¡Ay, mi gente! Natalia Díaz echó la casa por la ventana este domingo, prometiendo rescatar al campo costarricense. En medio de la carrera presidencial, la candidata de Unidos Podemos lanzó un planazo pa' reimpulsar el agro, asegurando que nunca va a pedirle a nadie que deje su mata de café o su plantación de banano.
La verdad, el sector agrícola ha sufrido un golpe duro en los últimos años. Ya no es lo que era antes, cuando Costa Rica era sinónimo de café de alta calidad, banano dulce y cacao aromático. Se fueron al traste muchas fincas familiares, y muchos productores ya andan buscando otras opciones, pensando si les sale la cuenta seguir sembrando. Han sido tiempos difíciles, bretes duros que nos hicieron cuestionar si el país volvería a tener esa fuerza económica basada en la tierra.
Y ahí entra Díaz, con su discurso de apoyo incondicional. No va a dar lecciones de agricultura, eso está clarito. Dice que no te la va a rifar en entrevistas explicando cómo echar un abono orgánico, ni tampoco va a ir firmando papeles en el aire prometiendo cosas que luego no cumple. Prefiere trabajar directamente con los productores, finca a finca, codo a codo, como dicen ellos. Una actitud bien diferente a lo que hemos visto últimamente.
Lo importante es que reconoce la importancia histórica del agro para Costa Rica. Nos recuerda cómo nos levantamos, cómo sacamos adelante al país gracias al sudor de nuestros campesinos, cultivando esos productos que eran la envidia de toda Latinoamérica. Ese orgullo ancestral, ese sabor a tierra mojada, necesitamos recuperarlo, diay. Porque de eso vivimos, mae.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, chunches. Díaz también sabe que el agro necesita modernizarse, encontrar nuevas formas de competir en un mercado global cada vez más exigente. Hay que invertir en tecnología, en investigación, en capacitación. No podemos quedarnos anclados en métodos antiguos, porque si no, nos vamos a quedar rezagados. Necesitamos innovación, creatividad, ¡qué carga de ideas frescas!
Además, la candidata plantea atacar frontalmente la dependencia de subsidios. Quiere convertir al agro en una industria autosuficiente, capaz de generar empleos, reducir la pobreza en las zonas rurales y dinamizar las economías locales. Un reto ambicioso, sin duda alguna. Pero si realmente se pone las pilas, podría salir oro puro. Lo importante es que no vea la agricultura como un problema social que hay que administrar, sino como una oportunidad de desarrollo.
Ahora, claro, queda ver si todo esto se traduce en resultados concretos. Basta de retórica electoral, basta de promesas vacías. El pueblo quiere hechos, maquina. Quiere ver cómo el gobierno apoya a los pequeños productores, cómo facilita el acceso al crédito, cómo protege nuestros mercados. Que se empujen los hombros y trabajen con ganas, que no se anden con rodeos.
En fin, Natalia Díaz ha lanzado un mensaje potente. Pero la gran pregunta que dejo para todos ustedes en el Foro es la siguiente: ¿Cree usted que es posible revivir el auge del sector agropecuario en Costa Rica, y qué medidas específicas deberían tomarse para lograrlo?
La verdad, el sector agrícola ha sufrido un golpe duro en los últimos años. Ya no es lo que era antes, cuando Costa Rica era sinónimo de café de alta calidad, banano dulce y cacao aromático. Se fueron al traste muchas fincas familiares, y muchos productores ya andan buscando otras opciones, pensando si les sale la cuenta seguir sembrando. Han sido tiempos difíciles, bretes duros que nos hicieron cuestionar si el país volvería a tener esa fuerza económica basada en la tierra.
Y ahí entra Díaz, con su discurso de apoyo incondicional. No va a dar lecciones de agricultura, eso está clarito. Dice que no te la va a rifar en entrevistas explicando cómo echar un abono orgánico, ni tampoco va a ir firmando papeles en el aire prometiendo cosas que luego no cumple. Prefiere trabajar directamente con los productores, finca a finca, codo a codo, como dicen ellos. Una actitud bien diferente a lo que hemos visto últimamente.
Lo importante es que reconoce la importancia histórica del agro para Costa Rica. Nos recuerda cómo nos levantamos, cómo sacamos adelante al país gracias al sudor de nuestros campesinos, cultivando esos productos que eran la envidia de toda Latinoamérica. Ese orgullo ancestral, ese sabor a tierra mojada, necesitamos recuperarlo, diay. Porque de eso vivimos, mae.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, chunches. Díaz también sabe que el agro necesita modernizarse, encontrar nuevas formas de competir en un mercado global cada vez más exigente. Hay que invertir en tecnología, en investigación, en capacitación. No podemos quedarnos anclados en métodos antiguos, porque si no, nos vamos a quedar rezagados. Necesitamos innovación, creatividad, ¡qué carga de ideas frescas!
Además, la candidata plantea atacar frontalmente la dependencia de subsidios. Quiere convertir al agro en una industria autosuficiente, capaz de generar empleos, reducir la pobreza en las zonas rurales y dinamizar las economías locales. Un reto ambicioso, sin duda alguna. Pero si realmente se pone las pilas, podría salir oro puro. Lo importante es que no vea la agricultura como un problema social que hay que administrar, sino como una oportunidad de desarrollo.
Ahora, claro, queda ver si todo esto se traduce en resultados concretos. Basta de retórica electoral, basta de promesas vacías. El pueblo quiere hechos, maquina. Quiere ver cómo el gobierno apoya a los pequeños productores, cómo facilita el acceso al crédito, cómo protege nuestros mercados. Que se empujen los hombros y trabajen con ganas, que no se anden con rodeos.
En fin, Natalia Díaz ha lanzado un mensaje potente. Pero la gran pregunta que dejo para todos ustedes en el Foro es la siguiente: ¿Cree usted que es posible revivir el auge del sector agropecuario en Costa Rica, y qué medidas específicas deberían tomarse para lograrlo?