Había una noche en la que un hombre se levantó de su mansión, se duchó en oro, se desayunó caviar con un poco de Don Perignon... y luego de todo esto se decidió salir a hacer el mejor negocio de su vida.. si, el mejor!.... luego de tanto tiempo, de tantas limosinas, de tantos viajes en yate, en jett... por fin había algo que sabía nadie más le íba a ganar... íba a vender el mundo, sí el mundo!.. le vendería no por armas, ni por drogas o petróleo... se decidió venderlo por la módica suma de su alma.. al vender el mundo, se vendió a sí mismo...
Todos aquéllos que vendan su mundo, se venden así mismos... no hay quite, es blanco o negro.. Cuíden lo que son, cuíden su mundo.. y todo esto los cuidará a uds. también.
Saludos.
Todos aquéllos que vendan su mundo, se venden así mismos... no hay quite, es blanco o negro.. Cuíden lo que son, cuíden su mundo.. y todo esto los cuidará a uds. también.
Saludos.