¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez, con las mismas caras reunidas en Washington, discutiendo el futuro de la economía mundial. Este año, con la tensión China-Estados Unidos a tope y Argentina buscando un salvavidas, las reuniones del FMI y el Banco Mundial prometen ser más moviditas que un baile de salsa en Puntarenas.
La verdad, señores, es que el panorama pinta complicado. Entre los aranceles que amenaza Trump contra China – que pa’ nosotros eso significa menos mercado para nuestros productos – y la inestabilidad económica generalizada, parece que estamos navegando en aguas bastante turbulentas. Pero ojo, que también hay oportunidades, como dirían algunos políticos, aunque a veces no estén claras cuáles son esas oportunidades.
Y hablando de buscarse la vida, ahí está Argentina, con Milei haciendo fila en la Casa Blanca para pedir prestado. Parece que la ayuda de 20.000 millones de dólares que le ofrecerán podrían servir para taparle algunos agujeros, pero ojo con las condiciones que siempre ponen estos organismos internacionales... Uno recuerda los viejos tiempos y cómo nos han sacado cana al hombro con sus políticas ajustadas.
En medio de todo este relajo global, América Latina mantiene un perfil bajito, como quien no quiere la cosa. El Banco Mundial dice que vamos a crecer un 2.3% este año, pero esos números a veces no cuentan toda la historia, ¿saben? Porque si le preguntas a un campesino en Bagaces o a un pequeño comerciante en San José, te van a decir que la cosa sigue dura. El FMI todavía no entrega sus proyecciones definitivas, pero se espera que sean igual de modestas.
Lo que sí preocupa a todos es la advertencia de Kristalina Georgieva, la jefa del FMI. Dice que la economía mundial ha "resistido" a las tensiones, pero que aún no ha sido realmente probada. Y encima, se mete con el tema de la inteligencia artificial, advirtiendo que podría haber una “violenta corrección” en los precios de las empresas que invierten en esto. ¡Uy, mena! Eso suena feísimo, porque si eso explota, nos afecta a to's.
Por otro lado, Georgieva anima a Latinoamérica a “aprovechar la reorganización de las cadenas de suministro globales”. O sea, que nos pide que agarremos rápido el tren, pero el tren anda corriendo a toda velocidad y a veces cuesta subirnos. Y nombra a Argentina como ejemplo de ajuste económico… Bueno, cada quién que saque sus propias conclusiones sobre eso. A ver si nos dan buenas ideas, porque necesitamos darles caña a nuestras economías.
Pero volviendo a la bronca China-Estados Unidos, Trump anda echando humo. Quiere imponer aranceles del 100% a los productos chinos, ¡pa’ qué se le antoja! Aunque luego se contradice diciendo que quiere ayudar a China. Lo dicho, un poco loco el hombre, pero bueno, pa’ ellos es normal.
En fin, un escenario complejo, lleno de incertidumbres y posibles sorpresas. Desde aquí, como buen tico, esperamos que las cosas mejoren, que podamos seguir disfrutando de nuestro carreta y que la economía nos dé un respiro. ¿Ustedes creen que América Latina podrá aprovechar esta reestructuración global, o seguiremos arrastrando los pies? Déjennos sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan!
La verdad, señores, es que el panorama pinta complicado. Entre los aranceles que amenaza Trump contra China – que pa’ nosotros eso significa menos mercado para nuestros productos – y la inestabilidad económica generalizada, parece que estamos navegando en aguas bastante turbulentas. Pero ojo, que también hay oportunidades, como dirían algunos políticos, aunque a veces no estén claras cuáles son esas oportunidades.
Y hablando de buscarse la vida, ahí está Argentina, con Milei haciendo fila en la Casa Blanca para pedir prestado. Parece que la ayuda de 20.000 millones de dólares que le ofrecerán podrían servir para taparle algunos agujeros, pero ojo con las condiciones que siempre ponen estos organismos internacionales... Uno recuerda los viejos tiempos y cómo nos han sacado cana al hombro con sus políticas ajustadas.
En medio de todo este relajo global, América Latina mantiene un perfil bajito, como quien no quiere la cosa. El Banco Mundial dice que vamos a crecer un 2.3% este año, pero esos números a veces no cuentan toda la historia, ¿saben? Porque si le preguntas a un campesino en Bagaces o a un pequeño comerciante en San José, te van a decir que la cosa sigue dura. El FMI todavía no entrega sus proyecciones definitivas, pero se espera que sean igual de modestas.
Lo que sí preocupa a todos es la advertencia de Kristalina Georgieva, la jefa del FMI. Dice que la economía mundial ha "resistido" a las tensiones, pero que aún no ha sido realmente probada. Y encima, se mete con el tema de la inteligencia artificial, advirtiendo que podría haber una “violenta corrección” en los precios de las empresas que invierten en esto. ¡Uy, mena! Eso suena feísimo, porque si eso explota, nos afecta a to's.
Por otro lado, Georgieva anima a Latinoamérica a “aprovechar la reorganización de las cadenas de suministro globales”. O sea, que nos pide que agarremos rápido el tren, pero el tren anda corriendo a toda velocidad y a veces cuesta subirnos. Y nombra a Argentina como ejemplo de ajuste económico… Bueno, cada quién que saque sus propias conclusiones sobre eso. A ver si nos dan buenas ideas, porque necesitamos darles caña a nuestras economías.
Pero volviendo a la bronca China-Estados Unidos, Trump anda echando humo. Quiere imponer aranceles del 100% a los productos chinos, ¡pa’ qué se le antoja! Aunque luego se contradice diciendo que quiere ayudar a China. Lo dicho, un poco loco el hombre, pero bueno, pa’ ellos es normal.
En fin, un escenario complejo, lleno de incertidumbres y posibles sorpresas. Desde aquí, como buen tico, esperamos que las cosas mejoren, que podamos seguir disfrutando de nuestro carreta y que la economía nos dé un respiro. ¿Ustedes creen que América Latina podrá aprovechar esta reestructuración global, o seguiremos arrastrando los pies? Déjennos sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan!
