¡Ay, Dios mío, qué torta! Ya estamos pensando en el marchamo del 2026 y parece que este año nos va a tocar apretarnos el cinturón. El Seguro Obligatorio Automotor (SOA), ese componente del marchamo que siempre nos duele, va a subir, y ni poquito. Según el superintendente de Seguros, Tomás Soley, los particulares van a pagar más de cuatro mil colones arriba, y los moteros, ¡prepárense!, porque les toca desembolsar cinco mil colones extra.
Pero, ¿por qué esta subida? Pues, la respuesta es sencilla aunque no nos guste: accidentes de tránsito. Una barbaridad de accidentes, heridos y fallecidos en nuestras carreteras, eso eleva el costo del seguro para todos. Antes de que llegara la pandemia, los números de lesionados se mantenían más o menos estables, alrededor de 37 mil al año. Pero luego, con la pandemia y el poco movimiento, esos números bajaron. La cosa se puso fea otra vez desde el 2021, y ahora estamos hablando de casi 46 mil lesionados en el 2024 – el año que están usando para calcular el marchamo del 2026, ¡imagínate!
Y no es que Tomás Soley esté contento con esta situación, para nada. Él mismo calificó lo que está pasando en las carreteras como una “masacre”, y vaya que tiene razón. Dice que no ha visto ningún cambio significativo en las políticas públicas ni en las acciones para mejorar la seguridad vial. Como dice él, si seguimos haciendo lo mismo, seguiremos obteniendo los mismos resultados, ¡y qué resultados tan feos estamos teniendo!
Lo que más preocupa es la falta de control. Soley criticó duramente la labor de la Policía de Tránsito, diciendo que la vigilancia es prácticamente inexistente. Mientras tanto, otros países ya están utilizando sistemas de cámaras remotas para controlar el tráfico y sancionar infracciones, pero nosotros todavía estamos atrasados en eso. ¿Será que nos da pereza invertir en seguridad vial?
Las estadísticas son escalofriantes. En el 2024, murieron 505 personas en accidentes de tránsito, ¡una cifra alarmante! Y lo peor es que el 53,6% de esas víctimas eran motociclistas. Parece que los conductores de moto siguen teniendo los peores hábitos en la carretera. Además, la velocidad excesiva causó 175 muertes, mientras que la invasión de carril provocó otras 133. ¡Y ni hablemos de las imprudencias del conductor, que fueron responsables de 65 fallecimientos!
Es importante aclarar que el SOA es solo una parte del marchamo, que incluye también el impuesto a la propiedad y otros gravámenes. Por eso, aún no sabemos cuál será el monto final del marchamo para cada persona, pero sí podemos estar seguros de que la mayoría pagará más de lo que pagó el año anterior. Esa vaineta nos afecta a todos, y no solo a los que tenemos carro nuevo o lujoso; ¡los carros viejos también sufren!
Ahora bien, muchos se preguntarán: ¿qué podemos hacer para cambiar esta realidad? No basta con lamentarnos por las subidas del marchamo o con culpar a la Policía de Tránsito. Necesitamos un cambio cultural profundo en la forma en que conducimos. Tenemos que dejar de lado la impunidad y asumir la responsabilidad de nuestros actos detrás del volante. Respete las normas de tránsito, use el cinturón de seguridad, no conduzca bajo los efectos del alcohol y, sobre todo, ¡conduzca con precaución! Porque recuerde, una vida vale más que cualquier conveniencia.
Con todo este panorama, me pregunto, compañeros del Foro: ¿Creen que realmente las medidas propuestas por el Superintendente de Seguros serán suficientes para frenar esta espiral de accidentes y muertes en las carreteras de Costa Rica, o necesitamos algo mucho más radical, como controles más estrictos y sanciones más severas? ¿Ustedes qué opinan?
Pero, ¿por qué esta subida? Pues, la respuesta es sencilla aunque no nos guste: accidentes de tránsito. Una barbaridad de accidentes, heridos y fallecidos en nuestras carreteras, eso eleva el costo del seguro para todos. Antes de que llegara la pandemia, los números de lesionados se mantenían más o menos estables, alrededor de 37 mil al año. Pero luego, con la pandemia y el poco movimiento, esos números bajaron. La cosa se puso fea otra vez desde el 2021, y ahora estamos hablando de casi 46 mil lesionados en el 2024 – el año que están usando para calcular el marchamo del 2026, ¡imagínate!
Y no es que Tomás Soley esté contento con esta situación, para nada. Él mismo calificó lo que está pasando en las carreteras como una “masacre”, y vaya que tiene razón. Dice que no ha visto ningún cambio significativo en las políticas públicas ni en las acciones para mejorar la seguridad vial. Como dice él, si seguimos haciendo lo mismo, seguiremos obteniendo los mismos resultados, ¡y qué resultados tan feos estamos teniendo!
Lo que más preocupa es la falta de control. Soley criticó duramente la labor de la Policía de Tránsito, diciendo que la vigilancia es prácticamente inexistente. Mientras tanto, otros países ya están utilizando sistemas de cámaras remotas para controlar el tráfico y sancionar infracciones, pero nosotros todavía estamos atrasados en eso. ¿Será que nos da pereza invertir en seguridad vial?
Las estadísticas son escalofriantes. En el 2024, murieron 505 personas en accidentes de tránsito, ¡una cifra alarmante! Y lo peor es que el 53,6% de esas víctimas eran motociclistas. Parece que los conductores de moto siguen teniendo los peores hábitos en la carretera. Además, la velocidad excesiva causó 175 muertes, mientras que la invasión de carril provocó otras 133. ¡Y ni hablemos de las imprudencias del conductor, que fueron responsables de 65 fallecimientos!
Es importante aclarar que el SOA es solo una parte del marchamo, que incluye también el impuesto a la propiedad y otros gravámenes. Por eso, aún no sabemos cuál será el monto final del marchamo para cada persona, pero sí podemos estar seguros de que la mayoría pagará más de lo que pagó el año anterior. Esa vaineta nos afecta a todos, y no solo a los que tenemos carro nuevo o lujoso; ¡los carros viejos también sufren!
Ahora bien, muchos se preguntarán: ¿qué podemos hacer para cambiar esta realidad? No basta con lamentarnos por las subidas del marchamo o con culpar a la Policía de Tránsito. Necesitamos un cambio cultural profundo en la forma en que conducimos. Tenemos que dejar de lado la impunidad y asumir la responsabilidad de nuestros actos detrás del volante. Respete las normas de tránsito, use el cinturón de seguridad, no conduzca bajo los efectos del alcohol y, sobre todo, ¡conduzca con precaución! Porque recuerde, una vida vale más que cualquier conveniencia.
Con todo este panorama, me pregunto, compañeros del Foro: ¿Creen que realmente las medidas propuestas por el Superintendente de Seguros serán suficientes para frenar esta espiral de accidentes y muertes en las carreteras de Costa Rica, o necesitamos algo mucho más radical, como controles más estrictos y sanciones más severas? ¿Ustedes qué opinan?
