¡Ay, Dios mío, qué bronca! La presidenta de la CCSS, Mónica Taylor, anda que trina porque la Contraloría le está sacando puras cosquillas al nuevo sistema ERP-SAP. Parece que la vaina no va tan chiva como pintaban y ahora toca recoger los pedazos de esta movida que se salió de las manos. El asunto es que, parece, hay más que números rojos en juego aquí, ¡mae!
La cosa es que el informe de la Contraloría, con nombre rimbombante de DFOE-BIS-0647, pinta un panorama bien oscuro. Resulta que la implementación del ERP-SAP fue más rápida que rayo, casi sin revisar si todo estaba listo. Como si hubieran metido el carro al río sin echarle agua primero, ¿me entienden? Las instancias técnicas ya habían avisado que no era buen momento, pero a nadie le hizo caso. ¡Un despiste monumental, diay!
Y ahí empiezan los problemas: las cosas no andan bien en la cadena de suministro, tuvieron que cancelar cirugías, los pagos van con retraso y ni siquiera saben dónde está la plata. Según la Contraloría, estamos hablando de una crisis seria, no de simples ajustes. "El impacto no es abstracto", dicen ellos, "afecta directamente a pacientes, personal de salud y la confianza ciudadana". ¡Eso duele, mae! Que se entere la gente.
Pero eso no es todo, porque el presidente Chaves, que siempre tiene algo que decir, salió en defensa de Mónica Taylor con toda. Dice que la Contraloría quiere dar un golpe de estado y que Marta Acosta, la señora de los escáneres, quiere controlar hasta la CCSS. ¡Un relajo total! Él incluso propuso que todos renuncien y que le den el puesto a Acosta como primera ministra desde el Congreso. ¡Imagínate la escena, pura comedia!
El informe de la Contraloría no se queda corto: exigen que pongan orden en el papeleo, recuperen la independencia técnica, refuercen la supervisión y, sobre todo, que empiecen a hacer las cosas bien. Porque, como bien dicen ellos, “el control no es una formalidad administrativa, es la expresión práctica e indelegable del deber estatal de resguardar la vida, los recursos y la confianza pública”. ¡Que no se vayan pa' la olla con la plata de la gente!
Y para rematar, todavía quedan miles de facturas pendientes por pagar, ¡casi diez mil! Eso suma unos colonos 35 mil millones de colones, una cifra que te deja helao. Claramente, la cosa no está fácil y la CCSS está pasando por momentos difíciles. Se necesitaba reformar el sistema desde hace rato, ¿verdad?, pero parece que se apresuraron demasiado. ¡Qué vara!
Ahora, entre tanto reclamo y justificación, lo que realmente importa es cómo afecta esto a la gente. Pacientes esperando atención médica, trabajadores preocupados por su empleo y un sistema de salud que está tambaleándose. Esto no es un juego, es la salud de todos los costarricenses en riesgo. Hay que encontrar soluciones rápidas y eficientes, porque la paciencia se agota y la confianza se pierde rápido.
Entonces, ¿qué opinan, compañeros del foro? ¿Quién tiene la razón en esta pelea entre la CCSS y la Contraloría? ¿Cree usted que el ERP-SAP puede salvar la Caja o ya es demasiado tarde? ¡Dígame su opinión, vamos a debatir un poquito, que necesitamos desahogarnos con esta torta!
La cosa es que el informe de la Contraloría, con nombre rimbombante de DFOE-BIS-0647, pinta un panorama bien oscuro. Resulta que la implementación del ERP-SAP fue más rápida que rayo, casi sin revisar si todo estaba listo. Como si hubieran metido el carro al río sin echarle agua primero, ¿me entienden? Las instancias técnicas ya habían avisado que no era buen momento, pero a nadie le hizo caso. ¡Un despiste monumental, diay!
Y ahí empiezan los problemas: las cosas no andan bien en la cadena de suministro, tuvieron que cancelar cirugías, los pagos van con retraso y ni siquiera saben dónde está la plata. Según la Contraloría, estamos hablando de una crisis seria, no de simples ajustes. "El impacto no es abstracto", dicen ellos, "afecta directamente a pacientes, personal de salud y la confianza ciudadana". ¡Eso duele, mae! Que se entere la gente.
Pero eso no es todo, porque el presidente Chaves, que siempre tiene algo que decir, salió en defensa de Mónica Taylor con toda. Dice que la Contraloría quiere dar un golpe de estado y que Marta Acosta, la señora de los escáneres, quiere controlar hasta la CCSS. ¡Un relajo total! Él incluso propuso que todos renuncien y que le den el puesto a Acosta como primera ministra desde el Congreso. ¡Imagínate la escena, pura comedia!
El informe de la Contraloría no se queda corto: exigen que pongan orden en el papeleo, recuperen la independencia técnica, refuercen la supervisión y, sobre todo, que empiecen a hacer las cosas bien. Porque, como bien dicen ellos, “el control no es una formalidad administrativa, es la expresión práctica e indelegable del deber estatal de resguardar la vida, los recursos y la confianza pública”. ¡Que no se vayan pa' la olla con la plata de la gente!
Y para rematar, todavía quedan miles de facturas pendientes por pagar, ¡casi diez mil! Eso suma unos colonos 35 mil millones de colones, una cifra que te deja helao. Claramente, la cosa no está fácil y la CCSS está pasando por momentos difíciles. Se necesitaba reformar el sistema desde hace rato, ¿verdad?, pero parece que se apresuraron demasiado. ¡Qué vara!
Ahora, entre tanto reclamo y justificación, lo que realmente importa es cómo afecta esto a la gente. Pacientes esperando atención médica, trabajadores preocupados por su empleo y un sistema de salud que está tambaleándose. Esto no es un juego, es la salud de todos los costarricenses en riesgo. Hay que encontrar soluciones rápidas y eficientes, porque la paciencia se agota y la confianza se pierde rápido.
Entonces, ¿qué opinan, compañeros del foro? ¿Quién tiene la razón en esta pelea entre la CCSS y la Contraloría? ¿Cree usted que el ERP-SAP puede salvar la Caja o ya es demasiado tarde? ¡Dígame su opinión, vamos a debatir un poquito, que necesitamos desahogarnos con esta torta!
