¡Ay, Dios mío! Parece que la cosa está más dura que pan seco. Según el nuevo reporte del INEC, los hogares costarricenses estamos gastando promedialmente ¢687.000 mensuales. Sí, ya leyeron bien. Casi siete bochas solo para mantenernos a flote. Ya ni sé si reírnos o llorarnos, pero la verdad es que aprieta el bolsillo, ¿verdad, maes?
Esta cifra viene dada por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, y nos muestra que, a pesar de los esfuerzos, seguimos viendo cómo se nos va la lana. A esto hay que sumarle los ¢143.657 que destinamos a esos pagos fijos al Estado, bancos, y otras cosas que no podemos esquivar, porque sino ¡nos vamos al traste!. Es un brete estar llevando todos estos gastos cada mes.
Si le damos un buen clavazo al tema, la mayor parte de nuestro dinero – un 19.3% – se va en comida y bebida. ¡Qué carga! Pensé que ya habíamos aprendido a cocinar frijoles secos y arroz, pero parece que todavía andamos comprando paquetitos procesados. Después nos viene el transporte, con un 17.6%, que con el precio de la gasolina anda para que te duela. No queda otra que agarrarle cariño al bus, máng!
Luego le siguen los gastos de la casa: renta, servicios básicos como luz y agua, que ya valen una fortuna. ¡Y eso que dicen que tenemos el agua más barata de Latinoamérica! Todavía nos toca ahorrar energía apagando luces y aprovechando el sol, porque con estas cuentas, hasta el aire acondicionado lo pensamos dos veces antes de encenderlo. El cuidado personal, la salud, y hasta mandarnos unas vacaciones ocasionales…todo suma a este gasto considerable.
Lo curioso es ver cómo ha cambiado nuestros hábitos. La última ENIGH, la del 2018, mostraba un panorama distinto. Al parecer, hemos incorporado nuevas “necesidades” y “gustos”. Antes quizás nos conformábamos con ir al cine una vez al año, ahora queremos Netflix, Spotify Premium y seguirle la corriente a todas las tendencias que vemos en TikTok. No digo que esté mal disfrutar la vida, pero a costa de qué, maes?
Y hablando de cambios, resulta que el gasto en transporte ha subido un 15.5% desde el 2018. ¡Una torta! Esto demuestra que el transporte público sigue siendo un problema serio. ¿Cómo esperamos que la gente deje el carro si los buses siempre llegan tarde y llenos hasta arriba? Por otro lado, veo que nos estamos preocupando más por nuestra salud y por tener acceso a internet, pero bueno, supongo que es señal de que estamos progresando, aunque el bolsillo grite.
Además de los alimentos, otros sectores como la vivienda, el transporte, la salud y las comunicaciones están ganando terreno en nuestro presupuesto mensual. Y ni hablemos de la ropa y el calzado... ¡qué ganas de renovar el guardarropa!, pero con lo que cuesta todo, a veces hay que recurrir a las tiendas de segunda mano o a pedir prestado a la vecina. Ya diay, la vida no es fácil…
Con tantos gastos y precios por las nubes, me pregunto: ¿ustedes creen que el gobierno debería implementar medidas más efectivas para ayudar a los hogares costarricenses a enfrentar esta crisis económica o simplemente deberíamos resignarnos a apretar aún más el cinturón? Déjenme leer sus opiniones en el foro, ¡dale!
Esta cifra viene dada por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, y nos muestra que, a pesar de los esfuerzos, seguimos viendo cómo se nos va la lana. A esto hay que sumarle los ¢143.657 que destinamos a esos pagos fijos al Estado, bancos, y otras cosas que no podemos esquivar, porque sino ¡nos vamos al traste!. Es un brete estar llevando todos estos gastos cada mes.
Si le damos un buen clavazo al tema, la mayor parte de nuestro dinero – un 19.3% – se va en comida y bebida. ¡Qué carga! Pensé que ya habíamos aprendido a cocinar frijoles secos y arroz, pero parece que todavía andamos comprando paquetitos procesados. Después nos viene el transporte, con un 17.6%, que con el precio de la gasolina anda para que te duela. No queda otra que agarrarle cariño al bus, máng!
Luego le siguen los gastos de la casa: renta, servicios básicos como luz y agua, que ya valen una fortuna. ¡Y eso que dicen que tenemos el agua más barata de Latinoamérica! Todavía nos toca ahorrar energía apagando luces y aprovechando el sol, porque con estas cuentas, hasta el aire acondicionado lo pensamos dos veces antes de encenderlo. El cuidado personal, la salud, y hasta mandarnos unas vacaciones ocasionales…todo suma a este gasto considerable.
Lo curioso es ver cómo ha cambiado nuestros hábitos. La última ENIGH, la del 2018, mostraba un panorama distinto. Al parecer, hemos incorporado nuevas “necesidades” y “gustos”. Antes quizás nos conformábamos con ir al cine una vez al año, ahora queremos Netflix, Spotify Premium y seguirle la corriente a todas las tendencias que vemos en TikTok. No digo que esté mal disfrutar la vida, pero a costa de qué, maes?
Y hablando de cambios, resulta que el gasto en transporte ha subido un 15.5% desde el 2018. ¡Una torta! Esto demuestra que el transporte público sigue siendo un problema serio. ¿Cómo esperamos que la gente deje el carro si los buses siempre llegan tarde y llenos hasta arriba? Por otro lado, veo que nos estamos preocupando más por nuestra salud y por tener acceso a internet, pero bueno, supongo que es señal de que estamos progresando, aunque el bolsillo grite.
Además de los alimentos, otros sectores como la vivienda, el transporte, la salud y las comunicaciones están ganando terreno en nuestro presupuesto mensual. Y ni hablemos de la ropa y el calzado... ¡qué ganas de renovar el guardarropa!, pero con lo que cuesta todo, a veces hay que recurrir a las tiendas de segunda mano o a pedir prestado a la vecina. Ya diay, la vida no es fácil…
Con tantos gastos y precios por las nubes, me pregunto: ¿ustedes creen que el gobierno debería implementar medidas más efectivas para ayudar a los hogares costarricenses a enfrentar esta crisis económica o simplemente deberíamos resignarnos a apretar aún más el cinturón? Déjenme leer sus opiniones en el foro, ¡dale!