¡Ay, Dios mío, qué bronca la que le tocó vivir a tanta familia en La Carpio! Las lluvias de estos días pasados dejaron un reguero de destrucción y desesperación, dejando a más de veinte familias sin casi nada, ahí mismo, a pura pata. La zona, especialmente los que viven cerca del río Torres, sufrieron pérdidas que te dejan helao, desde casas hasta los pocos chinches que tenían guardados.
Y es que La Carpio, aunque a veces le caen palos injustos, siempre ha sido una colmena de gente trabajadora y aguerrida. Se fajaron duro durante la pandemia, y ahora, otra vez, tienen que luchar contra viento y marea para salir adelante. La resiliencia de esos vecinos es de campeonato, ¡qué ganas de comerla! Pero ni la fe más grande puede arreglar todo solo; necesitan una manito de nuestra parte, de todos nosotros, ticos decentes.
Por suerte, la Fundación Sifais, que lleva años echándole ganas por la comunidad, no se quedó cruzada de brazos. Lanzaron una campaña para juntar ayuda urgente: ropa, comida que no se eche a perder rápido, productos de limpieza, camas pa’ dormir cómodo y hasta algunos chunches pa’ los nenes. Porque, díganlo conmigo, nadie merece dormir en la calle ni pasar penurias así. Esa fundación, desde 2011, va dando bretes bien duros por los barrios menos favorecidos del país, y esta vez quieren demostrar que juntos podemos mover montañas.
Maris Stella Fernández, la presidenta de Sifais, lo dijo claro: "La Carpio siempre ha demostrado ser una comunidad fuerte, solidaria y resiliente. Hoy necesita de nuestro apoyo y de todo el país para volver a levantarse." Tiene toda la razón del mundo, Mae. No hay nada más bonito que ver cómo un pueblo se une para apoyarse mutuamente en tiempos difíciles. La solidaridad es nuestro mayor tesoro, y ahora toca desempolvarla y ponerla a trabajar.
Si tú quieres echar una mano, puedes llevar tu donación a las oficinas de Eureka Comunicación, que están a unos buenos 750 metros del Estadio Nacional, justo donde va el Boulevard de Rohrmoser. Ahí abren de lunes a viernes, así que ya sabes, si tienes un ratito, pásate y deja lo que puedas. Otra opción es ir directo a la sede de Sifais en La Carpio, en el edificio Cuevadeluz, que abre todos los días. Así que no hay excusas, ¡pon manos a la obra!
Pero si no te da el tiempo de moverte, no te preocupes, porque también puedes hacer tu aporte por medio de Sinpe Móvil. Solo tienes que enviar el dinero al número 8997-8963 y en el detalle poner: “Donación a familias afectadas por inundación”. Así, desde la comodidad de tu casa, ayudas a que esas familias vuelvan a tener un techo digno y comida en la mesa. Pura vida, ¡eso es lo que importa!
Y hablando de eso, me pregunto… ¿cree usted que el gobierno debería estar haciendo más para prevenir este tipo de tragedias recurrentes en zonas vulnerables como La Carpio? ¿Es suficiente con las ayudas emergentes o deberíamos invertir en soluciones a largo plazo para proteger a estas comunidades de los efectos del cambio climático?
En fin, espero que esta campaña tenga mucho éxito y que todas las familias afectadas puedan recuperarse pronto. ¡Vamos, ticos, demostremos que somos capaces de tender una mano al prójimo! Que no se diga que somos un país insensible, ¡ni modo! Y recuerden, un granito de arena hace una playa. Compartan esta noticia, inviten a sus amigos y familiares a participar, ¡y hagamos que La Carpio vuelva a brillar con luz propia! ¿Cuál cree que sería la forma más efectiva de ayudar a largo plazo a las comunidades afectadas por desastres naturales en Costa Rica, más allá de las donaciones puntuales?
Y es que La Carpio, aunque a veces le caen palos injustos, siempre ha sido una colmena de gente trabajadora y aguerrida. Se fajaron duro durante la pandemia, y ahora, otra vez, tienen que luchar contra viento y marea para salir adelante. La resiliencia de esos vecinos es de campeonato, ¡qué ganas de comerla! Pero ni la fe más grande puede arreglar todo solo; necesitan una manito de nuestra parte, de todos nosotros, ticos decentes.
Por suerte, la Fundación Sifais, que lleva años echándole ganas por la comunidad, no se quedó cruzada de brazos. Lanzaron una campaña para juntar ayuda urgente: ropa, comida que no se eche a perder rápido, productos de limpieza, camas pa’ dormir cómodo y hasta algunos chunches pa’ los nenes. Porque, díganlo conmigo, nadie merece dormir en la calle ni pasar penurias así. Esa fundación, desde 2011, va dando bretes bien duros por los barrios menos favorecidos del país, y esta vez quieren demostrar que juntos podemos mover montañas.
Maris Stella Fernández, la presidenta de Sifais, lo dijo claro: "La Carpio siempre ha demostrado ser una comunidad fuerte, solidaria y resiliente. Hoy necesita de nuestro apoyo y de todo el país para volver a levantarse." Tiene toda la razón del mundo, Mae. No hay nada más bonito que ver cómo un pueblo se une para apoyarse mutuamente en tiempos difíciles. La solidaridad es nuestro mayor tesoro, y ahora toca desempolvarla y ponerla a trabajar.
Si tú quieres echar una mano, puedes llevar tu donación a las oficinas de Eureka Comunicación, que están a unos buenos 750 metros del Estadio Nacional, justo donde va el Boulevard de Rohrmoser. Ahí abren de lunes a viernes, así que ya sabes, si tienes un ratito, pásate y deja lo que puedas. Otra opción es ir directo a la sede de Sifais en La Carpio, en el edificio Cuevadeluz, que abre todos los días. Así que no hay excusas, ¡pon manos a la obra!
Pero si no te da el tiempo de moverte, no te preocupes, porque también puedes hacer tu aporte por medio de Sinpe Móvil. Solo tienes que enviar el dinero al número 8997-8963 y en el detalle poner: “Donación a familias afectadas por inundación”. Así, desde la comodidad de tu casa, ayudas a que esas familias vuelvan a tener un techo digno y comida en la mesa. Pura vida, ¡eso es lo que importa!
Y hablando de eso, me pregunto… ¿cree usted que el gobierno debería estar haciendo más para prevenir este tipo de tragedias recurrentes en zonas vulnerables como La Carpio? ¿Es suficiente con las ayudas emergentes o deberíamos invertir en soluciones a largo plazo para proteger a estas comunidades de los efectos del cambio climático?
En fin, espero que esta campaña tenga mucho éxito y que todas las familias afectadas puedan recuperarse pronto. ¡Vamos, ticos, demostremos que somos capaces de tender una mano al prójimo! Que no se diga que somos un país insensible, ¡ni modo! Y recuerden, un granito de arena hace una playa. Compartan esta noticia, inviten a sus amigos y familiares a participar, ¡y hagamos que La Carpio vuelva a brillar con luz propia! ¿Cuál cree que sería la forma más efectiva de ayudar a largo plazo a las comunidades afectadas por desastres naturales en Costa Rica, más allá de las donaciones puntuales?