¡Ay, mi Dios! Aquí estamos otra vez, hablando de Fabricio Alvarado. Esta vez, los compañeros diputados le dieron un buen susto, aprobando una moción para que se quite la inmunidad. ¿Se imaginan el relajo que hubo en la Asamblea? ¡Un quilombo, diay!
Todo esto viene de esas dos denuncias por supuesto abuso sexual que tiene encima. Cosas serias, vamos, y la gente esperando que se haga justicia, con toda la razón del mundo. Como sabemos, mientras tenga la inmunidad, va a ser más difícil que el tema avance rápido, y eso no le cae bien a nadie.
La moción, que salió con 25 votos a favor y 18 en contra, básicamente le pide a Fabricio que se quite de encima ese amparo legislativo. Dice textualmente, y les copio porque qué más: “Como diputados y diputadas de esta Asamblea Legislativa, le solicitamos vehementemente que el diputado Fabricio Alvarado Muñoz, renuncie de manera inmediata a su inmunidad parlamentaria y permita que el proceso judicial planteado, avance sin interferencias, privilegios ni atrasos”. ¡Ni modo, mae, hay que jugar limpio!
Ahora, algunos dicen que esto es pura persecución política, que quieren tumbarlo a cualquier costo. Otros aseguran que es simplemente defender el Estado de Derecho y garantizar que todos tengan igualdad ante la ley. Eso sí, mucha conversación en redes sociales, broncas entre comentaristas… el rollo de siempre, vamos. ¿Pero qué esperaban?
Por supuesto, Fabricio aún puede apelar a sus derechos, buscar formas de evitar que se levante la inmunidad. Pero esta votación le pone mucha presión, ya no puede andar dando vueltas. La bola ya echada, como decimos acá en el país. Y la verdad es que el ambiente político está más caliente que gallina pochada, con estos preparativos para el cambio de mando del 2025.
Esto también tiene implicaciones políticas más amplias. El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que él representa, tendrá que lidiar con este escándalo y ver cómo afecta su imagen. Imagínate, si el proceso judicial avanza y salen cosas feas a la luz... eso podría dañar seriamente sus posibilidades en futuras elecciones. El pulso está pegao, señores. Un brete, ¡qué nivel!
Algunos analistas políticos comentan que este caso revela una debilidad estructural en el sistema político costarricense, donde figuras públicas a veces parecen estar por encima de la ley. Un problema serio, que requiere soluciones profundas, pero bueno, eso ya es otro capítulo. Mientras tanto, la ciudadanía espera respuestas y un proceso justo y transparente, sin privilegios para nadie.
En fin, la cosa está que arde. Con este panorama, me pregunto: ¿Cree usted que la aprobación de esta moción es un paso positivo hacia la justicia, o es parte de una estrategia política más amplia? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios! ¿Y qué piensa usted sobre la influencia de estas situaciones en la confianza de la población en nuestros representantes?
	
		
			
		
		
	
				
			Todo esto viene de esas dos denuncias por supuesto abuso sexual que tiene encima. Cosas serias, vamos, y la gente esperando que se haga justicia, con toda la razón del mundo. Como sabemos, mientras tenga la inmunidad, va a ser más difícil que el tema avance rápido, y eso no le cae bien a nadie.
La moción, que salió con 25 votos a favor y 18 en contra, básicamente le pide a Fabricio que se quite de encima ese amparo legislativo. Dice textualmente, y les copio porque qué más: “Como diputados y diputadas de esta Asamblea Legislativa, le solicitamos vehementemente que el diputado Fabricio Alvarado Muñoz, renuncie de manera inmediata a su inmunidad parlamentaria y permita que el proceso judicial planteado, avance sin interferencias, privilegios ni atrasos”. ¡Ni modo, mae, hay que jugar limpio!
Ahora, algunos dicen que esto es pura persecución política, que quieren tumbarlo a cualquier costo. Otros aseguran que es simplemente defender el Estado de Derecho y garantizar que todos tengan igualdad ante la ley. Eso sí, mucha conversación en redes sociales, broncas entre comentaristas… el rollo de siempre, vamos. ¿Pero qué esperaban?
Por supuesto, Fabricio aún puede apelar a sus derechos, buscar formas de evitar que se levante la inmunidad. Pero esta votación le pone mucha presión, ya no puede andar dando vueltas. La bola ya echada, como decimos acá en el país. Y la verdad es que el ambiente político está más caliente que gallina pochada, con estos preparativos para el cambio de mando del 2025.
Esto también tiene implicaciones políticas más amplias. El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que él representa, tendrá que lidiar con este escándalo y ver cómo afecta su imagen. Imagínate, si el proceso judicial avanza y salen cosas feas a la luz... eso podría dañar seriamente sus posibilidades en futuras elecciones. El pulso está pegao, señores. Un brete, ¡qué nivel!
Algunos analistas políticos comentan que este caso revela una debilidad estructural en el sistema político costarricense, donde figuras públicas a veces parecen estar por encima de la ley. Un problema serio, que requiere soluciones profundas, pero bueno, eso ya es otro capítulo. Mientras tanto, la ciudadanía espera respuestas y un proceso justo y transparente, sin privilegios para nadie.
En fin, la cosa está que arde. Con este panorama, me pregunto: ¿Cree usted que la aprobación de esta moción es un paso positivo hacia la justicia, o es parte de una estrategia política más amplia? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios! ¿Y qué piensa usted sobre la influencia de estas situaciones en la confianza de la población en nuestros representantes?