¡Ay, Dios mío! Resulta que estamos más expuestos de lo que pensábamos al tema de los ciberataques. Según un estudio gringo de Kaspersky, la región latinoamericana ha estado recibiendo un baile tremendo de ransomware, ¡casi dos ataques por minuto durante el último año! Suena a película de espías, pero es la pura realidad digital en la que nos movemos.
Para ponerle números a la cosa, hablamos de más de un millón de intentos de ataque en 12 meses, repartidos en varios países. Brasil está liderando la tabla con una cifra alarmante, pero nosotros, los ticos, tampoco andamos muy lejos. Se registraron cerca de 7,800 intentos de ransomware en nuestro país, lo cual no es precisamente un motivo de celebración, díganlo ahí.
El estudio revela que, aunque hubo una ligera bajada del 7% en comparación con el año anterior, todavía enfrentamos un panorama bastante preocupante. Esto significa que los cibercriminales siguen buscando cómo meterles las manos en los bolsillos, o peor, robar información valiosa tanto de empresas como del gobierno. Y eso, mis amigos, no es ningún juego limpio.
Según los expertos de Kaspersky, la captura del grupo Phobos ayudó a disminuir un poco estos ataques. Este grupúsculo era responsable de una familia de ransomware bastante activa, una de las cinco que más afectaban a la región. Imagínense el daño que podían causar si seguían campantes. Pero, ojo, esto no significa que debamos bajar la guardia ni un poquito.
El director del equipo global de investigación de Kaspersky para Latinoamérica, Fabio Assolini, advierte que no debemos dormirnos en los laureles. “Son 3 mil ataques al día”, recalcó, enfatizando el peligro constante. Estos ataques no solo afectan financieramente a las organizaciones, sino que también dañan su reputación y generan desconfianza entre sus clientes y socios. ¡Un golpe doble!
Lo más triste de todo es que no solo sufren las instituciones gubernamentales. Empresas de todos los tamaños y sectores se han convertido en blancos fáciles. Ya hemos visto casos de compañías centenarias que tuvieron que cerrar sus puertas y de centros de salud que quebraron debido a filtraciones masivas de datos. ¡Eso es apocalíptico!
Este informe pone de relieve la fragilidad de nuestros sistemas y modelos de negocio ante estos ciberincidentes. No importa cuán compleja sea nuestra infraestructura tecnológica, siempre habrá vulnerabilidades que los hackers intentarán explotar. Tenemos que estar preparados para defendernos y proteger nuestros activos digitales. Es un brete este asunto, qué les digo.
Entonces, mi gente, ¿qué medidas deberíamos tomar para protegernos mejor de estos ciberataques? ¿Debería el Gobierno invertir más recursos en seguridad informática o enfocarnos en educar a la población sobre riesgos y mejores prácticas? ¿Ustedes qué dicen, deberían implementar algún cambio en sus rutinas online?
Para ponerle números a la cosa, hablamos de más de un millón de intentos de ataque en 12 meses, repartidos en varios países. Brasil está liderando la tabla con una cifra alarmante, pero nosotros, los ticos, tampoco andamos muy lejos. Se registraron cerca de 7,800 intentos de ransomware en nuestro país, lo cual no es precisamente un motivo de celebración, díganlo ahí.
El estudio revela que, aunque hubo una ligera bajada del 7% en comparación con el año anterior, todavía enfrentamos un panorama bastante preocupante. Esto significa que los cibercriminales siguen buscando cómo meterles las manos en los bolsillos, o peor, robar información valiosa tanto de empresas como del gobierno. Y eso, mis amigos, no es ningún juego limpio.
Según los expertos de Kaspersky, la captura del grupo Phobos ayudó a disminuir un poco estos ataques. Este grupúsculo era responsable de una familia de ransomware bastante activa, una de las cinco que más afectaban a la región. Imagínense el daño que podían causar si seguían campantes. Pero, ojo, esto no significa que debamos bajar la guardia ni un poquito.
El director del equipo global de investigación de Kaspersky para Latinoamérica, Fabio Assolini, advierte que no debemos dormirnos en los laureles. “Son 3 mil ataques al día”, recalcó, enfatizando el peligro constante. Estos ataques no solo afectan financieramente a las organizaciones, sino que también dañan su reputación y generan desconfianza entre sus clientes y socios. ¡Un golpe doble!
Lo más triste de todo es que no solo sufren las instituciones gubernamentales. Empresas de todos los tamaños y sectores se han convertido en blancos fáciles. Ya hemos visto casos de compañías centenarias que tuvieron que cerrar sus puertas y de centros de salud que quebraron debido a filtraciones masivas de datos. ¡Eso es apocalíptico!
Este informe pone de relieve la fragilidad de nuestros sistemas y modelos de negocio ante estos ciberincidentes. No importa cuán compleja sea nuestra infraestructura tecnológica, siempre habrá vulnerabilidades que los hackers intentarán explotar. Tenemos que estar preparados para defendernos y proteger nuestros activos digitales. Es un brete este asunto, qué les digo.
Entonces, mi gente, ¿qué medidas deberíamos tomar para protegernos mejor de estos ciberataques? ¿Debería el Gobierno invertir más recursos en seguridad informática o enfocarnos en educar a la población sobre riesgos y mejores prácticas? ¿Ustedes qué dicen, deberían implementar algún cambio en sus rutinas online?