¡Ay, Dios mío! Otra vez Barrio Dent bajo el agua. Y ni les cuento la bronca que hay, porque parece que nadie sabía que esto iba a pasar. Las fotos y videos dando vueltas en WhatsApp muestran carros a medio sumergir, gente tratando de salvar sus cosas y un ambiente general de quédate… pues vaya. Lo que empezó como una molestia terminó siendo un brete gordo para los vecinos, y ahora todos buscando quién le tira la primera piedra.
La raíz del problema, según los expertos del Lanamme, no sería directamente el paso a desnivel que construyeron en la Circunvalación hace unos años. Roberto Villalobos, ese profe que entiende de agua como pocos, nos explica que la verdadera falla está en una alcantarilla vieja, viejita, que se colapsó allá por atrás del centro comercial Plaza Antares. Esta alcantarilla, que antes desviaba el agua de la quebrada Negritos al río Torres, se fue al traste estructuralmente, dicen ellos, y ahora el agua simplemente se acumula y se viene encima de la gente.
Pero ojo, que la historia no termina ahí. El alcalde de Montes de Oca, Don Domingo Argüello, también echó leña al asunto, diciendo que las obras de la Circunvalación no fueron completas y que nunca se pensó en elevar la calle frente a la UCR, algo que podría haber ayudado a evitar estas inundaciones. Parece que hubo un descuido, o quizás un olvido, en el diseño original. Un despiste que ahora nos salió caro a los vecinos y a toda la ciudad.
Y claro, el Ministro de Obras Públicas, don Efraim Zeledón, no quiso quedarse callado y descartó cualquier responsabilidad del paso a desnivel. Pero eso no convence a muchos, especialmente a los que viven en Barrio Dent y ven cómo el agua entra a sus casas año tras año. Algunos dicen que es pura campaña política, otros que simplemente no quieren asumir la responsabilidad de un error que pudo haberse evitado.
Villalobos insiste en que la combinación de factores –la alcantarilla colapsada, el terreno bajo y la falta de planificación—es lo que generó esta situación tan preocupante. Él recuerda que incluso antes de construir la alcantarilla, Barrio Dent era propenso a inundaciones, así que siempre ha sido una zona vulnerable. Lo que pasó es que durante casi treinta años, la alcantarilla hizo bien su trabajo, hasta que llegó el momento de decir 'adiós'.
Ahora, mientras tanto, los vecinos de Barrio Dent siguen limpiando lodo y evaluando los daños. Algunas familias tuvieron que ser evacuadas, otras perdieron pertenencias valiosas. La solidaridad entre los vecinos ha sido impresionante, la gente ayudándose mutuamente a sacar sus cosas, a limpiar, a ofrecer comida caliente. En medio del caos, la unión hace la fuerza, dicen por ahí.
Este caso pone en evidencia varias cosas. Primero, la importancia de la planificación urbana y la necesidad de considerar los riesgos naturales al construir infraestructura. Segundo, la fragilidad de nuestras defensas hidráulicas y la urgencia de invertir en mantenimiento y modernización. Tercero, la responsabilidad de las autoridades públicas de atender las necesidades de la población y garantizar su seguridad. Porque, al final del día, estos son nuestros hogares, nuestra comunidad, nuestro país.
Ante este panorama, surge la gran pregunta: ¿Debería el gobierno priorizar la reparación inmediata de la alcantarilla colapsada o realizar una revisión completa del diseño de la Circunvalación para prevenir futuras inundaciones, incluso si eso implica replantear proyectos ya iniciados? ¡Danos tu opinión en el foro, mae!
La raíz del problema, según los expertos del Lanamme, no sería directamente el paso a desnivel que construyeron en la Circunvalación hace unos años. Roberto Villalobos, ese profe que entiende de agua como pocos, nos explica que la verdadera falla está en una alcantarilla vieja, viejita, que se colapsó allá por atrás del centro comercial Plaza Antares. Esta alcantarilla, que antes desviaba el agua de la quebrada Negritos al río Torres, se fue al traste estructuralmente, dicen ellos, y ahora el agua simplemente se acumula y se viene encima de la gente.
Pero ojo, que la historia no termina ahí. El alcalde de Montes de Oca, Don Domingo Argüello, también echó leña al asunto, diciendo que las obras de la Circunvalación no fueron completas y que nunca se pensó en elevar la calle frente a la UCR, algo que podría haber ayudado a evitar estas inundaciones. Parece que hubo un descuido, o quizás un olvido, en el diseño original. Un despiste que ahora nos salió caro a los vecinos y a toda la ciudad.
Y claro, el Ministro de Obras Públicas, don Efraim Zeledón, no quiso quedarse callado y descartó cualquier responsabilidad del paso a desnivel. Pero eso no convence a muchos, especialmente a los que viven en Barrio Dent y ven cómo el agua entra a sus casas año tras año. Algunos dicen que es pura campaña política, otros que simplemente no quieren asumir la responsabilidad de un error que pudo haberse evitado.
Villalobos insiste en que la combinación de factores –la alcantarilla colapsada, el terreno bajo y la falta de planificación—es lo que generó esta situación tan preocupante. Él recuerda que incluso antes de construir la alcantarilla, Barrio Dent era propenso a inundaciones, así que siempre ha sido una zona vulnerable. Lo que pasó es que durante casi treinta años, la alcantarilla hizo bien su trabajo, hasta que llegó el momento de decir 'adiós'.
Ahora, mientras tanto, los vecinos de Barrio Dent siguen limpiando lodo y evaluando los daños. Algunas familias tuvieron que ser evacuadas, otras perdieron pertenencias valiosas. La solidaridad entre los vecinos ha sido impresionante, la gente ayudándose mutuamente a sacar sus cosas, a limpiar, a ofrecer comida caliente. En medio del caos, la unión hace la fuerza, dicen por ahí.
Este caso pone en evidencia varias cosas. Primero, la importancia de la planificación urbana y la necesidad de considerar los riesgos naturales al construir infraestructura. Segundo, la fragilidad de nuestras defensas hidráulicas y la urgencia de invertir en mantenimiento y modernización. Tercero, la responsabilidad de las autoridades públicas de atender las necesidades de la población y garantizar su seguridad. Porque, al final del día, estos son nuestros hogares, nuestra comunidad, nuestro país.
Ante este panorama, surge la gran pregunta: ¿Debería el gobierno priorizar la reparación inmediata de la alcantarilla colapsada o realizar una revisión completa del diseño de la Circunvalación para prevenir futuras inundaciones, incluso si eso implica replantear proyectos ya iniciados? ¡Danos tu opinión en el foro, mae!