¡Ay, pata! La cosa está que arde en Noruega. Resulta que tanto Laura Chinchilla como Don Miguel Ángel Rodríguez, expresidentes de la República, iban invitados a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz que le van a dar a María Corina Machado. Uno diría ‘¿Y qué hay de malo?’ Pero resulta que ambos dijeron que no pueden ir. ¡Imagínate el chinchorreo diplomático!
Machado, la opositora a Nicolás Maduro, anda en una situación más complicada aún. Se rumorea que todavía está escondida en Caracas, aunque algunos dicen que ya salió del país. De hecho, la conferencia de prensa que tenían programada para hoy martes se tuvo que cancelar porque, pues… ni idea dónde andaba la señora. Parece que el régimen de Maduro no la está dejando respirar, y eso que ya le dieron el Nobel.
Don Miguelito, para explicar su ausencia, comentó en sus redes sociales que no podía ir debido a un juicio que tiene pendiente –uno de esos casos de reaseguros que ya saben– y también porque doña Lorena, su esposa, está batallando con un cáncer y necesita sus cuidados. Ahí sí que te da pena, ¿verdad? Que se pierda el reconocimiento por culpa de esas cargas que trae la vida. Un saludo solidario pa’ ellos, ¡qué les vaya bien!
Por su lado, Doña Laura Chinchilla expresó su pesar por no poder asistir, pero destacó que celebra “con entusiasmo y fervor” el reconocimiento a Machado. La exmandataria recordó un encuentro que tuvieron en 2017 en Caracas, justo antes de que el gobierno venezolano le prohibiera el acceso al país. Ay, esos regímenes autoritarios… siempre buscando cómo callar a los que piensan diferente.
La verdad, la situación es un brete. En Oslo, decenas de compatriotas y gente de la diáspora venezolana se han ido a esperar a Machado, con la esperanza de verla recibir el premio. Entre la multitud, se ven caras conocidas como Edmundo González Urrutia, otro opositor que anda por ahí haciendo cositas, y hasta el Presidente Milei, que llegó directamente desde Argentina. ¡Menudo churro!
Según fuentes cercanas al Instituto Nobel, la presencia de Machado sigue siendo incierta, pero confían en que finalmente aparezca para recibir su galardón. Dicen que la propia Machado ha manifestado lo difícil que ha sido salir de Venezuela, pero que no se rendirá. ¡Qué mae luchadora, eh! Eso sí se dice, que tiene palo y no se deja vencer fácil.
Mientras tanto, la familia de Machado, incluyendo a su mamá, Corina Parisca, y sus hermanos, siguen esperando ansiosamente en el Grand Hotel, preguntándose cuándo aparecerá la afortunada. Algunos aseguran que no tienen información de su paradero, pero mantienen la fe. ¡Así es la cosa, la fe mueve montañas, diay! Al final del día, lo importante es que reciba ese reconocimiento que se merece, y que sirva de inspiración para todos los que luchan por la libertad y la democracia.
Y tú, ¿crees que María Corina Machado logrará llegar a tiempo a Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz, considerando las dificultades que enfrenta? ¿Cuál crees que será el impacto de este premio en la situación política de Venezuela?
Machado, la opositora a Nicolás Maduro, anda en una situación más complicada aún. Se rumorea que todavía está escondida en Caracas, aunque algunos dicen que ya salió del país. De hecho, la conferencia de prensa que tenían programada para hoy martes se tuvo que cancelar porque, pues… ni idea dónde andaba la señora. Parece que el régimen de Maduro no la está dejando respirar, y eso que ya le dieron el Nobel.
Don Miguelito, para explicar su ausencia, comentó en sus redes sociales que no podía ir debido a un juicio que tiene pendiente –uno de esos casos de reaseguros que ya saben– y también porque doña Lorena, su esposa, está batallando con un cáncer y necesita sus cuidados. Ahí sí que te da pena, ¿verdad? Que se pierda el reconocimiento por culpa de esas cargas que trae la vida. Un saludo solidario pa’ ellos, ¡qué les vaya bien!
Por su lado, Doña Laura Chinchilla expresó su pesar por no poder asistir, pero destacó que celebra “con entusiasmo y fervor” el reconocimiento a Machado. La exmandataria recordó un encuentro que tuvieron en 2017 en Caracas, justo antes de que el gobierno venezolano le prohibiera el acceso al país. Ay, esos regímenes autoritarios… siempre buscando cómo callar a los que piensan diferente.
La verdad, la situación es un brete. En Oslo, decenas de compatriotas y gente de la diáspora venezolana se han ido a esperar a Machado, con la esperanza de verla recibir el premio. Entre la multitud, se ven caras conocidas como Edmundo González Urrutia, otro opositor que anda por ahí haciendo cositas, y hasta el Presidente Milei, que llegó directamente desde Argentina. ¡Menudo churro!
Según fuentes cercanas al Instituto Nobel, la presencia de Machado sigue siendo incierta, pero confían en que finalmente aparezca para recibir su galardón. Dicen que la propia Machado ha manifestado lo difícil que ha sido salir de Venezuela, pero que no se rendirá. ¡Qué mae luchadora, eh! Eso sí se dice, que tiene palo y no se deja vencer fácil.
Mientras tanto, la familia de Machado, incluyendo a su mamá, Corina Parisca, y sus hermanos, siguen esperando ansiosamente en el Grand Hotel, preguntándose cuándo aparecerá la afortunada. Algunos aseguran que no tienen información de su paradero, pero mantienen la fe. ¡Así es la cosa, la fe mueve montañas, diay! Al final del día, lo importante es que reciba ese reconocimiento que se merece, y que sirva de inspiración para todos los que luchan por la libertad y la democracia.
Y tú, ¿crees que María Corina Machado logrará llegar a tiempo a Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz, considerando las dificultades que enfrenta? ¿Cuál crees que será el impacto de este premio en la situación política de Venezuela?
