¡Ay, pata! Resulta que Javier Quirós, el toño del Grupo Purdy, anda liderando el ranking de los 100 líderes con más renombre en Costa Rica. Según Merco, el monitor de esas cosas, parece que don Javier tiene una reputación que le gana hasta al café bien cargadito. Con una puntuación perfecta de 10.000, claro que sí, se roba el show, dejando atrás a otros pesos pesados del empresariado nacional.
Para quienes no estén enterados, Merco hace unos estudios así, donde miden el prestigio de las empresas y sus líderes. No es que se inventan la cosa, eh; tienen un panel de expertos – periodistas, analistas, catedráticos, directivos de empresas que mueven buenos billetes – que le dan una calificación basada en varios factores. Dicen que le ponen un montón de cariño al proceso, aunque suena medio rarito porque parece que le hacen ganar mucho a algunos, ¿verdad?
Y hablando de cómo le hacen ganar, resulta que el 42% de la evaluación viene de esos mismos directivos de empresas que facturan más de diez palos. ¡Qué vara! Uno se queda pensando si realmente es tan objetiva la cosa. Luego, otro 28% lo dan los periodistas y expertos en comunicación… ahí ya me da más confianza, porque ellos saben bien cómo funciona la movida y no se dejan engañar fácilmente, diay.
En el top cinco también encontramos caras conocidas, como Franklin Chang (de Ad Astra Rocket, siempre buscando llevar el fogoncito a la luna), Ileana Rojas (de Intel, que nos mantiene a flote con esos empleos), Federico Odio (del BAC, el banco que todos usamos, aunque a veces nos toque jalarse una torta con los intereses), y Francis Durman (del Grupo Montecristo, que siempre trae proyectos interesantes, aunque a veces son medio complejos).
Pero ojo, que el ranking va más allá de estos cinco nombres. Hay una lista larguísima de empresarios y emprendedores que están haciendo cosas chingonas por Costa Rica. Desde Rolando Carvajal (de Fifco) pasando por Laura Moreno (otra del BAC, ¿será que ahí hay magia?), Alberto Trejos (del INCAE, formando futuros líderes), María Pía Robles (también de Fifco, parece que les gusta juntarse), y hasta gente como Guillermo Alonso Guzmán (de Auto Mercado), que nos facilita la vida con esos carros.
Ahora bien, ¿qué significa esto en realidad? Pues, aparentemente, que estas personas son vistas como modelos a seguir, referentes de éxito y buen manejo empresarial. Lo cual, honestamente, es bueno para el país, porque inspira a otros a esforzarse y a perseguir sus sueños. Aunque, a veces, uno piensa que el éxito se mide solo en dinero y poder, ¿no creen?
Lo interesante es que Merco lleva operando 25 años en el mundo entero, investigando el tema de la reputación bajo principios científicos. Dicen que no reciben subvenciones ni patrocinios, que sus ingresos vienen de vender informes confidenciales... ¡Qué fino! Eso le da un poquito más de crédito al asunto, aunque igual uno siempre se queda con la espinita de si hay algún tipo de influencia detrás. Al final, la reputación es como el clima, cambia constantemente, ¿verdad?
Entonces, ¿ustedes qué opinan, pura’eh? Considerando que una parte importante de la evaluación proviene de directivos de grandes empresas, ¿cree que el ranking refleja realmente el impacto positivo de estos líderes en la sociedad costarricense, o hay otros factores en juego que deberían ser tomados en cuenta? ¡Déjenme sus comentarios!
Para quienes no estén enterados, Merco hace unos estudios así, donde miden el prestigio de las empresas y sus líderes. No es que se inventan la cosa, eh; tienen un panel de expertos – periodistas, analistas, catedráticos, directivos de empresas que mueven buenos billetes – que le dan una calificación basada en varios factores. Dicen que le ponen un montón de cariño al proceso, aunque suena medio rarito porque parece que le hacen ganar mucho a algunos, ¿verdad?
Y hablando de cómo le hacen ganar, resulta que el 42% de la evaluación viene de esos mismos directivos de empresas que facturan más de diez palos. ¡Qué vara! Uno se queda pensando si realmente es tan objetiva la cosa. Luego, otro 28% lo dan los periodistas y expertos en comunicación… ahí ya me da más confianza, porque ellos saben bien cómo funciona la movida y no se dejan engañar fácilmente, diay.
En el top cinco también encontramos caras conocidas, como Franklin Chang (de Ad Astra Rocket, siempre buscando llevar el fogoncito a la luna), Ileana Rojas (de Intel, que nos mantiene a flote con esos empleos), Federico Odio (del BAC, el banco que todos usamos, aunque a veces nos toque jalarse una torta con los intereses), y Francis Durman (del Grupo Montecristo, que siempre trae proyectos interesantes, aunque a veces son medio complejos).
Pero ojo, que el ranking va más allá de estos cinco nombres. Hay una lista larguísima de empresarios y emprendedores que están haciendo cosas chingonas por Costa Rica. Desde Rolando Carvajal (de Fifco) pasando por Laura Moreno (otra del BAC, ¿será que ahí hay magia?), Alberto Trejos (del INCAE, formando futuros líderes), María Pía Robles (también de Fifco, parece que les gusta juntarse), y hasta gente como Guillermo Alonso Guzmán (de Auto Mercado), que nos facilita la vida con esos carros.
Ahora bien, ¿qué significa esto en realidad? Pues, aparentemente, que estas personas son vistas como modelos a seguir, referentes de éxito y buen manejo empresarial. Lo cual, honestamente, es bueno para el país, porque inspira a otros a esforzarse y a perseguir sus sueños. Aunque, a veces, uno piensa que el éxito se mide solo en dinero y poder, ¿no creen?
Lo interesante es que Merco lleva operando 25 años en el mundo entero, investigando el tema de la reputación bajo principios científicos. Dicen que no reciben subvenciones ni patrocinios, que sus ingresos vienen de vender informes confidenciales... ¡Qué fino! Eso le da un poquito más de crédito al asunto, aunque igual uno siempre se queda con la espinita de si hay algún tipo de influencia detrás. Al final, la reputación es como el clima, cambia constantemente, ¿verdad?
Entonces, ¿ustedes qué opinan, pura’eh? Considerando que una parte importante de la evaluación proviene de directivos de grandes empresas, ¿cree que el ranking refleja realmente el impacto positivo de estos líderes en la sociedad costarricense, o hay otros factores en juego que deberían ser tomados en cuenta? ¡Déjenme sus comentarios!