan a la empresa constructora, otros que simplemente Cartago está creciendo demasiado rápido y la infraestructura no da abasto. Pero la verdad es que la gente necesita soluciones YA. Este asunto del puente no es ningún juego, es la vida diaria de miles de personas que dependen de esa carretera para trabajar, estudiar y estar con sus familias. Ahora la pregunta es: ¿Será que la Municipalidad se va a despertar antes de que nos vayamos todos al traste?
Con todo esto, me pregunto: ¿Ustedes creen que la Municipalidad debería implementar rutas alternativas temporales para descongestionar Las Cóncavas durante la construcción, aunque eso implique invertir en transporte público adicional? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero leerlas!