¡Ay, Dios mío! Pensábamos que ya habíamos zafado de la inflación, ¿verdad? Que ahora sí íbamos tranquilos. Pero resulta que la cosa no es tan sencilla. Los números oficiales dicen una cosa, pero la billetera nos dice otra, ¿me entienden?
Según el INES, el índice general de precios apenas subió un 0.77% entre mayo de 2022 y septiembre de 2025. Suena bien, ¿no? Como si estuviéramos ahorrando. Pero espere un momento... Porque si te metes a mirar la cosa con lupa, la realidad es diferente, ¡muy diferente!
Porque pa' los que tenemos el bolsillo apretado, la variación de precios fue del 3%. ¡Tres veces más que el promedio nacional! Eso quiere decir que, aunque digan que la inflación está controlada, nosotros seguimos pagando más por lo mismo. Y esto, señores, duele bastante, porque esos changuitos que te cobran extra, al final del mes hacen una diferencia considerable.
Lo que pasa es que la inflación oficial se mide tomando en cuenta todos los productos y servicios, incluyendo unos que muchos de nosotros ni siquiera compramos. Cosas como consolas de videojuego o viajes al extranjero, que sí, bajaron de precio, pero representan una pequeñísima parte de nuestro gasto mensual. Lo que realmente importa es el precio del arroz, frijoles, huevos, tortillas, ¡las cosas básicas para sobrevivir, mae!
El economista Luis Vargas, de la UCR, nos explica que esto crea una “trampa de los promedios”. Es decir, si te quedas con el dato general, puedes pensar que estamos mejor de lo que estamos. Y ahí entran políticos que usan estos datos para decir que todo va de maravilla, cuando la verdad es que muchos seguimos pasando apuros. ¡Qué carga!
Un estudio del INES reveló cuáles son los productos que más han subido de precio durante este gobierno. La avena lidera la lista, con un aumento del 58.26%, seguida por insecticida (43.30%), naranja (41.19%) y sal (41%). ¡Hasta la sal se nos está poniendo cara! Otros productos básicos como galletas saladas, yuca, suplementos nutricionales y piña también han experimentado aumentos significativos. ¡Es un diay, pura sal!
Pero no todo es malo, porque algunos productos y servicios sí han bajado de precio. Por ejemplo, la revisión técnica de vehículos se redujo en un 57.77%, las consolas de videojuegos en un 53.01% y el limón ácido en un 47.75%. Sin embargo, estos descuentos no compensan el aumento de los productos esenciales, especialmente para aquellos de nosotros que vivimos con poco.
La clave está en entender que el impacto de la inflación no es igual para todos. Las personas con menos ingresos destinan una mayor proporción de su dinero a alimentos, lo que las hace más vulnerables a los aumentos de precios. Según el Banco Central, es una "regularidad lamentable" que los grupos más pobres gastan más en comida. Entonces, ¿qué podemos hacer para aliviar esta carga que llevamos encima? ¿Debería el gobierno implementar medidas específicas para proteger a los hogares de bajos ingresos de la inflación, o creen que las políticas actuales son suficientes?
	
		
			
		
		
	
				
			Según el INES, el índice general de precios apenas subió un 0.77% entre mayo de 2022 y septiembre de 2025. Suena bien, ¿no? Como si estuviéramos ahorrando. Pero espere un momento... Porque si te metes a mirar la cosa con lupa, la realidad es diferente, ¡muy diferente!
Porque pa' los que tenemos el bolsillo apretado, la variación de precios fue del 3%. ¡Tres veces más que el promedio nacional! Eso quiere decir que, aunque digan que la inflación está controlada, nosotros seguimos pagando más por lo mismo. Y esto, señores, duele bastante, porque esos changuitos que te cobran extra, al final del mes hacen una diferencia considerable.
Lo que pasa es que la inflación oficial se mide tomando en cuenta todos los productos y servicios, incluyendo unos que muchos de nosotros ni siquiera compramos. Cosas como consolas de videojuego o viajes al extranjero, que sí, bajaron de precio, pero representan una pequeñísima parte de nuestro gasto mensual. Lo que realmente importa es el precio del arroz, frijoles, huevos, tortillas, ¡las cosas básicas para sobrevivir, mae!
El economista Luis Vargas, de la UCR, nos explica que esto crea una “trampa de los promedios”. Es decir, si te quedas con el dato general, puedes pensar que estamos mejor de lo que estamos. Y ahí entran políticos que usan estos datos para decir que todo va de maravilla, cuando la verdad es que muchos seguimos pasando apuros. ¡Qué carga!
Un estudio del INES reveló cuáles son los productos que más han subido de precio durante este gobierno. La avena lidera la lista, con un aumento del 58.26%, seguida por insecticida (43.30%), naranja (41.19%) y sal (41%). ¡Hasta la sal se nos está poniendo cara! Otros productos básicos como galletas saladas, yuca, suplementos nutricionales y piña también han experimentado aumentos significativos. ¡Es un diay, pura sal!
Pero no todo es malo, porque algunos productos y servicios sí han bajado de precio. Por ejemplo, la revisión técnica de vehículos se redujo en un 57.77%, las consolas de videojuegos en un 53.01% y el limón ácido en un 47.75%. Sin embargo, estos descuentos no compensan el aumento de los productos esenciales, especialmente para aquellos de nosotros que vivimos con poco.
La clave está en entender que el impacto de la inflación no es igual para todos. Las personas con menos ingresos destinan una mayor proporción de su dinero a alimentos, lo que las hace más vulnerables a los aumentos de precios. Según el Banco Central, es una "regularidad lamentable" que los grupos más pobres gastan más en comida. Entonces, ¿qué podemos hacer para aliviar esta carga que llevamos encima? ¿Debería el gobierno implementar medidas específicas para proteger a los hogares de bajos ingresos de la inflación, o creen que las políticas actuales son suficientes?