La vida es bella

Deseo compartir un articulo de La Nacion que invita a ver la vida con distintos ojos y hacernos enforcar las cosas que son vitales para luchar cada dia, ahi va:

Acostado en una camilla esperaba, con cierta ansiedad, que el eminente médico Ricardo Slon terminara el examen de ultrasonido. A mi lado, Ángela Eugenia compartía la misma ansiedad y la misma esperanza. Qué alivio cuando Ricardo, el terminar el examen, nos dijo con satisfacción: “Todo está perfecto. No hay la menor señal de regreso del cáncer”.
Luego, ya más tranquilos, conversamos, no como un médico y su paciente, si no como amigos. “La alegría de ustedes, que yo comparto, nos dijo, me hacen pensar en la necesidad de que los escritores, los periodistas, las personas que, como usted, se comunican con los lectores, nos brinden, no solamente lo trágico, los delitos, la corrupción, sino también el lado bueno de la vida, que existe, la entrega de los que cuidan enfermos, la bondad y el sacrificio”.
Tiene razón Ricardo, y todos los días, si uno busca, puede encontrar muchos motivos para alegrarse y olvidarse de los problemas y de la tristeza. Pienso, por ejemplo, en el pueblo de Caño Castilla, en el norte, cerca de los Chiles, que se unió como una especie de Fuente Ovejuna tica y salvaron sus casas, sus tierras, el pueblo entero, de las garras de quienes solo veían en esas tierras el signo del dinero. Las imágenes en televisión que mostraban a los habitantes de este pueblo abrazados, llorando de alegría por haber salvado su patrimonio, son muestra de que la esperanza, la bondad y los sueños existen, y todo consiste en luchar por ellos.
Para obtener estos logros se debe, primero que nada, abandonar la envidia, que como un ácido poderoso, todo lo destruye. Se debe imitar a la naturaleza en la cual todo es positivo. La semilla que cae en el campo ya tiene un destino, al cual ayudan el sol y la lluvia. La aurora no envidia los colores de las rosas ni estás las de los bellos atardeceres.
Pienso también en Ana Frank, cuya casa en Ámsterdam visité hace ya muchos años. A pesar de toda la maldad que la golpeó, la torturó y la llevó a la muerte en un campo de concentración, junto a su hermana Margot, nunca perdió la fe en la humanidad y pudo escribir unas frases memorables: “Todavía no he abandonado todas mis esperanzas aunque parezcan absurdas e irrealizables. A pesar de todo, sigo creyendo en la bondad innata del hombre”.
Un ejemplo del positivismo que debe regir nuestras vidas se encuentra en esta extraordinaria película “La vida es bella”, escrita, dirigida y actuada por Roberto Benigni junto con su esposa, su musa en casi todos sus filmes y en la vida real, Nicoletta Broschi, que ganó el Óscar como la mejor película extranjera en el año 1999, así como el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes.
Recordarán muchos lectores que el protagonista, judío como su hijo, inventa un juego en el campo de concentración, por medio del cual mantiene la alegría y la esperanza en el niño. Aún en las peores dificultades de la vida siempre existe la posibilidad de encontrar una esperanza.
Rechacemos, entonces, todo lo negativo. Siempre, si uno busca bien, se puede encontrar la belleza y la bondad en los seres humanos. Puede ser algo sencillo: una flor, una sonrisa, los bellos sonidos de un niño que trata de comunicarse con sus padres y el mundo.
Definitivamente, la vida es bella.


Mario Madrigal, escritor.



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Gracias, en definitiva es una nota muy emotiva.
Felicitaciones a Mario Madrigal.