¡Ay, Dios mío! Ya casi llegamos al Viernes Negro y a la Navidad, la época del año donde todos nos ponemos a querer comprar cositas brillantes y relucientes. Pero ojo, parce, que no sea para arrepentirse después. Según los expertos, si no tienes la cabeza bien clara y un buen plan, puedes terminar en un brete peor que el que tenemos ahora con la inflación.
Kevin Aguilar, un asesor financiero que conozco de pura cepa, me dijo que la mayoría de la gente llega a sus consultorios con las tarjetas de crédito hechas trizas. Parece que algunos pierden el control cuando ven esos descuentos y se dejan llevar por la emoción del momento. “Vienen con deudas enormes, acumulando gastos poco a poco... es un hábito malo que se dispara durante el Viernes Negro,” me comentó, soltando una carcajada resignada.
Aguilar explica que el problema es que muchos se emocionan demasiado y empiezan a comprar cosas que realmente no necesitan. Como dice él, se trata de un “efecto multiplicador” que te hunde más y más rápido. Y ya sabes cómo es el aguinaldo: parece que dura un suspiro. Así que, ¡ojo!, porque no te salvará si ya estás en rojo.
Pero no todo está perdido, mi querido lector. El experto tiene unos consejos bien bacanes para que aproveches las ofertas sin meter la pata. Primero, haz una lista de lo que necesitas y regístrate los precios antes de que empiecen las promociones. Así podrás saber si el descuento es real o si simplemente subieron el precio antes de bajarlo, ¡qué desmadre!
Otro consejo clave: gasta el dinero que tienes a mano. Ni se te ocurra gastar el aguinaldo o pedir prestado. “No cuentes los pollitos antes de nacer,” enfatizó Aguilar. Y tiene razón, parce. Mejor esperar a tener el dinero en la mano para evitar sorpresas desagradables.
Además, Aguilar te recomienda hacerte una pregunta crucial antes de darle click al botón de “comprar”: ¿Realmente necesito esto? ¿Lo compraría si no estuviera en promoción? Si la respuesta es no, ¡déjalo ir! Porque a veces, la oferta es tan tentadora que terminamos comprando cosas que nunca vamos a usar, solo para sentirnos bien por un rato. ¡Qué torta!
Y no te confíes, mi pana. El Viernes Negro no es la única oportunidad de encontrar buenos precios. Muchos comercios ofrecen descuentos durante todo el año. Así que, paciencia y busca bien antes de decidirte por algo. No te dejes llevar por la presión de los anuncios y las redes sociales. Usa la cabeza y piensa en tu futuro financiero.
En fin, espero que tomes estos consejos en serio y disfrutes de las promociones sin poner en riesgo tu economía. ¡No caigas en el despiche del consumo compulsivo! Ahora dime, ¿crees que los comercios realmente ofrecen descuentos significativos en el Viernes Negro, o es solo una estrategia de marketing para hacernos gastar más?
Kevin Aguilar, un asesor financiero que conozco de pura cepa, me dijo que la mayoría de la gente llega a sus consultorios con las tarjetas de crédito hechas trizas. Parece que algunos pierden el control cuando ven esos descuentos y se dejan llevar por la emoción del momento. “Vienen con deudas enormes, acumulando gastos poco a poco... es un hábito malo que se dispara durante el Viernes Negro,” me comentó, soltando una carcajada resignada.
Aguilar explica que el problema es que muchos se emocionan demasiado y empiezan a comprar cosas que realmente no necesitan. Como dice él, se trata de un “efecto multiplicador” que te hunde más y más rápido. Y ya sabes cómo es el aguinaldo: parece que dura un suspiro. Así que, ¡ojo!, porque no te salvará si ya estás en rojo.
Pero no todo está perdido, mi querido lector. El experto tiene unos consejos bien bacanes para que aproveches las ofertas sin meter la pata. Primero, haz una lista de lo que necesitas y regístrate los precios antes de que empiecen las promociones. Así podrás saber si el descuento es real o si simplemente subieron el precio antes de bajarlo, ¡qué desmadre!
Otro consejo clave: gasta el dinero que tienes a mano. Ni se te ocurra gastar el aguinaldo o pedir prestado. “No cuentes los pollitos antes de nacer,” enfatizó Aguilar. Y tiene razón, parce. Mejor esperar a tener el dinero en la mano para evitar sorpresas desagradables.
Además, Aguilar te recomienda hacerte una pregunta crucial antes de darle click al botón de “comprar”: ¿Realmente necesito esto? ¿Lo compraría si no estuviera en promoción? Si la respuesta es no, ¡déjalo ir! Porque a veces, la oferta es tan tentadora que terminamos comprando cosas que nunca vamos a usar, solo para sentirnos bien por un rato. ¡Qué torta!
Y no te confíes, mi pana. El Viernes Negro no es la única oportunidad de encontrar buenos precios. Muchos comercios ofrecen descuentos durante todo el año. Así que, paciencia y busca bien antes de decidirte por algo. No te dejes llevar por la presión de los anuncios y las redes sociales. Usa la cabeza y piensa en tu futuro financiero.
En fin, espero que tomes estos consejos en serio y disfrutes de las promociones sin poner en riesgo tu economía. ¡No caigas en el despiche del consumo compulsivo! Ahora dime, ¿crees que los comercios realmente ofrecen descuentos significativos en el Viernes Negro, o es solo una estrategia de marketing para hacernos gastar más?