¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con movidas judiciales y polémicas que dan para agarrarse la cabeza. Resulta que Boris Marchegiani, el famoso dueño del Hotel Gaia y figura clave de Pueblo Soberano, anda que trina contra la exministra de Comunicación, Patricia Navarro. Parece que la cosa no anduvo como se esperaba tras esa disculpa pública que dio hace un mes, y ahora Marchegiani la está acusando de meterle pata.
Si les refresco la memoria, Navarro tuvo que pedir perdón públicamente a Marchegiani, por unas declaraciones que él consideró perjudiciales para su hotel. Emitió una disculpa el 9 de octubre, reconociendo que sus manifestaciónes habían dañado su honor y el del negocio. Pero ahí viene el problema, según Marchegiani: esa disculpa debió estar vigente hasta febrero de 2026, ¡más de dos años!, pero la exministra decidió quitarla de circulación demasiado pronto.
Según Marchegiani, Navarro se mandó un maje total al publicar el desmentido en modo privado, buscando, según sus palabras, “engañar tanto a la autoridad como a la opinión pública”. ¡Imagínate la bronca! Él sostiene que la señora estaba obligada a mantener esa disculpa visible por mucho tiempo, cumpliendo con lo que dictaminó un juez. A ver, vamos a ponerle atención porque esto tiene sabor a telenovela nacional.
Y claro, la reacción de Marchegiani no se hizo esperar. No dudó en echarle dura a la exministra, criticando su moral y acusándola de hipócrita. Dice que Navarro cambia su ética cuando le conviene, y que toda esta polémica no busca generar revuelo, sino simplemente dejar claro cómo piensa ella. El mae no se anda con rodeos, ¿eh?
Lo curioso de todo este caso es que Marchegiani es el mismo que ha estado metido en varias polémicas financieras. Recordemos que este hombre, originario de Venezuela, fue quien financió esas vallas publicitarias masivas que pedían la renuncia de varios funcionarios del gobierno anterior, incluyendo al fiscal general, al presidente de la Corte Suprema, y al presidente legislativo. ¡Un buen fajardo de plata puso pa’ esos carteles!
Además, recordemos que el mismo Marchegiani donó las vallas de Pueblo Soberano donde aparecían fotos de figuras políticas con imágenes no tan favorecedoras. Eso sí que costó una fortuna, cerca de doce millones de colones. Uno se pregunta qué intereses persigue este tipo, porque parece que siempre está involucrado en algo turbio. Aunque claro, él dirá que es todo por defender la patria.
Intentó llegar a la alcaldía de Quepos en el 2024, respaldado por la exministra de Salud, Joselyn Chacón, pero el Tribunal Supremo de Elecciones le echó una piedra al nido al rechazar todas las candidaturas de Pueblo Soberano por problemas con la paridad de género. ¡Otra vez las reglas jugándole en contra! Ya saben, la política pura… Un brete.
En fin, esta novela parece lejos de terminar. Contactamos a la exministra Navarro, pero nos derivaron a su abogado, Federico Campos, quien aún no ha dado respuesta. Ahora bien, la gran pregunta es: ¿Navarro realmente se equivocó al retirar la disculpa, o simplemente ejerció su derecho a decidir cómo comunicar sus acciones? ¿Estamos ante un caso de corrupción, una simple torpeza administrativa o un intento de manipulación mediática? ¿Creen que Marchegiani está usando esta situación para lavar su imagen pública después de tantas controversias? Compartan sus opiniones, ¡queremos saber qué piensan ustedes sobre este nuevo capítulo en el drama político costarricense!
Si les refresco la memoria, Navarro tuvo que pedir perdón públicamente a Marchegiani, por unas declaraciones que él consideró perjudiciales para su hotel. Emitió una disculpa el 9 de octubre, reconociendo que sus manifestaciónes habían dañado su honor y el del negocio. Pero ahí viene el problema, según Marchegiani: esa disculpa debió estar vigente hasta febrero de 2026, ¡más de dos años!, pero la exministra decidió quitarla de circulación demasiado pronto.
Según Marchegiani, Navarro se mandó un maje total al publicar el desmentido en modo privado, buscando, según sus palabras, “engañar tanto a la autoridad como a la opinión pública”. ¡Imagínate la bronca! Él sostiene que la señora estaba obligada a mantener esa disculpa visible por mucho tiempo, cumpliendo con lo que dictaminó un juez. A ver, vamos a ponerle atención porque esto tiene sabor a telenovela nacional.
Y claro, la reacción de Marchegiani no se hizo esperar. No dudó en echarle dura a la exministra, criticando su moral y acusándola de hipócrita. Dice que Navarro cambia su ética cuando le conviene, y que toda esta polémica no busca generar revuelo, sino simplemente dejar claro cómo piensa ella. El mae no se anda con rodeos, ¿eh?
Lo curioso de todo este caso es que Marchegiani es el mismo que ha estado metido en varias polémicas financieras. Recordemos que este hombre, originario de Venezuela, fue quien financió esas vallas publicitarias masivas que pedían la renuncia de varios funcionarios del gobierno anterior, incluyendo al fiscal general, al presidente de la Corte Suprema, y al presidente legislativo. ¡Un buen fajardo de plata puso pa’ esos carteles!
Además, recordemos que el mismo Marchegiani donó las vallas de Pueblo Soberano donde aparecían fotos de figuras políticas con imágenes no tan favorecedoras. Eso sí que costó una fortuna, cerca de doce millones de colones. Uno se pregunta qué intereses persigue este tipo, porque parece que siempre está involucrado en algo turbio. Aunque claro, él dirá que es todo por defender la patria.
Intentó llegar a la alcaldía de Quepos en el 2024, respaldado por la exministra de Salud, Joselyn Chacón, pero el Tribunal Supremo de Elecciones le echó una piedra al nido al rechazar todas las candidaturas de Pueblo Soberano por problemas con la paridad de género. ¡Otra vez las reglas jugándole en contra! Ya saben, la política pura… Un brete.
En fin, esta novela parece lejos de terminar. Contactamos a la exministra Navarro, pero nos derivaron a su abogado, Federico Campos, quien aún no ha dado respuesta. Ahora bien, la gran pregunta es: ¿Navarro realmente se equivocó al retirar la disculpa, o simplemente ejerció su derecho a decidir cómo comunicar sus acciones? ¿Estamos ante un caso de corrupción, una simple torpeza administrativa o un intento de manipulación mediática? ¿Creen que Marchegiani está usando esta situación para lavar su imagen pública después de tantas controversias? Compartan sus opiniones, ¡queremos saber qué piensan ustedes sobre este nuevo capítulo en el drama político costarricense!