¡Ay, Dios mío! Aquí nos vamos metiendo en un brete que nadie quería, y encima con los ahorritos de la jubilación. Parece que varias operadoras de pensiones jugaron al gallito con el famoso Fondo de Inversión Inmobiliario No Diversificado (FIIND), el mismo que está en medio del lío del BCR SAFI. Vamos a destaparle la olla a este asunto porque, díganlo claro, esto afecta directo nuestros futuros.
La cosa es así: resulta que el escándalo judicial que sacude al BCR SAFI y al propio banco ha puesto a temblar a varios actores, incluyendo a esas operadoras que supuestamente debían tener bien guardaditos nuestros dineros. Pero, ¿qué significa esto realmente? Pues que detrás de cada inversión, dicen, hay sueños, planes de viaje, arreglos para la casa... ¡y sobre todo! la tranquilidad de poder vivir dignamente cuando ya no podamos bretear tanto. Uno se queda pensando si sabrán las cosas que hacemos para llegar hasta ahí...
Ahora, quienes tienen la responsabilidad de vigilar cómo se manejan estos fondos –el Comité de Vigilancia del FIIND– están más que preocupados. Desde diciembre del año pasado andan con lupa revisando cada movimiento, porque parece que hubo algunas cositas raras en las compras que se hicieron con nuestros billetes. Entre los que encabezan esta vigilancia tenemos figuras como Carlos Arias Alvarado de Jupema, Róger Porras Rojas de Popular Pensiones, y otros que juran mantener nuestras inversiones a salvo. ¡Esperemos que sí!
Según la investigación, el problema radica en que se compraron propiedades que ni siquiera existían todavía, o que fueron adquiridas a precios inflados justo unas horas antes de la venta a BCR-SAFI. Imagínense la cara de esos vendedores, haciéndose millonarios aprovechándose de nuestros ahorros. ¡Qué poca ética!, digo yo. Y lo peor de todo es que los responsables de aprobar estas transacciones parecieran haber dado el visto bueno sin poner mucha cabeza, dejando nuestra plata en manos equivocadas. Un verdadero chinche.
Pero la cosa no termina ahí. Al parecer, desde septiembre del 2023, el Comité ya había levantado alarmas ante la Superintendencia General de Valores (Sugeval) por la falta de transparencia del BCR. Le exigieron un plan de acción para solucionar el problema, pero parece que la respuesta tardaba más que el cocodrilo en cruzar la calle. En octubre, Sugeval les puso el dedo en el ojo, pidiéndoles que presentaran dicho plan y restituyeran unos $70 millones que se habían perdido en la compra del Parque Empresarial del Pacífico (PEP).
Aquí viene otra vara que me huele raro: ¿cómo es posible que la misma empresa que causó el problema sea la encargada de estimar cuánto dinero hay que devolver? ¡Eso es como dejarle el control al lobo en el corral de ovejas! El Comité de Vigilancia lo ha manifestado claramente: “No resulta lógico que la parte obligada a pagar sea la misma que estime el monto a cancelar”. ¡Totalmente de acuerdo! Necesitamos auditorías independientes y gente honesta que nos defienda.
A pesar de toda esta maraña, hay algunos rayos de esperanza. Sugeval le dio un plazo de 10 días al BCR para responder a las inquietudes del Comité, y ahora esperamos que se convoque esa asamblea de inversionistas que quedó pendiente. Se rumorea que el BCR ha estado tratando de evitar pagar esos $70 millones, pero hasta ahora, la justicia no le ha dado la razón. ¡Vamos viendo cómo sigue esta telenovela! Esperemos que quede claro para todos, porque aquí hablamos de nuestros ahorros y nuestro futuro.
Con todo este panorama, ¿usted cree que las autoridades competentes tomarán medidas contundentes contra los responsables de este escándalo, o seguiremos viendo cómo nuestros ahorros se esfuman en negocios turbios? ¿Y usted, se siente seguro con su operador de pensiones?
La cosa es así: resulta que el escándalo judicial que sacude al BCR SAFI y al propio banco ha puesto a temblar a varios actores, incluyendo a esas operadoras que supuestamente debían tener bien guardaditos nuestros dineros. Pero, ¿qué significa esto realmente? Pues que detrás de cada inversión, dicen, hay sueños, planes de viaje, arreglos para la casa... ¡y sobre todo! la tranquilidad de poder vivir dignamente cuando ya no podamos bretear tanto. Uno se queda pensando si sabrán las cosas que hacemos para llegar hasta ahí...
Ahora, quienes tienen la responsabilidad de vigilar cómo se manejan estos fondos –el Comité de Vigilancia del FIIND– están más que preocupados. Desde diciembre del año pasado andan con lupa revisando cada movimiento, porque parece que hubo algunas cositas raras en las compras que se hicieron con nuestros billetes. Entre los que encabezan esta vigilancia tenemos figuras como Carlos Arias Alvarado de Jupema, Róger Porras Rojas de Popular Pensiones, y otros que juran mantener nuestras inversiones a salvo. ¡Esperemos que sí!
Según la investigación, el problema radica en que se compraron propiedades que ni siquiera existían todavía, o que fueron adquiridas a precios inflados justo unas horas antes de la venta a BCR-SAFI. Imagínense la cara de esos vendedores, haciéndose millonarios aprovechándose de nuestros ahorros. ¡Qué poca ética!, digo yo. Y lo peor de todo es que los responsables de aprobar estas transacciones parecieran haber dado el visto bueno sin poner mucha cabeza, dejando nuestra plata en manos equivocadas. Un verdadero chinche.
Pero la cosa no termina ahí. Al parecer, desde septiembre del 2023, el Comité ya había levantado alarmas ante la Superintendencia General de Valores (Sugeval) por la falta de transparencia del BCR. Le exigieron un plan de acción para solucionar el problema, pero parece que la respuesta tardaba más que el cocodrilo en cruzar la calle. En octubre, Sugeval les puso el dedo en el ojo, pidiéndoles que presentaran dicho plan y restituyeran unos $70 millones que se habían perdido en la compra del Parque Empresarial del Pacífico (PEP).
Aquí viene otra vara que me huele raro: ¿cómo es posible que la misma empresa que causó el problema sea la encargada de estimar cuánto dinero hay que devolver? ¡Eso es como dejarle el control al lobo en el corral de ovejas! El Comité de Vigilancia lo ha manifestado claramente: “No resulta lógico que la parte obligada a pagar sea la misma que estime el monto a cancelar”. ¡Totalmente de acuerdo! Necesitamos auditorías independientes y gente honesta que nos defienda.
A pesar de toda esta maraña, hay algunos rayos de esperanza. Sugeval le dio un plazo de 10 días al BCR para responder a las inquietudes del Comité, y ahora esperamos que se convoque esa asamblea de inversionistas que quedó pendiente. Se rumorea que el BCR ha estado tratando de evitar pagar esos $70 millones, pero hasta ahora, la justicia no le ha dado la razón. ¡Vamos viendo cómo sigue esta telenovela! Esperemos que quede claro para todos, porque aquí hablamos de nuestros ahorros y nuestro futuro.
Con todo este panorama, ¿usted cree que las autoridades competentes tomarán medidas contundentes contra los responsables de este escándalo, o seguiremos viendo cómo nuestros ahorros se esfuman en negocios turbios? ¿Y usted, se siente seguro con su operador de pensiones?
