¡Ay, Dios mío, qué bronca! Aquí seguimos con el circo en el INS, y ahora el exgerente, Luis Fernando Monge, soltó toda la polla ante los diputados. Resulta que, además de los problemas con el zar de los reaseguros y el supuesto tinglado con fondos de origen turbio, Monge anda diciendo que la presidenta ejecutiva, Gabriela Chacón, le puso el freno a los aumentos salariales de los trabajadores, pa' que no afecten las encuestas, díganle a quién.
Todo este rollo salió a la luz durante una audiencia en la Comisión de Ingreso y Gasto Público. Según Monge, la señora Chacón le habría indicado que los ajustes salariales, que por convenio colectivo deberían haberse aplicado hace rato, tendrían que esperar hasta enero del año que viene. ¿Se imaginan? Estudiaron el tema desde antes de junio pasado, ¡y lo dejaron congelado por motivos electorales! Esto huele raro, muy raro, ¿verdad?
Y esto no es cuento, parce. Monge presentó un documento a los legisladores donde detalla toda la movida. Dice que, aunque el estudio salarial estaba listo, él insistió varias veces ante Chacón para que se aplicara el ajuste correspondiente a parte de la planilla del INS, pero la respuesta siempre era la misma: aguante hasta enero. Una verdadera patada en el trasero a los trabajadores, ¿eh? Parece que el bolsillo de algunos vale más que el de los demás, y eso nunca me ha sentado bien.
Pero ahí no acabó la cosa. Monge continuó contando sus penurias y reveló que Chacón le ofreció aprobar el ajuste, pero con una condición: que él asumiera las consecuencias. ¡Imagínense el panorama! Le dijo textualmente, y frente a testigos, que si él hacía caso contrario, ella lo “zafaría la tabla” ante el Presidente. ¡Qué poca modestia! Esto empieza a parecer novela de televisión, mándale.
Y como si fuera poco, Monge agregó que estas prácticas no eran nuevas. Aseguró que Chacón también había coqueteado con el director jurídico del INS, William Emilio Fernández, pidiéndole que buscase la forma de evitar la adjudicación de contratos administrativos de gran envergadura. Cuando Fernández le preguntó qué pasaría si no lo hacía, la respuesta, según Monge, fue un simple: “Pongo su cabeza”. ¡Qué tremenda presión! Parece que el poder corrompe, y mucho, a algunos funcionarios públicos.
Lo más curioso de todo es que Chacón estaba presente durante la audiencia, escuchando atentamente las acusaciones de Monge. La sesión, originalmente enfocada en el caso Tradeco y las presiones al Presidente, tuvo que cambiar de rumbo drásticamente debido a estas revelaciones explosivas. Ahora la Comisión de Ingreso y Gasto Pública va a investigar a fondo este asunto, y parece que el Ministerio Público también estará involucrado. ¡Esto promete, parce!
Obviamente, Chacón niega rotundamente todas las acusaciones de Monge, calificándolas de falsas e infundadas. Pero la evidencia presentada por el exgerente es contundente, y la opinión pública está dividida. Algunos creen que Monge busca venganza por haber sido despedido, mientras que otros ven en sus declaraciones la verdad detrás de bambalinas del INS. En fin, el caso sigue abierto, y esperamos que se haga justicia, porque esta vara está generando mucha controversia y preocupación entre los trabajadores y la ciudadanía en general.
Con todo este escenario, me pregunto... ¿Cree usted que las instituciones públicas en Costa Rica tienen mecanismos efectivos para prevenir y sancionar actos de corrupción y abuso de poder, o estamos condenados a ver estos casos repetirse una y otra vez? Deje sus comentarios abajo, estoy seguro que tenemos mucho que discutir sobre este tema tan candente.
Todo este rollo salió a la luz durante una audiencia en la Comisión de Ingreso y Gasto Público. Según Monge, la señora Chacón le habría indicado que los ajustes salariales, que por convenio colectivo deberían haberse aplicado hace rato, tendrían que esperar hasta enero del año que viene. ¿Se imaginan? Estudiaron el tema desde antes de junio pasado, ¡y lo dejaron congelado por motivos electorales! Esto huele raro, muy raro, ¿verdad?
Y esto no es cuento, parce. Monge presentó un documento a los legisladores donde detalla toda la movida. Dice que, aunque el estudio salarial estaba listo, él insistió varias veces ante Chacón para que se aplicara el ajuste correspondiente a parte de la planilla del INS, pero la respuesta siempre era la misma: aguante hasta enero. Una verdadera patada en el trasero a los trabajadores, ¿eh? Parece que el bolsillo de algunos vale más que el de los demás, y eso nunca me ha sentado bien.
Pero ahí no acabó la cosa. Monge continuó contando sus penurias y reveló que Chacón le ofreció aprobar el ajuste, pero con una condición: que él asumiera las consecuencias. ¡Imagínense el panorama! Le dijo textualmente, y frente a testigos, que si él hacía caso contrario, ella lo “zafaría la tabla” ante el Presidente. ¡Qué poca modestia! Esto empieza a parecer novela de televisión, mándale.
Y como si fuera poco, Monge agregó que estas prácticas no eran nuevas. Aseguró que Chacón también había coqueteado con el director jurídico del INS, William Emilio Fernández, pidiéndole que buscase la forma de evitar la adjudicación de contratos administrativos de gran envergadura. Cuando Fernández le preguntó qué pasaría si no lo hacía, la respuesta, según Monge, fue un simple: “Pongo su cabeza”. ¡Qué tremenda presión! Parece que el poder corrompe, y mucho, a algunos funcionarios públicos.
Lo más curioso de todo es que Chacón estaba presente durante la audiencia, escuchando atentamente las acusaciones de Monge. La sesión, originalmente enfocada en el caso Tradeco y las presiones al Presidente, tuvo que cambiar de rumbo drásticamente debido a estas revelaciones explosivas. Ahora la Comisión de Ingreso y Gasto Pública va a investigar a fondo este asunto, y parece que el Ministerio Público también estará involucrado. ¡Esto promete, parce!
Obviamente, Chacón niega rotundamente todas las acusaciones de Monge, calificándolas de falsas e infundadas. Pero la evidencia presentada por el exgerente es contundente, y la opinión pública está dividida. Algunos creen que Monge busca venganza por haber sido despedido, mientras que otros ven en sus declaraciones la verdad detrás de bambalinas del INS. En fin, el caso sigue abierto, y esperamos que se haga justicia, porque esta vara está generando mucha controversia y preocupación entre los trabajadores y la ciudadanía en general.
Con todo este escenario, me pregunto... ¿Cree usted que las instituciones públicas en Costa Rica tienen mecanismos efectivos para prevenir y sancionar actos de corrupción y abuso de poder, o estamos condenados a ver estos casos repetirse una y otra vez? Deje sus comentarios abajo, estoy seguro que tenemos mucho que discutir sobre este tema tan candente.