¡Ay, Dios mío! Una tragedia sacudió a Miramar de Puntarenas la noche de ayer. Un mecánico, don Jiménez, de casi 60 años, se fue al traste luego de ser arrollado por un camión mientras intentaba cruzar la calle. La diay, qué pena, siempre trabajando duro el señor para echar pa’ lante.
Según nos cuentan los vecinos y las autoridades, don Jiménez era conocido en el barrio por sus buenas manos arreglando carros. Siempre dispuesto a echarle un brete a cualquiera que le pidiera ayuda. Recibió una llamada urgente de un cliente, alguien necesitando rápido una solución porque el carro lo tenía bien complicado, y salió corriendo a atenderlo, cómo él solito decía: “pa’ resolver la bronca”.
Las cosas se torcieron cuando regresaba. Después de ayudar al cliente, parece que quiso cruzar la calle apurado, sin chequear bien si venía tráfico, y ahí sí… el camión lo alcanzó. Paramédicos de la Cruz Roja llegaron al sitio a toda prisa, pero ya no había nada que hacer. Lástima, pura lástima. Era un mae trabajador, de esos que le meten empeño a lo que hacen.
Agentes del OIJ estuvieron en el lugar recogiendo evidencias y hablando con testigos. Ahora están investigando si hubo alguna negligencia por parte del conductor del camión o si simplemente fue un desafortunado accidente. Dicen que el conductor estaba en regla, sin alcohol ni drogas, pero bueno, esas son las primeras impresiones, vamos a ver qué sale a la luz en las próximas horas.
La comunidad está consternada. Todos conocían a don Jiménez y lamentan profundamente su partida. Muchos dicen que era un pilar fundamental del barrio, siempre ayudando a todos, regalandole consejos y ofreciendo su destreza mecánica. Imagínate la bronca que estarán pasando sus familiares, qué salado estar perdiendo a un ser querido así, de golpe.
Este tipo de sucesos nos recuerdan la importancia de poner atención al cruzar las calles. A veces, apuraditos, olvidamos mirar a ambos lados y terminamos en situaciones peligrosas. No cuesta nada tomarse cinco segundos extra y asegurarnos de que no viene ningún vehículo. Que sirva esto como una lección para todos nosotros, maes. La vida es muy corta pa' andar cometiendo tortas así.
En estos días festivos, donde hay más movimiento y gente por todas partes, debemos extremar las precauciones. Caminemos con cuidado, chequemos bien antes de cruzar cualquier calle y recordemos que la seguridad vial es responsabilidad de todos. Las autoridades han reforzado la vigilancia en las principales vías, pero al final, la clave está en nuestras propias manos. ¡Pongámonos las pilas!
Es triste cómo termina una vida tan valiosa, truncada por un instante de distracción. Don Jiménez dejó huella en su comunidad y será recordado por su dedicación, amabilidad y habilidades mecánicas. Pero me pregunto, ¿cree usted que las autoridades deberían implementar medidas de seguridad más estrictas en zonas concurridas como Miramar, especialmente considerando el aumento del tráfico durante las fiestas?
Según nos cuentan los vecinos y las autoridades, don Jiménez era conocido en el barrio por sus buenas manos arreglando carros. Siempre dispuesto a echarle un brete a cualquiera que le pidiera ayuda. Recibió una llamada urgente de un cliente, alguien necesitando rápido una solución porque el carro lo tenía bien complicado, y salió corriendo a atenderlo, cómo él solito decía: “pa’ resolver la bronca”.
Las cosas se torcieron cuando regresaba. Después de ayudar al cliente, parece que quiso cruzar la calle apurado, sin chequear bien si venía tráfico, y ahí sí… el camión lo alcanzó. Paramédicos de la Cruz Roja llegaron al sitio a toda prisa, pero ya no había nada que hacer. Lástima, pura lástima. Era un mae trabajador, de esos que le meten empeño a lo que hacen.
Agentes del OIJ estuvieron en el lugar recogiendo evidencias y hablando con testigos. Ahora están investigando si hubo alguna negligencia por parte del conductor del camión o si simplemente fue un desafortunado accidente. Dicen que el conductor estaba en regla, sin alcohol ni drogas, pero bueno, esas son las primeras impresiones, vamos a ver qué sale a la luz en las próximas horas.
La comunidad está consternada. Todos conocían a don Jiménez y lamentan profundamente su partida. Muchos dicen que era un pilar fundamental del barrio, siempre ayudando a todos, regalandole consejos y ofreciendo su destreza mecánica. Imagínate la bronca que estarán pasando sus familiares, qué salado estar perdiendo a un ser querido así, de golpe.
Este tipo de sucesos nos recuerdan la importancia de poner atención al cruzar las calles. A veces, apuraditos, olvidamos mirar a ambos lados y terminamos en situaciones peligrosas. No cuesta nada tomarse cinco segundos extra y asegurarnos de que no viene ningún vehículo. Que sirva esto como una lección para todos nosotros, maes. La vida es muy corta pa' andar cometiendo tortas así.
En estos días festivos, donde hay más movimiento y gente por todas partes, debemos extremar las precauciones. Caminemos con cuidado, chequemos bien antes de cruzar cualquier calle y recordemos que la seguridad vial es responsabilidad de todos. Las autoridades han reforzado la vigilancia en las principales vías, pero al final, la clave está en nuestras propias manos. ¡Pongámonos las pilas!
Es triste cómo termina una vida tan valiosa, truncada por un instante de distracción. Don Jiménez dejó huella en su comunidad y será recordado por su dedicación, amabilidad y habilidades mecánicas. Pero me pregunto, ¿cree usted que las autoridades deberían implementar medidas de seguridad más estrictas en zonas concurridas como Miramar, especialmente considerando el aumento del tráfico durante las fiestas?
